Scott
Después de salir del centro comercial con todas las cosas en manos, fui en direccion del hospital nuevamente a ver si me dejaban verla, necesito sorprenderla, a ver que le parece mi regalo, ojala y le guste. Aparco frente al hospital, me quito el casco y camino hacia la entrada. Saludo al seguridad y entro en dirección a la segunda planta a ver si ya pueden entrar visitas.
Cuando estoy frente a la sala de espera visualizo a las chicas llorando en una de las filas, donde se encuentran los asientos, me acerco a ellas y les pregunto...
—¿Qué pasó chicas?¿porqué lloran? —les pregunto un poco asustado por sus repuestas.
—Es Adrielis... Scott empeoró, ahora esta en coma, de nuevo —me contesto Estefani, con lágrimas en los ojos. Ella me seguía explicando pero yo no podía escucharla, estaba en otro mundo pensando. ¿Por qué?, ¿porqué a ella? Si ella es una chica pura incapaz de hacerle daño a alguien.
Hay personas malas en esta tierra, que viven haciendo daño a los demas y a esos no les pasa nada. no me explico por que a aquellos que son buenas personas es que le pasa de todo. Aveces pienso en que Dios es injusto, pero luego veo las cosas de otro modo y puedo entender que Dios sabe por que lo hace así, aveces él nos libra de cosas peores. A esos malos él los juzgará.
Salgo de mis pensamientos. Abrazo a las chicas para que se sientan mejor, se que nos conocemos hace poco, pero les he tomado cariño y se que ellas también a mi y a Adrielis. Cindy es la que mas se le ha visto peor y lo puedo comprender es su mejor amiga la que se encuentra entre la vida y la muerte en este instante. Me estaba fijando en su rostro, se le veía demacrada, ojeras bajos sus ojos, estaba mas flácida casi no salia de este hospital, su madre vino hace dos días buscándola para que durmiera y almozara algo y su respuesta fue: —No mamá, mientras mi amiga este hay, yo no seré la misma. ¿Cómo crees que yo me voy a ir a descansar mirando a Adrielis allí postrada en una cama sin despertar? Nunca madre —esa fue su respuesta. Su mamá se fue y no volvió a buscarla, no que yo sepa. Halo del brazo a Estefani, para hablar con ella a solas...
—¿Cómo éstas? —le pregunto. Hace unos dias en la cafeteria del colegio, escuché a las chicas decir que estaba enferma, y queria saber si ya se sentía mejor. No la había visto por aquí hasta ahora.
—Yo estoy bien, solo era una pequeña anemia, lo que tenia —me respondió ella con simpleza.
—¡Pequeña anemia!, ¿cómo dices eso? La anemia puede ser grave si no te atiendes —Le dije exaltado. Como ella podía estar tan tranquila.
—Si, lo sé. Él doctor ya me dijo que estoy mejor, estoy tomando medicamentos para controlarla —me respondió. Y solo así pude soltar el aire contenido
—O... Ya veo, pues no sabes la alegría que me da saber que estas mejor —le conteste con un deje de alegría. Miré hacia el frente y vi como llegaba Pedro, él me miraba con expectacion, hasta pensé que miraba mis regalos para Adrielis. Se quedó un rato observándome y luego se marchó. No se a que vino eso, pero ese chico si que es raro.
«Muy raro»