Adrielis
Dos semanas después...
Hoy es la graduación... Mis amigas y yo estamos súper nerviosas, yo por mi miedo escénico, ellas pues no lo se.
Nos estamos arreglando una a la otra, para terminar mas rápido ya que son las 03:10 PM y la graduación comienza a las 04:00 PM.
Además de nerviosa estoy súper feliz por que veré a mi novio «Si novio» por que me pidió que lo fuese el día de la cita. Tengo como 6 días que no lo veo, solo hablo con el por whatsapp, por que tuvo que ir a ver a su madre la cual lo había llamado por una golpiza que le dio su marido, y quería estar con su hijo ya que el muchas veces le dijo que ese hombre no servía pero ella decidió ignorar los consejos de su hijo y poner a su marido antes que a el.
***
Terminamos de arreglarnos y nos dispusimos a bajar las escaleras llegando al ultimo escalón mi madre estaba al final de las escaleras y nos dijo que nos quedáramos hay que tenia que tirarnos una foto, porque según ella este momento no podría olvidarse por lo hermosas que estábamos.
Nos quedamos hay mismo una atrás de la otra en la escalera, mi madre apareció segundos después con la cámara en manos...
—¡Sonrían chicas y hagan su mejor pose! —gritó mi madre llena de emoción.
Hicimos lo que nos pidió y posamos de distintas maneras, hasta que al fin mi madre se canso de hacernos fotos, hizo como diez en total y se que al final sola le gustaran dos o tres, las demás irán a la papelera de reciclaje, conozco a mi madre y siempre hace eso cuando hace fotos y luego conecta la cámara a la computadora, es bastante perfeccionista y si una foto a ella le parece rara la elimina. Y si se preguntan si es fotógrafa, no, no lo es, pero si que estudio fotografía un año completo.
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Llegamos al colegio. La graduación se celebrará en la sala del eventos que estaba en la segunda planta, es un lugar lleno de sillas acolchadas de color rojo vino, con una gran tarima al fondo con cortinas del mismo color de las sillas.
Mis nervios no era tanto por mi miedo solamente, si no también por que el director me había llamado ayer para contarme que el tuvo una reunión con todos los maestros que les impartían clase a los que se iban a graduar, para decidir quien daría el discurso de despedida de todo lo que se refiere a colegio, y si, de siete maestros cinco decidieron que yo era la mas adecuada de hacerlo, por mi buen léxico en todas las exposiciones hechas en este año. Si así como escuchan... A mi. Estoy que me como los dedos y no las uñas de nervios.
Estaba tan ensimismada en mis pensamientos que no me había dado cuenta cuando nos habíamos sentado mis amigas y yo, ni cuando el director empezó con su largo discurso estilo presidente, tampoco me había dado cuenta que Scott estaba en la fila de los chicos mirándome con las cejas fruncidas ¿porqué me miraba así? Pues creo que por mi cara que debe estar palida de los nervios...
—¡Adrielis! ¿Qué tienes? ¿Que te sucede? —me pregunta una Cindy bastante preocupada.
—Nada, solo son mis nervios, sabes como me pongo cuando tengo que hablar en público —le respondí para que así dejen de preocuparse.
Le regale una sonrisa prometedora a Scott y continúe hablando con las chicas y así despejar mi mente hasta que escuché al director decir... La señorita Adrielis Benítez puede pasar por aquí.
Me paré de mi asiento con mi frente en alto, para así pasar a la tarima. Llegue y el director me brindo un saludo con las manos y me dijo “Tu puedes” con eso tome el micrófono y empecé el discurso que había preparado desde el miércoles ya hoy es sábado...
—Queridos compañeros hoy, después de cuatro años, decimos adiós, pero es un adiós que no significa un "hasta nunca", sino que va lleno de un eterno "hasta luego" que refleja esperanza, ilusiones, deseos, sueños, anhelos y por qué no, también miedos —miré hacia mis maestros —hoy les doy las gracias a todos ustedes maestros y maestras por soportarnos y enseñarnos con mucha paciencia y en armonía, gracias por que sin ustedes nosotros no hubiésemos cumplido esta meta, que abre puertas a muchas otras mas. Gracias queridos maestros —continúe. Se escuchaban los aplausos lleno de algarabía de mis compañeros —hoy nos despedimos de la adolescencia y parte de la juventud, para convertirnos en futuros hombres y mujeres del mañana, hoy somos vencedores y si ya vencimos aquí venceremos en la universidad y ante cualquier obstáculo que se nos atraviese, hoy nos convertimos en ¡bachilleres!—con eso di por terminado mi corto discurso.
Y bajé rápidamente hacia mi puesto al lado de mis amigas.
—¡Un gran aplauso a su compañera por tan bellas palabras! —grito la profesora Yanira. Una de mis preferidas. Todos aplaudieron...
***
Nos encontrábamos todos los estudiantes con nuestra toga y birrete en su debido lugar ahora esperando que empiece el acto.
Después de diez minutos comenzaron a llamar a todos mis compañeros por orden de nombre y apellido. Llamaron como a tres chicas que nunca tuvieron clases conmigo o talvez si... No recuerdo bien, luego llego mi turno.