Sabía que no debería esperar mucho si lo único que pedía para la invocación: era carbón y naranjas, pero un demonio con apariencia de viejo era muy decepcionante.
Aunque su apariencia real era la de un hombre de veinticinco años más o menos, de pelo castaño y físico muy atractivo para cualquier chica de dieciocho años, en definitiva, sus ojos eran lo más espectacular que tenía. Ese color rojo sangre que brillaba en la oscuridad era algo que solo estaba escrito en las historias de libros poco conocidos, pero el verlo en persona era simplemente magnífico; aunque seguía esperando una forma más demoníaca por su parte.
Me emocioné mucho al saber que había invocado a Mivier, el demonio..., o bueno, el medio demonio más conocido de todo el reino y sus alrededores. En los cuentos se lo mencionaba como la traición del amor encarnada.
Según la historia, él traicionó a su amada y a toda la humanidad solo para que el rey de las tinieblas caminara en el mundo, pero sus planes se vinieron abajo cuando fue asesinado por la misma mujer que decía amarle, que casualmente tenía un nombre parecido al mío. Aquella mala broma del destino me hizo merecedora de una fuerte sacudida por parte del alterado medio demonio.
Yo soy Laria y ella se llamaba Loria, hay la pequeña diferencia de una vocal.
Mivier era todo lo contrario a lo que creí conocer de él por lo que había leído y solo me bastó unos minutos para comprobarlo..., y eso hizo que unos guardias del rey amenazaran con matarme si encontraban pruebas de que intentaba invocar a un demonio..., otra vez.
Lo cual me hizo pensar que me sería penoso decir que solo pude invocar a un medio demonio.
Algo que nunca olvidaré fue su manera de hablar y expresión frente a los guardias.
Los guardias se quedaron en silencio y se marcharon molestos ante las palabras del supuesto boticario y mi amenaza, cuya apariencia solo cambiaba ligeramente al igual que su nombre.
Tal vez sea un medio demonio, pero en lo que respecta a ser creativo, ha dejado mucho que desear, para mi suerte, no preguntó con más detalle el cómo conseguí el libro o por qué me fui a dormir tan temprano.
Pero supongo que así es su forma de ser, tan despistado y valiente. Aunque parezca poco, es lo que me encanto de él.
La razón de mi interés por los demonios puede verse como algo malo, pero ahora era demasiado tarde. Después de todo, ellos me llevaron a tomar la decisión junto con el destino que elegí.