Capitulo Cuatro.

El  día avanzó de una forma tortuosa para Bruno.

Las ideas de todo lo malo que tenia relacion con Amity lo consumían y poco a poco lo hundía en lo más profundo del barril.

Un mugroso, polvoriento y dañado barril que guardaba todos sus demonios internos, todos esperando que termine de caer para consumirlo.

Y empeoraba el caso el hecho de que ella no salía de su habitación por mas que ya sea hora de comer… Le desesperaba no saber que ocurría en ese momento con ella, temía que volviera a caer y tener que temer por su vida.

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La habitación se encontraba en completa oscuridad consumiéndola nuevamente por la desesperación.

           Ya no quería más, no quería pasar por lo mismo otra vez.

Mantenía su figura ya cansada recostada sobre la cama, ¿Cuál sería la mejor opción para acabar con todo?  

Su mirada se desvió al escritorio por un brillo que atrajo su atención… Una navaja.

¿Quizá sería lo mejor?

Suspiro mientras se ponía de pie y se dirigía a la puerta de la habitación cerrándola con pestillo para no ser interrumpida.

           Su hora había llegado.

Por fin mandaría todo a la mierda y dejaría de sufrir en esa vida que ella nunca deseo.

Mientras escuchaba como sus pensamientos la consumían gritándole que lo haga de una vez y acabe con todo empezó a llorar.

Lo había hecho, el cruel pincel metálico que era la navaja empezó a trazar en su piel dolorosos dibujos.

Dibujos que se marcaban contando por si mismo sus historias… Gritándole al universo que no era más que una patética adolescente que iba a cometer el peor error de su vida y mandaría todo a la mierda.

Lloro, lloro al sentir co el meta rajaba su piel y le ardía hasta lo mas hondo de su ser, sufría al pensar en todo lo que la llevo a eso.

Desde sus padres hacia adelante, todo lo que se vio obligada a vivir cosas tan horrendas que no hacían mas que hacerla desear la muerte.

Veía como la sangre no dejaba de correr y sentía como su piel estaba cada vez mas caliente y sucia hasta que por fin… Por fin todo oscureció dejándola finalmente descansar.   

Cuando era una niña, antes de todo lo que tuve que pasar.

Yo soñaba con vivir.

Soñaba con crecer, amar y vivir una vida prospera y larga.

Soñaba con amar y que me amaran.

Hoy, en mi plena adolescencia solo deseo morir.

¿Por qué seguir adelante si de igual forma en algún momento moriré y importara un carajo si estoy o no?

Y es que, seamos honestos, cuando uno se muere a nadie le importa una mierda si seguimos o no con ellos.

Solo sirves mientras vives para entretener a quien, en superior a ti, eres un simple y remplazable juguete.

Y, por mas que se niegue, morir es la única escapatoria de todo esto.