Entre colinas y secretos

Capítulo 43: Desafíos cotidianos

Un día lluvioso en Inverbrae, Sebastián y Tomás caminaban bajo un paraguas compartido, riendo mientras se mojaban ligeramente los zapatos.
—Nunca pensé que la lluvia pudiera ser tan divertida —dijo Sebastián, sonriendo.

Tomás lo miró y tomó su mano:
—Contigo todo es divertido, incluso los días grises.

A veces, los pequeños desacuerdos surgían: planes que no coincidían o malentendidos de palabras, pero cada vez aprendían a escucharse y comprenderse.

“El amor no siempre es perfecto… pero juntos podemos enfrentarlo todo.”




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.