LA USURPACIÓN
Segunda Parte
Sólo se puede estar celoso de alguien que tiene algo que tú crees que deberías tener. -Margaret Atwood.
¿Hoy si nos veremos? —llega un nuevo mensaje al teléfono de Vivian.
Si en una hora y media puedes pasar a buscarme—responde ella.
Vivian estaba quedándose con sus padres mientras pasaba este asunto de su hermana, aún conservaba su habitación exactamente igual desde que se fue a su departamento propio, colocó música mientras se preparaba para tomar una ducha, con el volumen un poco alto, era una canción de ópera “La flauta mágica” de Mozart…
La venganza del infierno cocina en mi corazón,
Muerte y desesperación,
¡La muerte y la desesperación estallan a mi alrededor!
No sientas el dolor de Sarastro a través de ti,
El dolor de la muerte de Sarastro,
para que siempre seas mis compañeros,
así es como eres, ¡no! mis hijas siempre más
¡Ay! Mis hijas son siempre más.
Oh, entonces tú eres mi hija siempre más:
Ser para siempre, ser para siempre,
Olvídate de todos los lazos de la naturaleza para siempre.
Violar, irse y llorar, todos los lazos de la naturaleza,
todos los vínculos, todos los lazos de la naturaleza, sino a través de ti
¡Sarastro palidecerá! --- ¡Escucha, escucha, escucha, Rachegotter escucha! ---
el juramento de la madre! -----
Sale de la ducha envuelta en una toalla, la bella ópera sigue sonando, mientras Vivian aplica crema corporal, y escoge la ropa que usará, un pantalón de cuero negro, con un sobretodo de la lana color vino, debajo un suéter ajustado cuello tortuga color negro, y botines de tacón del mismo color, peina su cabello lacio, aplica rubor y maquilla sus labios con un labial color rojo cereza, aplica rímel en sus largas pestañas lo cual hace resaltar sus ojos verdes oscuros y aplica suficiente perfume como para ser detectado a un metro de distancia, vuelve a sonar su teléfono…
¿Ya estás lista? Estoy llegando —fin del mensaje
Vivian aún no escucho el celular debido a que tenía la música muy alta…
La Venganza del infierno hierve en mi corazón
¡Muerte y desesperación ¡
¡Muerte y desesperación ¡
Arden a mi alrededor
Si por tu mano Sarastro no es herido de muerte…
Sarastro no es herido de muerte
¡No serás mi hija nunca más ¡
¡No serás mi hija nunca más ¡
Mi hija nunca más
No serás mi hija nunca más
Te abandonaré para siempre
Te repudiaré por siempre
Destruidos quedarán por siempre los lazos que nos unen
Por naturaleza
¡Repudiada, abandonada ¡
Destruidos los lazos que nos unen por naturaleza
Todos los lazos
Todos los lazos que nos unen
A menos que por tu mano Sarastro sucumba
Escuchad, Escuchad
¡Dioses de la venganza el juramento de la madre ¡
Escuchad este juramento de madre
Toc, toc, toc, señorita Vivian…—Marta toca la puerta de la habitación llamando a Vivian.
Esta parece no enterarse, Marta abre la puerta, Vivian se miraba al espejo y se da la vuelta al ver a Marta entrar a la habitación—tiene una llamada telefónica—la voz de Marta apenas se oye debido a la canción que se repetía por tercera vez, Vivian sonríe un poco y se acerca al reproductor para bajar el volumen…