Voy a la universidad como un día cualquiera, el tráfico hará que me retrase uno minutos, verdad esto no lo soporto me pongo a correr como si no habría un mañana.
Aunque la verdad no lo habría si llego tarde; Al correr siento como el viento sopla en mi rostro con el pelo despeinado, el sol tan radiante, y ahí esta el licenciado Ramírez saludo —apurada obviamente—.
—¡Anghely!
—que pasa —frunso el ceño —veo tras mio.
—Se suspendio la clase. —afirma sonriente—
—¡Yes! Qué suerte, tengo Emma, te parece si vamos a la cafetería mira deseosa de que le cuente lo que te dijo Samuel —sonrío —por que Samuel me gustaba desde hace dos semestres, algo tonto por que él está con una... Pero ayer me habló para invitarme al cine —Silencio —.
—¡Anghely! Que fue lo que te dijo, acaso no piensas decírmelo apurate —me gruñe —.
—Me invitó al cine —me sonrojo —pero no aceptaré, por q Samuel está con Tina. Sabes que si acepto me vería como... —Samuel entra a la cafetería —me saluda y yo devuelvo el saludo—mientras me sonríe —. Siento como mi cuerpo se paraliza al verlo, y él continúa su camino.
—¡Anghely! —deja de babear, enserio aveces pienso que le gustas pero debemos estar seguras de ello no quisiera que ningún idiota te llegara a hacer daño.
Ella fue siempre mi mejor amiga, en las buenas y en las malas, siempre estuvo ahí para mi. Cuando murió mi madre ella me acompañó a todas partes...fue un momento muy difícil para mi. Pero aún así nadie podía llenar el. Vacío que dejó mi madre, ella murió antes que yo cumpliera 17, ni siquiera mi padre al cual amo mucho pero el no estaba mucho tiempo en casa. Él es policía, es por eso que sale y casi siempre está fuera... Pasaron 4 años después de la muerte de mamá, pero aún extraño su aroma, sus regaños, sus consejos, sus besos en la frente que curaban todo mal...cuanto la extraño.
Salimos de la cafetería y ahí esta...
—Hola, Anghely como estas.
—hola Devdan, bien gracias. ¿Hiciste el ensayo?
—Si, no muy difícil por cierto, Anghy mis padres te invitaron a cenar en mi casa —sonríe –.
—Que yo estoy pintada o que —frunce el ceño— jajaja los dejo solos —se marcha sonriente y nos guiña el ojo—.
—y entonces ¿aceptas?...
—Claro que si —sonrío —dime a que hora será la cena—pregunto —.
—A las 6 —lo dice tan contento — por favor no me falles—niego —.
—Estaré a las 6 — me guiña — y se marcha, Dev es un buen amigo, y aún sigo pensando por que me invitan a mi creí q sus padres ni sabían que existo.
Voy hacia la materia de lengua alemana. Pensando aún el porqué de la invitación de Devdan a cenar.
Tomo el bus próximo que viene, me pongo los audífonos. Viendo desde la ventana la hermosa ciudad en la que estoy es maravilloso, ya llegare a casa.
Voy caminando hacia la puerta busco las llaves, logro entrar y como lo imagine no había nadie en la casa —silencio magestuoso —voy a la cocina tomo una manzana y voy a mi recamara a buscar que ponerme. Suena el teléfono —llamada entrante de Dev —contesto.
—Hola, Dev dime que paso...
—Hola, Anghy puedo ir a recogerte, claro si tu quieres—lo noto sonriente —.
—Claro que sí, te espero —sonrío —
—¡Nos vemos! —suena entusiasmado —.
Apenas se despide corro para ver que ponerme, soy tan mala con esto. Al final ya se que ponerme, una bufanda azulada, con el bestido color perla, que al final llegó a convinarme muy bien... El toque final el broche que me regalo mi madre.
Suena el timbre y me dirijo hacia la puerta, es Dev mi corazón late más rápido al verlo. Su cabello crespo con su traje negro que le convinaba muy bien y la colonia que nunca olvidaré "bleu and Chanel", que ¿cómo lo sé ? Pues lo vi en un comercial en la tv.
—Hola señorita vine por usted —me extiende la mano y no puedo evitar sonreirle—.
—Devdan muchas gracias por venir —tomo su mano —me lleva a su coche.
—Anghely es hora de partir —lo miro no puedo evitar sonreir—.
Se ve increíble consentrado manejando el coche rumbo a su casa.
—Sabes Anghely...
—Dime...
—Te ves muy linda hoy —algo nervioso —.
Veo como sus manos están tomando el volante, su expresión sonriente, me mira a los ojos... Recuerdo cuando me saludo por primera vez en la biblioteca , el estaba buscando un libro, y extrañamente buscábamos el mismo "samael : El ángel de la muerte". Desde ese momento fue mi amigo, un amigo al que algunas tardes pasábamos contándonos nuestros secretos, contando una que otra tontería, así formó parte importante de mi vida...
—Muchas gracias —respondo — y al final llegamos el baja del auto, abre la puerta del auto, me da la mano de nuevo para que bajará. —están atento y caballeroso—.
—Estas lista Anghy —me mira emocionado.
—Estoy lista —le guiño, estamos frente a la puerta de madera con la luz iluminando su rostro. Me pide que tome su antebrazo —le sonrío y lo tomo—.
Ahí estamos los dos frente a una puerta tocando el timbre. Sin saber lo que pasará después...