Entre Copas y Letras

III. Un Encuentro en la Librería

El sol de la mañana entraba a raudales por las ventanas de la casa de los padres de Camila. Mientras tomaba un sorbo de café en la cocina, sintió el fresco aire del pueblo, llenarla de calma. Las tensiones del día anterior en el bar aún rondaban en su cabeza, pero decidió ignorarlas por completo. "Es solo una mujer molesta", pensó, tratando de convencerse de que no debía darle importancia.

Después de un desayuno rápido, se dirigió a la pequeña librería local. Había escuchado que, a pesar del tamaño del pueblo, la librería contaba con una colección interesante de libros, y quería distraerse con algo nuevo. Además, a menudo encontraba inspiración para sus novelas en esos lugares tranquilos y llenos de historias.

El viento agitaba suavemente su cabello cuando empujó la puerta de madera de la librería. Un suave tintineo anunció su entrada. El ambiente era acogedor, con un aroma a papel antiguo y una calidez que le hacía sentir que el tiempo pasaba más lento dentro de ese pequeño refugio literario. Las estanterías repletas de libros de diferentes épocas y estilos se alineaban en el espacio, y apenas unos pocos clientes hojeaban libros en silencio.

Camila caminó despacio por los pasillos, deslizando los dedos por los lomos de los libros. La sensación del papel bajo sus dedos le recordaba a los momentos en que había escrito las páginas de su primera novela. Se sentía más tranquila, más conectada con su yo más auténtico.

De pronto, algo rompió esa calma. Una risa suave, algo familiar, la hizo detenerse. Al levantar la vista, reconoció de inmediato la figura que se encontraba al final del pasillo, sosteniendo un libro con despreocupación.

-¿Otra vez tú? -murmuró Camila, lo suficientemente alto como para que la otra mujer la escuchara.

Mariana levantó la cabeza de las páginas del libro que sostenía y, al ver a Camila, una sonrisa ladeada apareció en su rostro. Cerró el libro con un movimiento lento y calculado antes de responder.

-Parece que el destino insiste en que nos sigamos encontrando, ¿no crees?

-¿Destino? -Camila soltó una pequeña carcajada, incrédula-. En todo caso, este pueblo es tan pequeño que es casi imposible no encontrarse.

-Supongo que sí. -Mariana caminó hacia ella, sus botas resonando suavemente contra el suelo de madera-. ¿Buscas algo en particular o solo estás... paseando por el mundo de los libros?

-Solo explorando -respondió Camila, haciendo un esfuerzo por sonar neutral.

-Interesante -Mariana ladeó la cabeza, observando los libros alrededor-. Aunque, ¿qué podrías encontrar en este lugar que ya no sepas? Después de todo, pareces ser una experta en crear mundos de fantasía, ¿no?

El tono de Mariana era tan afilado como siempre, pero esta vez había algo más en su mirada, algo que Camila no terminaba de entender. Podía sentir la tensión que vibraba en el aire entre ellas, como si cada palabra fuera una provocación disfrazada de conversación casual.

-Escribir es diferente a leer -respondió Camila, tomando un libro al azar de una de las estanterías-. Me gusta perderme en las historias de otros de vez en cuando.

Mariana asintió lentamente, como si estuviera considerando su respuesta. -Supongo que sí. Pero escribir sobre algo que no has vivido... debe ser un reto. Es como leer la reseña de un lugar en el que nunca has estado.

Camila sintió cómo las palabras de Mariana la pinchaban de nuevo. Siempre encontraba la manera de hacerle sentir incómoda, como si le estuviera recordando constantemente que, aunque escribiera sobre el amor entre mujeres, ella no había experimentado nada similar.

-¿Siempre tienes que ser tan sarcástica? -preguntó Camila, cansada de la actitud constante de Mariana.

Mariana la miró con esa media sonrisa que parecía estar grabada en su rostro. -No es sarcasmo, es... sinceridad. Pero si te molesta, puedo detenerme.

Camila la miró por un momento, intentando entender por qué esta mujer la provocaba tanto. Sabía que había algo más detrás de esa dureza, pero en ese momento no estaba segura de querer descubrirlo.

-Si te gusta tanto la sinceridad, tal vez deberías pensar en cambiar tu enfoque -comentó Camila, alzando una ceja-. Ser dura con los demás no siempre es la mejor manera de conseguir lo que quieres.

Mariana la observó por unos segundos más, sus ojos oscuros fijos en los de Camila. Luego, como si hubiera decidido no continuar con la conversación, se encogió de hombros.

-Quizás tengas razón... o quizás no.

Camila decidió que había tenido suficiente por el momento. Giró sobre sus talones y comenzó a caminar hacia la salida, buscando una excusa para alejarse de esa tensión incómoda.

-Por cierto -llamó Mariana detrás de ella, haciendo que Camila se detuviera-, es bueno verte disfrutando del pueblo... aunque parezca que no estás muy acostumbrada a este tipo de lugar.

Camila no respondió. Simplemente salió de la librería, con la sensación de que cada encuentro con Mariana solo la confundía más. No entendía por qué esa mujer parecía tener una necesidad constante de molestarla, pero tampoco podía negar que había algo en sus palabras que la dejaba pensando.

Quizás era el pueblo. O quizás era Mariana.

Camila salió de la librería, cerrando la puerta con un leve chasquido detrás de ella. El aire fresco del atardecer le dio una ligera sensación de alivio, pero su mente seguía dando vueltas alrededor de la conversación que acababa de tener con Mariana. Esa mujer sabía exactamente cómo irritarla, cómo encontrar las palabras que la desestabilizaban, y sin embargo, había algo en esos intercambios que la mantenía enganchada.

Caminó por las calles del pequeño pueblo, dejando que sus pensamientos fluyeran. Los senderos empedrados bajo sus pies le resultaban nostálgicos. El pueblo era su hogar, o al menos lo había sido en algún momento. Los recuerdos de su infancia se colaban en su mente a medida que avanzaba, pero ninguno de ellos lograba distraerla de la extraña tensión que había sentido en la librería. Era algo que no había experimentado antes, y eso la inquietaba.



#2764 en Novela romántica

En el texto hay: romance, lesbica, lgbt+

Editado: 17.02.2025

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