Al día siguiente, Sebastián notó que Tomás estaba pensativo durante la caminata hacia el pueblo.
—¿Todo bien? —preguntó Sebastián, preocupado.
Tomás suspiró:
—Sí… solo estaba pensando… en cómo algunas cosas han cambiado entre nosotros últimamente.
Sebastián lo miró con atención, intentando no mostrar su emoción.
—Cosas buenas, espero —dijo con cuidado.
Tomás sonrió levemente:
—Sí… cosas buenas. Gracias por estar siempre cerca, Seb. Me hace sentir bien, de una manera que no había sentido antes.
El corazón de Sebastián se llenó de esperanza y alegría.
“Tal vez… solo tal vez… él también siente algo más que amistad.”
Esa noche, escribiendo en su cuaderno, Sebastián anotó:
“Los indicios están ahí… y aunque aún no lo dice, siento que nuestro amor tiene una oportunidad.
Solo necesito paciencia y seguir a su lado.”
#5276 en Novela romántica
#1969 en Otros
#398 en Relatos cortos
amor lgbt, amistad profunda y verdadera, valentía para expresar sentimientos
Editado: 27.10.2025