"Entre Dos Mundos"

Capítulo I

LA TRAICIÓN

 

Es fácil esquivar la lanza más no el puñal oculto.”

Proverbio Chino

 

Virginia abre los ojos lentamente, el frío empieza a colarse por la ventana, la cierra de pronto, algo perturbada, observa el cuarto con detenimiento no logra recordar cómo llegó allí, esta distraída, los pensamientos que vienen a su mente son extraños irreconocibles, quizás se desmayó y se golpeó la cabeza, o tal vez tomo una de esos calmantes. Virginia se apresura en abandonar la habitación de su hermana antes que esta le vea, va escaleras abajo tratando de reincorporarse, se siente cansada, le duelen las piernas como si hubiera recorrido kilómetros sin parar.

Mientras se acerca, escucha voces en la cocina y de pronto su actitud cabizbaja cambió, se va acercando lentamente los latidos de su corazón se aceleran, siente un vacío en el estómago, se agita como si fuera a encontrarse con el diablo, aumenta su ansiedad al reconocer la voz de Dorian del otro lado, conversando con su hermana Vivian, casi llega a la puerta, ya logra ver por el vidrio sus siluetas una frente a la otra, bajan el tono de voz, como si compartieran un secreto, algo que nadie más debe saber, esto agita más aún a Virginia, tiembla un poco, antes de empujar la puerta, no quita la vista de las siluetas que se dejaban ver a través de aquel vidrio, su corazón brincaba, cuando la silueta de Vivian se acercaba a Dorian tomando su rostro con las manos y acercando el rostro de él al suyo, sus labios se juntaron, las manos de Dorian parecían tocar su cintura, Virginia empuja la puerta ya completamente histérica.

—Siempre lo supe¡¡ siempre fue tan obvio, no pudiste si quiera hacerlo lejos de esta casa, la casa de mis padres¡¡

Dorian sujeta los brazos de Vivian alejándola de si…

—Esto que acabas de ver no es así, fue ella quién me beso, no sé porque lo hizo¡¡ No tenemos nada ella y yo ¡entiéndelo de una vez¡¡

Virginia siente impotencia, pues lo que acaba de ver es tan claro que sería completamente absurdo negarlo.

—Sigues engañándome como siempre Dorian, estoy harta ¡harta de ser la burla de todos, de ti de mi maldita hermana, todos creen que pueden burlarse de mi¡¡

Los gritos se escuchaban en el segundo piso, donde Marta, la ama de llaves se encontraba limpiando una de las habitaciones.

Virginia comenzó a lanzar los costosos jarrones de porcelana de su madre, estaba fuera de sí, solo propinaba insultos a Dorian y a su hermana quién tenía los ojos como platos dentro de la cocina, no había dicho ni una sola palabra, solo permanecía petrificada, y ahora ella era la que miraba a través de aquel vidrio, se tomaba el rostro y la cabeza con las manos, mientras ya Dorian y Virginia se habían alejado hasta el comedor en una discusión cada vez más acalorada.

—Muéranse todos¡¡ Tu Vivian muérete de una vez, traidora infeliz¡¡ Y tú también Marta¡¡ corre a decirle a mi madre que he hecho otra escena y que partí sus jarrones de porquería¡¡-  Dorian trataba de contener a Virginia, era imposible, había perdido el control de nuevo, esta toma su bolso sobre el sillón y caminaba con pasos largos hasta la puerta, se dirige al carro y entra en el antes de ser alcanzada por Dorian, arranca a toda velocidad en retroceso y golpea el vehículo de Dorian y se aleja a toda velocidad.

Dorian respira bruscamente y regresa a la casa sudando y alterado, parece buscar a Vivian, quizás para iniciar otra confrontación, es detenido por el repique insistente de su celular.

Mientras tanto Vivian está en su habitación sentada frente al espejo, ¿quizás pensando en lo que acaba de ocurrir? ¿Deseando que Virginia y Dorian al fin se separen? O ¿quizás arrepentida? Descifrando lo que dirán sus padres, sus amistades, y el escándalo que hará su hermana.

Mientras tanto Virginia huía desesperada, aún le temblaban las manos, no podía sujetar el volante firmemente, lo golpeaba mientras su mente revivía una y otra vez aquella imagen detrás del vidrio de la puerta, que le agitaba el corazón de nuevo, su mente empezaba a unir las piezas, de todas las veces en el que el engaño era tan obvio, en las reuniones familiares, en las cenas íntimas, siempre estuvo ante sus ojos, y hoy que lo vio todo a través de un vidrio nunca estuvo tan claro, su mente divagaba sin mirar la carretera, sus ojos veían las escenas de la traición, estaba sumergida en ellas, completamente iracunda, toda esta ira que le calentaba el cuerpo la mantenía distraída, y aceleraba cada vez que veía el beso, solamente imaginando lo que habrá sentido Dorian, si la deseaba, si la amaba, eso le dolía más aún.



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En el texto hay: drama misterio suspenso y sorpresa

Editado: 07.11.2019

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