Con el paso de los días, Sebastián y Tomás compartieron secretos, risas y confidencias que fortalecieron su vínculo.
Sebastián comenzó a notar pequeños gestos de cuidado y ternura de Tomás hacia él: una mano en el hombro, una sonrisa cómplice, palabras de aliento cuando algo le preocupaba.
Una tarde, mientras descansaban cerca del lago, Tomás dijo:
—Seb, a veces siento que no te doy suficiente atención… y no quiero que te sientas mal.
Sebastián sonrió suavemente:
—No te preocupes, Tomás. Solo estar cerca de ti ya es suficiente.
Ese momento, sencillo pero lleno de significado, hizo que Sebastián sintiera que su amor podía encontrar un espacio seguro, y que tal vez, con paciencia, la relación con Tomás evolucionaría hacia algo más profundo y feliz.
Esa noche, escribiendo en su cuaderno, Sebastián anotó:
“Cada gesto de cercanía, cada momento compartido… es un paso hacia algo nuevo.
Y aunque el amor aún no se diga completamente, siento que estamos caminando juntos hacia él.”
#5276 en Novela romántica
#1969 en Otros
#398 en Relatos cortos
amor lgbt, amistad profunda y verdadera, valentía para expresar sentimientos
Editado: 27.10.2025