Entre Destinos Entrelazados

Capítulo 2: Primeras Impresiones

La tarde se desvanecía mientras Natalia y Alejandro seguían conversando en aquel acogedor café. Sus palabras fluían con naturalidad, como si el tiempo se hubiera detenido para permitirles disfrutar de cada instante juntos. Natalia compartió su pasión por la escritura, mientras Alejandro hablaba sobre los desafíos y éxitos en el mundo de los negocios.

A medida que la conversación avanzaba, ambos descubrían puntos en común que iban más allá de sus diferencias superficiales. Ambos tenían sueños y metas que los impulsaban a esforzarse cada día, encontrando en el otro un apoyo inesperado para alcanzarlos.

El sol se ocultaba en el horizonte, tiñendo el cielo con tonos dorados y rosados. Natalia se sorprendió de lo cómoda que se sentía en presencia de Alejandro, como si lo conociera de toda la vida. Por su parte, Alejandro quedó cautivado por la sinceridad y la pasión de Natalia por la escritura.

Al llegar la noche, el café comenzó a llenarse de luces tenues que creaban un ambiente romántico y cálido. Natalia y Alejandro se dieron cuenta de que habían perdido la noción del tiempo y se vieron atraídos el uno hacia el otro. Una complicidad especial creció entre ellos, dejando en claro que había algo más que una simple coincidencia en ese encuentro.

 

Con una sonrisa nerviosa, Natalia sugirió dar un paseo por las calles iluminadas de la ciudad. Alejandro aceptó encantado, y juntos caminaron por las aceras, compartiendo risas y confidencias.

Mientras el viento soplaba suavemente, Natalia se sintió protegida y comprendida por Alejandro, y él encontró en ella una compañía con la que podía ser él mismo sin temor al juicio. Aunque provenían de mundos diferentes, sus corazones latían al unísono, conectando de una manera que ninguno de los dos había experimentado antes.

El paseo llevó a Natalia y Alejandro hasta un parque tranquilo, donde se sentaron en un banco bajo la luz de la luna. Allí, sin pretensiones ni máscaras, compartieron sus sueños más profundos y sus miedos más oscuros. La complicidad entre ellos creció aún más, y supieron que había algo especial entre ellos, algo que valía la pena explorar.

La noche avanzaba, pero ninguno de los dos quería que terminara. Finalmente, Natalia y Alejandro se despidieron con una promesa tácita de encontrarse nuevamente. Ambos sabían que ese encuentro inesperado había marcado el inicio de una historia que aún tenía mucho por escribir.

Mientras cada uno se dirigía a su hogar, el corazón de Natalia latía con fuerza, emocionado por la perspectiva de lo que vendría. Del mismo modo, Alejandro no podía quitarse la sonrisa del rostro, sabiendo que había encontrado algo único e irremplazable. 



#9940 en Novela romántica

En el texto hay: romance, amor, pasado

Editado: 30.06.2023

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