Entre dicha y desgracia (un viaje llamado vida)

Capítulo XIV

Un hábito que adquirí después de cada viaje es subir las fotos del lugar a mis redes sociales dando una pequeña recomendación para fomentar el turismo.

Mientras más personas visiten esos lugares mayor será el ingreso de los lugareños, muchos dependen sólo del turismo, por eso al dar publicidad a cada destino al que viajo puedo lograr que algunas personas se interesen en ir.

De esta forma, los turistas conocen esos maravillosos lugares y los locales reciben más clientes, es un ganar-ganar.

Las fotos no las público en tiempo real porque soy un poco cuidadosa al momento de dejar expuesta mi información ante desconocidos. 

Cuando dejamos saber en redes sociales lo que hacemos y dónde estamos ofrecemos en bandeja de plata la información no sólo para nuestros conocidos sino  también para personas maliciosas.

Por ejemplo, si tienes algún acosador éste puede seguirte a donde quiera que vayas con sólo ver tus publicaciones, y al mostrar que no estas en casa alguien puede fácilmente intentar colarse en tu residencia sin que puedas impedirlo.

Sé que suena un poco paranoico pero son cosas que realmente suceden por eso es mejor no exponerse demasiado a los demás.

Luego de publicar mis comentarios sobre las aguas termales me dispongo a trabajar, realizó los diseños nuevos y reviso que todo marche bien en el negocio.

Como de costumbre el trabajo me absorbe, sin darme cuenta las horas pasan volando mientras el día transcurre con normalidad, al llegar la noche decido revisar mi publicación y veo que en ella ya están varios comentarios.

Llama mi atención uno negativo de alguien que no conozco, este usuario expresa de forma despectiva como Elena y yo nos vemos feas y gordas en comparación con Ingrid.

Asumo que es un fan de ella pero esa actitud negativa me molesta un poco, actualmente existe mucho bullying cibernético, personas que desde la comodidad de su casa se sienten en potestad de criticar y  juzgar la vida de los demás.

Los insultos son parte del menú de un acosador, pero lo más gracioso es que la vida de esta persona no es un ejemplo a seguir, si revisas su perfil verás que muchas veces es un perfil falso utilizado por alguien cuya  vida debe ser infeliz.

Consideró que cada persona tiene que centrarse en sus propios errores y defectos en vez de vivir a través de la vida de los demás.

Decido eliminar el comentario pero una pregunta viene a mi mente.

¿Como se deben sentir las personas que reciben esos comentarios maliciosos constantemente? de alguna manera debe afectar a las personas como Ingrid, algunos incluso llegan a suicidarse por la presión y las críticas.

Pero cuando somos atacados de esta forma se tienen que pensar algunas cosas ¿Acaso pedí la opinión de esta persona? ¿Es su vida un ejemplo que yo deba seguir? ¿Me beneficia cambiar para complacer a alguien que no conozco? ¿Que tan frustrado y aburrido ha de estar? ¿Se proyecta a través del comentario? ¿Alguien feliz y ocupado se dedica a dejar odio en una red social?.

La libertad de expresión hace creer a la gente que tiene derecho a opinar en la vida de los demás pero no es así. Cada persona debe vivir como mejor le parece sin hacer daño a los demás ni así mismo.



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En el texto hay: historia corta, historias reales, historia humana

Editado: 27.03.2024

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