Entre cintas y balones.

Capítulo 16: David Jones.

Aquella noche Andrew le comentó un par de cosas a Jack sobre su cita. Pero dejó de hablar al ver que su amigo estaba un tanto distraído. 

 

—A ver. Cuenta. ¿Qué pasó? — Preguntó desde el otro extremo de la habitación mientras Jack permanecía acostado en la cama viendo el techo. 
—¿De qué hablas?


Andrew suspiró con pesar y se acomodó mejor en la silla giratoria.


—De Cosette. ¿Qué pasó? 
—Mejor dicho ¿Qué no pasó? Estuve a punto. A punto y se arruinó todo. 
—Y ¿Por qué no lo hiciste antes? Estuviste todo el día con ella.
—No lo sé — dijo claramente confundido—. No sé qué es And. Pero ella… No sé cómo hacerlo. Está ahí tan... Está ahí joder y no tengo el valor para besarla. Es… Extraño. Es raro y no sé qué hacer con esto. He salido con un montón de chicas y nunca me había sentido así con ninguna. 
Todas se han ido tan rápido como han llegado y no me quita el sueño lo más mínimo si ellas piensa en mí o no. Sí son de las que lloran cuando terminamos y tampoco me preocupo demasiado por ellas. Y con Cosette… 
—Ay amigo mío. Temo decirte que tu fuerza interior está guiándote a un sendero desconocido — dijo levantándose de su lugar. 


Comenzó a caminar por la habitación acariciándose el mentón con unas gafas que nunca se ponía y guardaba en el cajón.

 

—Y… ¿Qué pasará ahora?
—Como dijo un sabio… 

 

Jack esperó expectante las palabras llenas de sabiduría por parte de su amigo pero solo hubo silencio. 

 

—No sé Jack. No le veo el problema. Si se gustan solo sigue.
 
Jack puso los ojos en blanco y se cubrió con la almohada. Ambos sabían que estaba ocurriendo. Jack se había enamorado de verdad. 

 

Y no es que no quería enamorarse de Cosette. Es decir, ¿Por qué no hacerlo? Y ¿Cómo no enamorarte de ella? Lo que Jack en realidad temía, en el fondo, era tener una relación como la de sus padres. 

 

Tenían años juntos sí, pero no era lo mismo vivir juntos que estar juntos. Eran la pareja perfecta frente a sus amigos y en las reuniones familiares. Pero lo cierto era que con los años se habían sumergido en una relación tóxica. 


Vivían discutiendo por los constantes gastos de su madre por sus infinitas compras y los celos de ella enloquecían a su padre. Pues los rumores de sus conquistas en sus famosos “viajes de negocios” llegaban hasta su casa.

 

La única manera en que lograban reconciliarse era gastando más de la cuenta en regalos ostentosos para su madre y beber. Whisky, Ron, Champagne y todos los licores que pudieras imaginar estaban en el mini bar.

 

Y ver aquella deplorable muestra de “amor” entre ellos, en las extrañas formas que tenían de demostrarse “cariño” y los muchos aspectos negativos que tenía su relación, lo hacían poner en tela de  juicio el verdadero significado y propósito de “enamorarse”. Y al conocer a Andrew se dió cuenta de otros problemas que pueden surgir entre las parejas. 


Así que Jack se preguntaba en ocasiones ¿Qué era en realidad el amor? ¿Qué significaba estar unido a una persona toda tu vida? ¿Era amar ser ciego ante los enormes y garrafales defectos del otro? ¿Tanto que ni siquiera aceptes que ya no te quiere o que te engaña?
¿Era decirle a alguien: Te quiero, una expresión simple que se volvía parte de la monotonía hasta disolverse y no tener valor? ¿Cómo saber que no te ocurrirá lo mismo? 

 

Claro que Jack no por esos temores se limitaba en todo. No. Estudiaba, hacia deporte, trabajaba, salía con chicas y tenía un buen amigo. Su meta era obtener una beca en alguna universidad para poder estudiar Contabilidad, pues se le daban más que bien los números y ya había ayudado un par de veces a su padre con los trabajos que traía a casa.

 

Por ello hacía exactamente lo contrario a lo que veía hacer a sus padres. Aunque el licor era algo que había en abundancia tanto como la comida en la refrigeradora y el dinero, no bebía, no fumaba, no salía de parranda cada viernes en la noche. Y no tomaba a la ligera sus sentimientos hacia alguien.

 

Una mentalidad demasiado madura para su edad dirían algunos pero,  Jack tenía metas y estaba dispuesto a alcanzarlas. 
Pero con asuntos del corazón, prefería mantener las distancias con sus sentimientos antes de estar seguro totalmente de lo que sentía y que fuera correspondido con la misma intensidad. 

 

A veces meditaba en esa condición que había entre David Jones y Calipso en Piratas del Caribe. Pero ¿Cómo saber si ella cuidaría tu corazón luego de arrancártelo? ¿Cómo saber si podías confiar en ella?




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