Entre Corazones

Capítulo 001: Atrapado en el Caos

"¡Vaya día para ser el rey del desastre!"

ETHAN HART

No puedo creer que haya vuelto a meterme en líos. Últimamente, mis fiestas locas se han convertido en una montaña rusa de caos y desastre. Y hoy, el desastre ha alcanzado su punto máximo. Mi casa está hecha un desastre total: vasos rotos, confeti esparcido por todas partes y gente dormida en cada rincón.

Pero eso no es lo peor. Cuando salgo a la calle para tomar un poco de aire fresco y tratar de organizar mis pensamientos, veo un desastre aún mayor frente a mis ojos. Mi coche está totalmente destrozado, con el parachoques colgando y el capó abollado. ¿Qué diablos pasó aquí? Mis recuerdos de la noche anterior son borrosos, pero está claro que mi pasión por las fiestas ha llegado a un nuevo nivel de destrucción.

Mientras trato de procesar la magnitud del caos, una figura se acerca con lágrimas en los ojos. Es Emma, la escritora audaz y decidida que siempre parece estar al tanto de mis problemas. No puedo evitar sentir una mezcla de temor y fascinación hacia ella. Emma se detiene frente a mi coche destrozado, examinando los daños con una expresión de preocupación.

—¿Qué has hecho, Ethan? — susurra Emma, y su voz suena como una melodía en medio del desastre. Pero no puedo responderle. Mi voluntad es débil, mis palabras se desvanecen y solo puedo pensar en la magnitud de los problemas en los que me he metido esta vez.

Así que aquí estoy, atrapado en el caos de mis propias acciones, con Emma como testigo involuntario. No puedo evitar preguntarme si ella será capaz de rescatarme de este lío monumental. ¿Podrá encontrar una solución creativa a este desastre y, tal vez, a mi corazón roto?

Como siempre hace. Emma. O, como me gusta llamarla, mi intriga.

****

Ella está en la misma universidad que yo, pero en una facultad completamente diferente. Siempre me ha cautivado su presencia. La mayoría de las chicas en mi entorno son superficiales, preocupadas por las apariencias y el último chisme de moda. Pero Emma no. Ella es diferente. Con su estilo único y su mirada profunda, destaca entre la multitud. Cada vez que la veo pasar por el campus, mi corazón se acelera y mi mente se llena de curiosidad. Es como un enigma viviente.

La chica que irradia creatividad en cada paso que da, y a quien todos admiran en secreto. Desde el primer día que la vi, he sido su sombra, siguiéndola discretamente sin cruzar una palabra, solo tratando de entender qué es lo que la hace tan especial. Nunca he sabido en qué facultad estudia o qué clases toma, pero eso no me importa. Cada vez que la veo, siento una conexión inexplicable. No sé si debo amarla u odiarla por ello.

No soy una persona muy expresiva. Prefiero mantenerme en silencio, sumergido en mis propias reflexiones y soñando con un futuro incierto. Pero cada mañana me despierto preguntándome si hoy será el día en que finalmente me atreveré a hablarle. Sin embargo, hay algo que me preocupa. Recientemente, me he visto envuelto en problemas debido a mis locas fiestas y excesos.

Mi reputación está en juego, y no puedo permitir que mis errores pasados arruinen cualquier posibilidad de acercarme a ella. Estoy dispuesto a cambiar, a enmendar mis errores y a ser un hombre mejor. Haré todo lo que esté a mi alcance para llamar su atención, pero debo hacerlo con cautela y sin excederme. Emma se ha convertido en mi mayor enigma, y estoy decidido a descubrir qué hay detrás de esa fachada intrigante.

El pulso se acelera mientras subo a mi fiel Harley y la conduzco con cuidado al otro lado de la calle. Ethan Hart, el tipo que siempre está metido en problemas va a buscarla, ella me observa con sorpresa cuando indico que voy a entrar al garaje, pero su expresión desaparece rápidamente. Retrocedo unos pasos y lo miro mientras ingreso lentamente al oscuro garaje. Apago el motor y permanecemos en silencio durante un momento, con nuestros ojos conectados a través del espacio.

—Hola, Emma —le digo con una sonrisa, intentando ocultar mi nerviosismo.

—Hey, Ethan —responde ella con calma.

Toso disimuladamente en mi puño y me paso una mano por el cabello, tratando de parecer tranquilo. —¿En qué puedo ayudarte?

—Um... —Dudo por un momento, pero finalmente bajo de la Harley. La miro con curiosidad, tratando de mantener una actitud relajada y segura de mí mismo. No puedo evitar sentirme un poco nervioso, pero trato de actuar con confianza.

Emma trata de acercarse, pero se detiene y contengo la respiración, preocupado por su bienestar.

—¿Te has hecho daño? —pregunta Emma, sintiendo la tensión en el aire.

Sacudo rápidamente la cabeza, notando la tensión reflejada en los ojos de Emma. Trato de no frenarla cuando se aleja un poco más para volver a ingresar a su casa

—Necesito que me salves, en este momento no tengo a quien más pedirle este favor... Realmente necesito de tu ayuda —digo, con evidente angustia en su voz. Emma me observa mientras asiente dándome la indicación de que continúe hablando

—Mi madre ha hablado con mi padre, si no consigo una buena relación o al menos un amigo "Buen influencia" me cambiarán de universidad. Digamos que no he sido un buen chico —Me lamento, pero no puedo evitar darles la razón a mis padres he obrado de manera muy mal




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