Adrielis
Llegue donde las chicas estaban y me miraron raro por el tiempo que las deje esperándome.
—Disculpenme, es que él maestro no nos quiso dejar salir —les dije antes que me dijeran algo, aunque es una mentirita.
—Aja y ¿porqué vimos a Pedro salir hace un rato del aula que saliste tú? —me contestó Katherine, y todas me miraron con cara de enojadas.
¡Pero que cosa! ¿Cómo que Pedro estaba en mi aula? ¿y si me vio con Scott? no... No puede ser.
—¿Qué? —dije fuerte, claramente sorprendida para que me repitan, no lo podía creer ¿y si me vio? Esa pregunta no la podía sacar de mi mente.
—Eso mismo que te dijo Katherine. Vimos salir a Pedro hecho una furia de él aula que saliste tu —me dijo Cindy. Pedro tal vez me vio cuando Scott me besó y por eso salió enojado. Pero se lo merece, él también estaba con Yuleisi. Tampoco él y yo no tenemos nada, así que cualquiera puede hacer con su vida como mejor le parezca.
—¿Y hacia dónde se fué? —pregunté con un poco de intriga.
—Salió hacia allá —me mostró él camino y si no mal recuerdo ese es él camino que lleva hacia la mansión de los padres de Yuleisi, aunque esa es una calle él tal vez fue a otro sitio —con él celular en la oreja al parecer hablaba con alguien ¿pero porqué el interrogatorio? —me respondió Claribel.
—No por nada —respondí nerviosa.
—Bueno... Pues vámonos ¿o vamos a amanecer aquí? — dijo Claribel en tono sarcastico.
—Si, vámonos —nos montamos en él mercedes de Cindy... Como siempre y salimos rumbo a donde Estefani.
....
Nos paramos frente a una casa, con un jardín precioso, lleno de flores. De aquí podía ver las margaritas, rosas, claveles y girasoles. Un jardín hermoso, a mi siempre me han gustado las flores, me recuerdan a mi abuela que en paz descanse.
Cindy abrió su ventana y se presentó por una pequeña bocina que había en la entrada, al momento las rejas de la entrada fue abierta. Seguimos por un sendero lleno de piedras, Cindy aparcó frente a la casa o mejor dicho mansión, se veía extremadamente grande para llamarse casa, muy hermosa por cierto, es de un color lila... Hermosa.
Elba se apresuró a tocar él timbre, y nos recibió una mujer de no mas de 37 años, se ve súper joven. Pelo negro, mirándola bien, tiene un parecido a Estefani. Esta vestida con un vestido rojo hermoso hasta las rodillas y unas zapatillas que mirándola se te van los ojos, son rojas con unas piedresillas que te dejaría ciega si hubiera sol de tanto que brillan, creo que es la madre de Estefani por su parentesco.
—¿Señora se encuentra Estefani? —le preguntó Elba.
—Si, está arriba en su habitación, pueden pasar. Mi nombre es Emma, soy la madre de Estefani —lo dije, sabia que era la madre —suban ella las esta esperando, su habitación es arriba la que tiene la puerta color lila —nos dijo la señora se veía muy amable.
—Gracias señora Emma, yo soy Adrielis, Cindy, Claribel, Katherine y Elba mucho gusto —me presente yo y a las chicas todas les pasamos la mano a modo de saludo.
—Igual el gusto es mio, pero llamenme Emma, no quieran ponerme mas vieja —esta Señora en realidad me cayó bien. Todas asentimos y nos dispusimos a subir las escalera que daban a la segunda planta de la mansión, encontramos la puerta lila y tocamos.
Escuchamos a lo lejos un pase, y entramos. Nuestra amiga se encontraba arropada de pies a cabeza, realmente estaba muy enferma.
—¡Amigas vinieron! —nos recibió emocionada nuestra amiga.