Narrado por Dimitri Volkov
La tranquilidad que habíamos encontrado tras el rescate de Isabella se desmoronó con la misma rapidez con la que había llegado. La noche había sido tranquila, pero el amanecer trajo consigo una sombra del pasado que amenazaba con consumirnos. La noticia llegó en forma de una llamada que hizo que mi corazón se acelerara: un antiguo enemigo de Giovanni, alguien con un historial de venganza y crueldad, había regresado para cobrar cuentas.
Este hombre, Luca Moretti, no era un nombre que se olvidara fácilmente en el mundo del crimen. Había sido un rival implacable, alguien que Giovanni había manejado con firmeza años atrás. Pero en el mundo que habitamos, los viejos enemigos nunca se olvidan realmente, y las rencillas del pasado tienen una manera de volver a surgir cuando menos lo esperas.
Cuando Giovanni recibió la noticia, su expresión cambió a una mezcla de furia y preocupación. Lo conocía bien, y sabía que este tipo de amenazas lo afectaban profundamente, especialmente cuando el peligro se extendía a quienes amaba. Me acercé a él, observando la tensión en sus hombros y el brillo peligroso en sus ojos.
-Luca Moretti -dijo Giovanni con voz dura-. No puedo creer que esté de vuelta. Y si ha venido a por mí, lo más probable es que esté buscando también a Isabella.
La preocupación en su voz era palpable, y eso solo aumentaba mi propio sentido de urgencia. La vida que llevamos nos hacía vulnerables a muchos peligros, pero ver a Isabella en peligro de nuevo, por alguien tan personal para Giovanni, era una amenaza que no podíamos ignorar.
-Tenemos que actuar rápido -dije, tratando de mantener la calma-. Si Luca está buscando venganza, lo más probable es que esté dispuesto a cualquier cosa para lograrla. No podemos permitirnos esperar y ver qué hace.
Giovanni asintió, su mirada endurecida por la preocupación. -Lo sé. Pero debo proteger a Isabella, y no sé si será seguro para ella estar aquí mientras lidiamos con Luca. Tal vez sea mejor sacarla de aquí y mantenerla en un lugar seguro.
De inmediato, tomé la decisión de asumir el liderazgo en esta situación. Aunque Giovanni tenía un profundo compromiso con Isabella, su estado emocional podría nublar su juicio. Era mi deber asegurarme de que la protección que necesitaba fuera efectiva, y eso significaba actuar con rapidez y eficacia.
-Déjame manejar esto -dije con firmeza-. Mi equipo y yo podemos encargarnos de garantizar la seguridad de Isabella. Necesitamos llevarla a un lugar seguro y neutralizar la amenaza de Luca antes de que tenga la oportunidad de acercarse a ella.
Giovanni parecía estar luchando con la idea, pero comprendía la necesidad de actuar con rapidez. -Haz lo que sea necesario. No quiero que le pase nada a Isabella.
Nos dirigimos a la villa donde Isabella estaba resguardada, y rápidamente organicé la evacuación. La situación requería una discreción extrema y una planificación cuidadosa. Isabella estaba al tanto del peligro, y aunque el miedo era evidente en sus ojos, confiaba en nosotros para protegerla.
-Isabella -dije mientras la preparábamos para trasladarla-. La situación se ha complicado. Tenemos que sacarte de aquí por tu seguridad. No te preocupes; te llevaremos a un lugar seguro y solucionaremos este problema.
Ella asintió, su determinación y confianza en nosotros eran palpables. Mientras la trasladábamos, me aseguré de que el equipo estuviera preparado para cualquier contingencia. La seguridad de Isabella era la prioridad absoluta, y todo lo demás tenía que esperar hasta que la amenaza de Luca fuera neutralizada.
El traslado fue meticuloso, con cada movimiento calculado para evitar que Luca pudiera detectar nuestra ruta. Utilizamos una red de contactos para asegurar un lugar seguro fuera de la ciudad, un refugio temporal donde Isabella podría estar a salvo mientras resolvíamos la situación.
Una vez en el refugio, me aseguré de que todo estuviera bajo control antes de regresar a enfrentar a Luca. La protección de Isabella era solo una parte del problema. Ahora, debía enfrentar a un enemigo que conocía bien y que estaba dispuesto a hacer cualquier cosa para lograr su venganza.
La confrontación con Luca fue intensa y peligrosa. Sabía que su odio hacia Giovanni no solo era personal, sino también impulsado por una necesidad de demostrar su propia superioridad. Pero, con la ayuda de mi equipo y con una estrategia cuidadosamente planeada, logramos neutralizar la amenaza. La situación fue resuelta con precisión, y Luca fue puesto fuera de acción de una vez por todas.
Regresé al refugio, donde Isabella y Giovanni esperaban. La tranquilidad que había vuelto a nuestra vida era un alivio necesario. Isabella se acercó a mí con una mezcla de gratitud y preocupación en su mirada.
-Dimitri, no sé cómo agradecerte -dijo con sinceridad-. No solo has arriesgado tu vida para protegerme, sino que has asumido un papel tan importante en todo esto.
La gratitud en su voz era un recordatorio de por qué habíamos enfrentado todo esto. Aunque la vida que llevábamos estaba llena de peligros, el compromiso que compartíamos era lo que nos mantenía fuertes.
-No es necesario agradecerme -respondí-. Estamos en esto juntos. Tu seguridad y tu bienestar son importantes para ambos, y lo que hicimos fue simplemente lo que era necesario.
La noche se llenó de un sentimiento de alivio y renovación. A pesar de las sombras del pasado que habían regresado para amenazarnos, había encontrado un nuevo sentido de propósito en nuestra relación. Habíamos enfrentado una amenaza significativa y la habíamos superado, reforzando el vínculo que compartimos.
Mientras la luna brillaba sobre nosotros, me di cuenta de que, a pesar de los desafíos que enfrentamos, nuestra unidad y determinación nos hacían invencibles. El pasado podía intentar alcanzarnos, pero juntos, estábamos preparados para cualquier cosa que viniera.