Entre colinas y secretos

Capítulo 48: Fortaleciendo el amor

Una noche clara, bajo un cielo lleno de estrellas, Sebastián y Tomás se sentaron junto al lago.
Tomás tomó la mano de Sebastián y la apretó suavemente:
—Seb… gracias por todo. Por tu amor, tu paciencia y por enseñarme a vivir este amor plenamente.

Sebastián sonrió y apoyó su cabeza en su hombro:
—Y gracias a ti, Tom… por elegirme, por compartir tu vida y por hacerme feliz cada día.

Esa noche, mientras la brisa movía suavemente el agua del lago, Sebastián escribió en su cuaderno:

“Cada día a tu lado es un regalo.
Cada momento compartido fortalece nuestro amor.
Con Tomás, sé que puedo ser feliz y completo.”




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