Entre colinas y secretos

Capítulo 13: Confusión y distancia

Los días se volvieron más pesados para Sebastián.
Ver a Tomás y Elena cada vez más cercanos era un recordatorio constante de lo que no podía tener, y aunque intentaba concentrarse en otras cosas, su mente volvía una y otra vez a ese amor silencioso que crecía dentro de él.

En clase, Tomás contaba con entusiasmo anécdotas de su fin de semana con Elena, mientras Sebastián lo escuchaba, intentando no mostrar la tristeza que sentía. Cada sonrisa de Tomás hacía que el pecho de Sebastián se apretara, como si alguien hubiera colocado una piedra sobre su corazón.

—Seb, ¿quieres venir al partido de fútbol este sábado? —preguntó Tomás, lleno de emoción.

Sebastián dudó. Quería decir que sí, quería estar cerca de él, pero el miedo a sentirse más herido lo hizo negar la invitación.
—Hoy no puedo… tengo que estudiar —mintió, con una sonrisa que nadie creyó pero que todos aceptaron.

Esa tarde, caminando solo por el sendero del lago, Sebastián sintió que la distancia entre él y Tomás crecía. Cada paso que Tomás daba junto a Elena parecía alejarlo más, y cada palabra de amistad que compartían le dolía.

“Estoy atrapado entre lo que quiero y lo que debo.
Quiero decirte todo, Tomás…
pero si lo hago, puedo perderlo todo.”

Sebastián comenzó a evitar algunos encuentros, inventando excusas para no estar cerca de ellos. Pasaba horas escribiendo cartas y poemas que nunca enviaba, intentando calmar el dolor que su corazón le provocaba.
Cada mensaje no enviado, cada palabra guardada, era un testimonio de su amor y de su miedo.

Un día, Tomás lo buscó de nuevo, preocupado:
—Seb, ¿estás bien? Últimamente pareces distante.

Sebastián forzó una sonrisa.
—Sí… solo estoy cansado, eso es todo.

Tomás asintió, pero Sebastián notó la pequeña preocupación en sus ojos. Ese instante le dolió aún más: Tomás lo valoraba, y él no podía compartir lo que sentía.

Esa noche, mientras la brisa movía las cortinas de su habitación, Sebastián abrió su cuaderno y escribió:

“Confusión y distancia.
Eso es lo que siento ahora.
Amor y amistad mezclados de manera que duelen.
Y aún así, no puedo dejar de quererte.”

Sebastián comprendió que el camino sería largo y difícil, pero también que su amor no podía desaparecer.
Aunque la tristeza lo acompañara, estaba decidido a encontrar el momento adecuado para decir la verdad a Tomás, sin importar el miedo que sintiera.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.