Esa noche Cosette durmió más tranquila mientras escuchaba la voz de Jack desde el otro lado de la línea.
En esa parte de su cerebro que aún seguía consciente estaba feliz por haber resuelto todo ese embrollo que aquella chica había provocado. Aun así se preguntó: ¿Era necesario decirle todo a Andrew?
“Sí. Por Julieth”. Se respondió. Julieth podía ser una novia un tanto celosa pero era una chica simpática y que a los ojos de Cosette, quería a su amigo. Y no podía arruinarse todo por culpa de rumores.
Así que no volvió a preocuparse por aquello. Aun cuando al día siguiente Kate llegó a su casa con lágrimas en los ojos ofreciendo disculpas por todas las mentiras.
Y admitió que su plan malvado era provocar celos a Cosette para alejarla de Andrew. Así correría a Julieth haciendo que terminara con Andrew. Y ella podría quedarse con él.
—Un plan bastante estúpido la verdad Kate. Quizás habría funcionado con otro par de tontos pero con nosotros no. Para tu desgracia somos buenos amigos.
—Sí. Yo… Lo siento. Pero… Sé que tú me entiendes. ¿Qué no harías por el chico que te gusta? —balbuceaba entre lágrimas—. Por que sé que a ambas nos gusta el mismo chico. Y a quien él quiere es a ti.
—No Kate. No te entiendo. A mí no me va eso pelearme por chicos o amigos. Yo no sería capaz de mentirle a alguien solo por tenerlo a mi lado. Y tampoco me gusta Andrew. Somos amigos…
—Quizás — interrumpió—. Quizás solo tú lo ves como un amigo. Pero él a ti no. Y no dudo que un día que estés a solas con él no te importará si ambos tienen pareja solo lo besaras y le abrirás las piernas. Por que no eres tonta Cosette. ¿Eres francesa cierto? A las chicas nos gustan los franceses por que saben besar y son buenos en la cama y se dice lo mismo de las chicas. No creo que Andrew sea inmune a eso de ti…
Kate estaba por alargar su discurso cuando Cosette la interrumpió con rostro enfadado por lo que escuchaba por boca de esa chica.
—Mira Kate — habló acusándola con el dedo índice—. Quiero que tengas en claro algo. NO me gusta Andrew y NO me gustará. NO estoy interesada en él y NO me interesa si le gusto. NO soy como tú dispuesta a abrirse de piernas con la excusa de gustarme. Y ten por seguro que si Andrew me interesara me lo hubiera tirado desde que se mudó al lado.
Así que te aconsejo que si no sabes follar aprende para que los chicos no se vayan. Deja de mentirle a las personas. Así nunca tendrás ni siquiera amigos. Mucho menos a un chico.
Kate solo bajó la mirada y sorbió por la nariz. Seguía ahí plantada frente a la puerta de Cosette.
—Y haz el favor de irte si no quieres que saque a mi perro para que te persiga por todo el vecindario.
Con aquello la chica abrió los ojos asustada. Willson no estaba a la vista pero escuchó sus potentes ladridos de amenaza y gruñidos. Sin pensarlo dos veces Kate corrió a su auto y se marchó.
Al cerrar la puerta se encontró a Andrew jugando con su canino. Practicaba un juego que Jack y Andrew inventaron para hacer a Rocky y Willson ladrar con fuerza. Decían que al menos con aquello asustarían a cualquiera. Y así había sido.
—No te escuché entrar — habló ella cruzándose de brazos al entrar a la cocina.
—Ya mejore mi modo sigilo — dijo con una sonrisa. Se acercó a ella y le abrazó con fuerza. Ella correspondió a su abrazo.
Enseguida escucharon la puerta abrirse. Era Jack acompañado de olorosa comida china.
—Eh. ¿Qué haces? Eso es mío — dijo en broma al ver el brazo de Andrew sobre los hombros de su chica.
—Y tú, mío — dijo Cosette abrazándolo.
Un par de semanas después Andrew se enteró que Kate decía la verdad. Era virgen. Y uno de sus compañeros del equipo fue el afortunado. Lamentablemente aquella relación no duró mucho. Una semana después terminaron.
—Entonces ¿Iremos los cinco?
—No lo sé amiga. Ya sabes que mi madre no me dejará quedarme fuera aunque le diga que estaré contigo. Dice que si vas tú también irán ellos — dijo Katsumi mirando a los otros dos en el sofá de Andrew.
—Pero no serás la única chica. También irá Julieth. ¿Verdad Andy?
—¿Eh?
—Julieth. Irá con nosotros a la cabaña ¿Cierto? — habló con fastidio. Cuando esos dos estaban frente a la consola no escuchaban nada.
—Ah sí. ¡No! No. Es decir no. Esta molesta y no me habla de nuevo. ¡Maldición! — gritó golpeando a Jack. Este solo se hecho a reír celebrando su victoria.
—No entiendo cómo puedes estar con una chica así Andrew — se quejó Katsumi.
—¿A qué te refieres?
—Digo… — hablaba arrastrando las palabras mientras miraba el tablero de ajedrez que había entre Cosette y ella—. Siempre… Están discutiendo. Vuelven y se separan. Luego vuelven de nuevo y te separas. No lo sé. Para mí, deberías buscar alguien más estable. — Movió su peón prediciendo el movimiento de su amiga —. Alguien que te quiera más que ella.
—Eso ha sonado raro — dijo Jack empinándose la lata de soda—. Tienes razón pero suena raro al ser tú quien lo dice. Ya sabemos que hablas de ti misma cuando dices: “alguien que te quiera más que ella” — citó haciendo una imitación de una voz femenina.
—¡Cállate! Estoy hablando con él — soltó molesta con el rostro caliente y sonrojada.