Entre el amor y el odio

Capitulo 38: Acepto

Una pulsada llega a mi vientre siento dolor intenso haciendo que soltara un gemido de dolor,como si algo me golpeará traté de moverme pero tenía sus brazos fornidos apretados en mi cintura como si nunca me quisieran soltar, trate de despertarlo con suaves movimientos en su rostro.

Andrea- Samu... -susurre en un sollozo pero él solo volvió apretarme contra él- Samu.. el me duele el vientre dejame levantarme -dije en un gemido de dolor, de inmediato sentí como abría sus ojos alarmado sus ojos mostraban preocupación.

Samuel- Que pasa preciosa, que tienes? -dijo realmente preocupado acariciando mi rostro con dulzura.

Andrea- Me duele mucho el vientre -susurre apretandome el vientre para ver si amortiguaba un poco el dolor, de pronto sentí como si estuviera mojada entre mis piernas Dios que vergüenza quería que me tragara la tierra en este momento, Samuel me miraba con preocupación jamás lo había visto así, tomé aire para poder hablar me había llegado la regla increíble y tenía que ser justo hoy en la cama de Samuel- No es nada Samuel, que vergüenza-dije avergonzada él tomó mi rostro para hacer que lo mirará.

Samuel- Tienes Sangre entre tus piernas - dijo y suspire llena de pena- Supongo que te llegó el Período justo hoy? -dijo acariciando mi rostro mientras yo no me atrevía a abrir los ojos-No te preocupes amor, es normal no te averguences por ello yo me voy a bañar y voy al súper de la esquina a comprarte una toallas femeninas vale-dijo acariciando mi rostro y sentí como besaba sutilmente mis labios, Dios lo tenía en la Palma de mi mano.

Andrea- Dios Que vergüenza lo siento -dijo y él volvió a besarla antes de meterse al baño.

Estábamos recostados en la cama Gabriel había hecho el desayuno para mi, aunque el durmió en la habitación de a lado nos quedamos hasta tarde conversando y él no había dejado de recordarme que me ama. Ambos estábamos dispuestos a luchar contra quienes se quieran oponer a lo nuestro, hace mucho no era feliz, lo ví venir con una sonrisa con el desayuno ambos desayunamos juntos esto era todo un sueño.

Gabriel- Y que tal el desayuno? -dijo esperando su respuesta. Ella sonrió.

Estefanía- Esta súper delicioso me alegra tener un novio que cocina divinooooo-dije feliz. Esto era el paraíso.

Gabriel- Señorita San Román, ha dicho novio? -dijo haciéndose el desentendido. Ella asintió y besó sus labios acariciando sus rulos.

Estefanía- Por supuesto que lo es Señor Ferrer y regla número uno no te dejaré pasar ni una mujer, por que te las corto eh-señalo su entrepierna - y bien conoce como soy de loca-el asintió entre risas.

Gabriel- Como usted mande mi Rubia - volvió a besarla- Que haremos hoy? -dijo y ella le dedicó una sonrisa pícara.

Gael- Bien mantenganlos vigilados y no los pierdan de vista, cualquier novedad me marcan esta claro-dijo en tono autoritario y él hombre detrás de la línea asintió sabía que con Gael Almonte no se jugaba o saldrían mal.

Bárbara se acercó a él se había puesto la camisa de él para cubrir su desnudez- Que paso te noto algo enojado? -dijo y comenzó a acariciar su cabello.

Gael- Me pasa una mierda, esos malditos van a pagar conmigo no se juega-dijo apretando con fuerza él vaso de whisky que tenía en mano.

Bárbara soltó una carcajada- Supongo que tiene que ver con tu flamante esposa o mejor dicho ex esposa- Él la tomó fuerte del brazo, haciéndola soltar un gemido de dolor y la arrojó a la cama.

Gael- Calla y mejor continuemos nuestro momento-dijo y comenzó a besarla con salvajismo recorriendo sus piernas, ella continuo con aquel movimiento que los llevaban a un solo propósito.

No pude evitar estar cabreado después de aquel momento con Paula la deseaba sabía que ella también a mi lo podía ver en su mirada en la forma en la que disfrutaba mis caricias, pero no quería que me reprochara algo después de aquel momento no quería que todo se fuera a la borda por un simple revolcón ante todo teníamos que estar estables y convivir por nuestro hijo, aquel fruto de una noche de pasión pero jamás lo llamaré error si había llegado a nuestras vidas era por algo, Estaba consciente de que la quería en poco tiempo que llevó conociendola me atrapó con su mirada, su belleza, no quería reconocerlo pero ya es inútil me dolía que ella me apartará cuando solo quería demostrarle mi afecto, pero no quería obligarla a estar conmigo, no quería hacerle daño a nuestro hijo. Si ella quiere lejanía entre nosotros pues la tendrá y seguirá trabajando para mí y solo hablaremos de nuestro hijo.

Había recibido unas llamadas de Clarisa al parecer volvía hoy a Seattle después de haber vivido 5 años en España, ella y yo solo tuvimos una aventura pero al parecer esta interesada en verme tal vez ella sea mi salida para no pensar tanto en ella.

Había llegado temprano a la Oficina, Paula aún no llegaba me senté a revisar unos documentos en la computadora, hasta que sentí como se abría la puerta lo primero que ví fue sus piernas largas Dios Trague saliva de solo imaginarmela me ponía duro y había decidido no seguirla buscando debía respetar la distancia.




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