La luna estaba por alcanzar su punto más alto y no había estrellas que alumbraran el cielo nocturno, solo un oscuro vacío. Debido a la hora de la noche que era tampoco se encontraban muchas personas en el colectivo, con suerte llegábamos a ser cinco dispersas entre todos los asientos y el chofer mantenía las luces apagadas, solo las encendía cuando nos acercábamos a una parada.
Me encontraba muy confundida, dentro de mi cuerpo tenía emociones opuestas dando vuelta. Por un lado, había disfrutado mucho el trabajo hoy, no es que no me guste mi trabajo pero tampoco es que me divierta o la pase tan bien; sin embargo, por otro lado un pensamiento no podía dejar mi cabeza y me hacía sentir mal.
Observé la pantalla bloqueada de mi celular que sostenía con la mano entre las piernas <Mañana es la juntada en la casa de Vale> me recordé a mí misma. Guada no iba a ir porque está de vacaciones y yo todavía tenía incertidumbre sobre si ir también o no <Lautaro ira> en el pasado eso hubiera sido motivo suficiente para que fuera, solo que en el presente ocurría casi lo opuesto <Vale es mi amigo, tendría que ir. Podría hacer que se dé cuenta que algo extraño pasa con Lautaro, que ya no es el que todos conocemos> luego recordé como es la personalidad de él <Pero va a estar tan distraído intentando ligar con chicas o haciendo estupideces ¿en serio me prestaría atención con un tema así?>.
Realmente Valentín era muy complicado de predecir o tratar por las estupideces que suele hacer o tener en la cabeza <”Lautaro” no ha matado a nadie> lo sabía porque estuve muy atenta revisando las noticias respecto a ese tema <O al menos nadie lo ha descubierto todavía ¿Iría a esa fiesta para matar a alguien? ¿O cuál es su verdadero objetivo? No lo entiendo>.
Estaba bastante estresada de solo pensar en ese tema, las venas de mi cuerpo se llenaban de impotencia al no saber qué hacer y por ende no poder hacer nada ¿Tendría que dejar a mi amigo a su suerte con ese monstruo? Era una cuestión muy complicada para mí. Por suerte pude ponerles una pausa a esos pensamientos ya que me percaté de algo, a mi izquierda el colectivo estaba pasando por un cementerio, ya se acercaba mi parada.
Me puse de pie para tocar el timbre de bajada, las luces se encendieron y el vehículo se detuvo para que bajara. Como ya me esperaba alguien se encontraba sentado allí, aguardando en silencio hasta que me vio bajar y se levantó. –¿Qué tal estuvo tu día en el trabajo hoy amor?
–Cotidiano –conteste sin entrar en detalles de la llegada de un chico nuevo.
Él se acercó a mí para encarcelarme entre sus brazos y besarme, mi novio es más alto que yo, por lo que tenía que agachar un poco la cabeza para poder unir nuestros labios. Al hacerlo pude sentir un sabor metálico proveniente de los dos piercings que tiene en el labio inferior, su lengua se pasó por el interior de mi boca un rato mientras la mía se quedaba al margen y luego me liberó.
–Mañana es la fiesta en la pileta que va a hacer tu amigo ¿quieres que vayamos?
Logré sentir como mi corazón se detenía por un segundo. –¿Cómo sabes eso? –Lo miré seriamente a la par que ambos íbamos rumbo a mi casa por un camino de tierra.
–Lo vi en sus historias de Insta.
–¿Te invitó también?
–No –dijo con tranquilidad–. Pero de seguro a ti si y ambos venimos en combo. –Su risa fue fuerte mientras que la mía algo incomoda.
Cruce los brazos y separe mi mirada de la suya. –Es que no se, sabes que no le caes bien. Si voy contigo se fastidiaría bastante.
Él colocó su mano en mi hombro. –Bueno, no vayamos entonces. Podemos hacer otra cosa mañana amor.
–Yo no estaba segura si ir todavía.
La fuerza que su mano ejercía sobre mi hombro incremento abruptamente, provocando que ambos nos frenáramos en medio de la nada, donde no hay nadie, solo los dos, de noche. –Querida –dijo con una voz suave–. Si yo no voy sería una falta de respeto para nuestra relación que tu si lo hicieras ¿entiendes?
Me mantuve en silencio, con el corazón acelerado.
–¿Entiendes? –aumentó su tono de voz.
–Si –respondí al instante y cerrando los ojos un segundo.
–Pensé que querías ir y por eso te ofrecí que vayamos. Si no quieres ir o ibas a ir sola entonces juntémonos y hagamos otra cosa ¿te parece amor?
–Está bien.
–¿Bien qué? Jajaja.
–Está bien amor.
-----O-----
A diferencia de la casa de Lautaro esta era tan grande que Sirio 0032.1+1808 tenía que levantar de más su cabeza y moverla para ambos costados si quería tener un panorama completo, si quería ver completamente la parte delantera de la casa de Valentín tenía que alejarse demasiado. Encima no se trataba solo de eso, el lugar donde se encontraba era un barrio muy lujoso y distinto al de Lautaro, el terreno de la casa era como el de dos cuadras juntas formando un rectángulo y el edificio construido era blanco con el césped muy bien cuidado y algunas fuentes de piedra.
Después de tocar el timbre él se quedó esperando detrás de la reja negra, una cámara de seguridad colgada en la puerta se movió para verlo y este lo saludó con una sonrisa. Pasó un momento y su amigo, o el amigo de Lautaro, salió por la gran puerta principal.
El cabello rulado de Valentín estaba más despeinado que nunca, en vez de una camisa solo tenía puesto un collar de flores y varias pulseras dejando al descubierto un cuerpo moreno bien trabajado lo que provocó que el usurpador sintiera algo extraño en el cuerpo de Lautaro.
Su amigo caminaba descalzo por el pasto a la vez que se subía un poco más la maya amarilla con flores blancas que llevaba. –Realmente pensé que no vendrías, ya sabes jajajaja, porque siempre sueles estar triste o sin ánimos de nada. Pero es bueno que decidieras hacerlo.
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Editado: 26.01.2024