Entre cámaras

Capítulo uno: Audición

Escuché mi nombre por todo el pasillo, estaba nerviosa. De esta audición depende mi futuro, – quizás exagero, pero entiendan mi punto- ya que no trabajaba desde el accidente de Marie porque me dedicaba exclusivamente a ella, pero creo que ahora debo tomar las riendas de mi vida y a adaptarme a lo que hacía antes de que todo esto ocurriese: actuar.

- Vamos Levina, no puedes arruinar esta audición. Quizás la estatura sea un punto en contra, pero la carisma es lo tuyo.

Me paré del asiento y traté de alisar mi falda blanca.

- Suerte – me dijo Marcus.

- Gracias, espero que impresionarlos.

- Lo harás.

- Seguro

Caminé lo más segura posible, era buena actuando eso: seguridad, y me adentré a aquella habitación. Esta era grande y en el centro había dos señores, una mujer castaña que supongo que estaba a los finales de los treinta años y un señor mucho más mayor, él tenía un poco de canas, parecía de unos 50 años.

- Buenas tardes señorita, me llamo Martín Evans y soy el productor de esta película, la señora que está a mi costado es Ana Miran, la directora de todo es proyecto y usted es...

-Levina Davis – respondí rápidamente, atenta a todo lo que me decía.

-Es un gusto tenerla aquí en esta audición, hemos visto su trabajo y estamos más que fascinado, más aún nosotros creemos que usted es quien encaja perfectamente al papel. Pero, primero quisiéramos saber cómo se desenvuelve en este ambiente, porque es muy diferente ver su trabajo a través de vídeos que en persona. – Comenzó a hablar por primera vez la mujer.

- Claro, con gusto.

- Perfecto, primero comenzaremos con unas preguntas básicas. Nada de que temer.

<< Usted hable lo más que pueda sobre su trabajo.

Respiro y sonrío, espero tratar en confianza lo más rápido posible.

- Como ya saben mi nombre es Levina Davis y soy una no tan reconocida actriz. Más bien recién comienzo en esta carrera, pero tengo fe en mi pasión por actuar y siento que hago bien mi trabajo. He comenzado el mundo de la actuación haciendo unas pequeñas campañas, las cuales me han brindado una gran experiencia. También he hecho pequeñas apariciones en pequeñas series, no han sido tan relevantes debido a que por ser menor de edad había decidido dedicarme al estudio y eso no me daba el tiempo suficiente para participar en un elenco. Decidí ser una actriz porque una vez mi mamá me llevó a un teatro a ver el Mago de Oz y visualicé que cada escena era representada con pasión y empeño por simples personas que trataban de transmitir diversas expresiones en el público, simplemente me enamoró. Desde ese momento supe que yo quería ser igual que ellos. Aquella decisión me tomó un mes, quizás menos y cuando se lo dije a mi hermana, ella gritó emocionada y se fue de inmediato y contarle a mi mamá. Mi madre tuvo una reacción parecida y desde ese entonces he contado con el apoyo incondicional por parte de ellas.

- ¡Qué inspirador! Tienes ganas y carácter, me gusta. – Exclamo el señor, supongo que esto era un buen inicio. Sonreí tímidamente. – Ahora, vamos a hacerte preguntas físicas, porque la actriz debe tener cierta similitud con el personaje.

- Levina ¿cuántos mides? – preguntó esta vez la señora con un tono calmado.

Yo no tengo problema con mi metro cincuenta y tampoco dudo que sea uno para ellos, esto se podría solucionar con un taco nuevo o quizás el once.

- Un metro con cincuenta centímetros – traté de sonar lo más orgullosa posible. Si aquí me iban a catalogar de "enana" sabía que esta audición no valdría la pena.

- Vale, unos tacos los podrían solucionar, no hay problema con tu estatura. – Dijo la señora.

Le di una mirada de agradecimiento.

- ¿Color de ojos?

- Eso es curioso, en verdad son cafés pero tiene una mancha verde. Raro, lo sé.

- ¿Color de cabello?

- Castaño oscuro y no pienso pintármelo.

- ¿Descendencia?

- No sé a qué viene esto, pero es peruana y griega.

- Interesante... ¿Con qué palabra te definirías?

- Decidida, sin duda.

- ¿Tienes algún vicio?

- No, aunque comer pie de limón o delicia de limón y leer libros se concedería un vicio, pues tengo dos vicios completamente sanos.

- ¿Vas al gimnasio?

- ¿Pregunta eso porque le dije de comer postres? Pues sí, voy dos veces a la semana.

- ¿Hablas algún idioma?

- Griego a la perfección y un poco de español.

- ¡Fantástico! – exclamó por segunda vez en la audición el señor - ¡Impresionante! Ana ella debe ser Brenda.

Sonreí agradecida.

Cuanto quisiera ser Brenda.

- Tranquilo Martin, déjame anotar todo esto – susurró la mujer.

<< Bueno Levina, gracias por haberte presentado, ahora solo te vamos a entregar un pequeño libreto en donde contiene una escena, tienes media hora para aprendértelo. Después de eso regresas y nos demuestras tu talento.




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