CAPÍTULO 6 “LAIGER”

CASI ONCE AÑOS DESPUÉS

―Nunca he dicho que lo haría ―reclamé enfadado.

―Pero jugar con ella...

―No puedo jugar a las escondidas con ella, siempre sabe dónde estoy y yo sé dónde está ella ―aclaré para hacer notar la clara desventaja que era estar unido a ella.

―Laiger, ya te he explicado por qué es eso.

―Sí, me los has dicho mil veces, es porque Kaly y yo somos las dos partes que forman la luz, es por eso por lo que siempre estaremos unidos ―estaba cansado de que todos me repitieran eso.

―Así es por eso que yo, Dassy, caballero del reino de Robertech, debo protegerlos, guiarlos y cuidarlos como lo hace mi padre y lo hizo mi abuelo.

―Siempre presumes de eso, al igual que las chicas son algo bueno, y aun así no te has casado ni una sola vez desde que te conozco ―declaré revelando sus mentiras.

―Eso es solo porque espero a que cierta dama esté disponible ―se defendió algo apenado.

―Esperaras sentado. Aunque no digan nada, ni estén casados, Laria y Viermi son muy unidos. Ella no te aceptará ―aclaré en tono burlón.

―Te he dicho que no salgas del territorio del castillo y menos a donde está ese maldito boticario ―habló enfadado, aunque a mí poco me importaba lo que dijera.

Mientras picaba la herida sentimental de Dassy, Kaly haló mi camiseta llamando mi atención.

―Laiger. ¿Podemos ir a casa de Laria?

Aunque ir junto a Kaly implique ser molestado por otros niños, era una buena idea llevarla, ya que podría dejarla ahí mientras yo me voy a jugar con mis amigos.

―Por supuesto, vamos ―afirmé feliz al encontrar la solución.

―He dicho que no pueden salir del territorio del castillo ―exclamó Dassy enfadado mientras acercaba su mano para detenernos.

Por suerte, siempre teníamos un plan de escape infalible contra cualquiera..., a excepción de Jovin.

―Rápido Kaly.

Aunque me sea raro entrelazar mi mano con la de una niña, el hacerlo con Kaly, hace más fuerte nuestro poder. Normalmente mi poder es una neblina naranja, mientras que la de ella es una neblina verde, pero juntos se presenta como una intensa luz blanca casi invencible.

Dejando a Dassy en una nube de polvo y sin visión, salimos corriendo aun sosteniendo nuestras manos en dirección a la casa de Laria. Grande era la distancia entre el castillo y aquel lugar, pero nos resultaba fácil llegar dada la cantidad de veces que habíamos hecho el recorrido.

Tanto Kaly como yo conocíamos perfectamente cada atajo del reino, ambos somos huérfanos y tenemos como vigilante a un tonto, lo que nos da mucho tiempo y libertad para ir de un lado a otro.

Aunque los habitantes del reino sean amables con nosotros, ya sea por hacer pedidos o por obligación, siempre extrañamos a nuestros verdaderos padres, a pesar de que nunca los conocimos.

Dassy nos contó que ellos murieron el día que nacimos, fueron asesinados por demonios que nos buscaban, todo por tener como hijos a los elegidos que se enfrentarían al rey demonio, BELZENIS.

El tener como destino enfrentar demonios, no nos permite tener una niñez normal, entrenamos desde que aprendimos a caminar, ambos estamos preparados para la pelea con cualquier arma e igual nuestro poder, Light Power, el cual es lo que nos diferencia del resto de guerreros.

Todos nos buscan por beneficio o codicia, nuestros poderes alcanzan casi todo lo imaginable y eso es el mayor poder que cualquiera quisiera tener. Kaly y yo nunca lo vimos así, ni siquiera lo pedimos y a veces, quisiéramos no tenerlos, pero el llevar estos poderes dentro de mí, me han hecho entender que no es cuestión de querer, sino de enfrentar las consecuencias por más duras que estas sean. Ya acabaron con mi familia una vez por ser lo que soy y no dejaré que lo hagan otra vez, alejándome para siempre de Kaly y los únicos que me tratan como un niño.

Los únicos en quienes confiamos son Laria y Viermi, ellos solo esperan de nosotros lo que a simple vista somos..., unos niños que buscan ser felices, hacer travesuras y comer cosas dulces. Además de hacerle la vida imposible a Dassy, lo cual lo hago con mucho gusto.

Pasamos mucho tiempo en casa de Laria, quien es una gran boticaria y lo más cercano a una madre que Kaly y yo pudimos pedir, ella también es huérfana, tal vez sea por eso por lo que nos entiende tanto.

Viermi también es boticario, aunque es algo alejado de las demás personas y serio en gran parte del tiempo, es alguien de confianza, aunque no lo conozco tanto como a Laria. Muchas veces él nos ha protegido de Dassy y de inconscientes codiciosos que solo buscan por nuestro poder.

Sé que él también confía en nosotros, aunque no lo diga con palabras, su actitud de cómo es con otros adultos a como es cuando está con Laria, Kaly y conmigo. Es tan obvio, que aunque da algo de gracia, nos dice lo especiales que somos para él.

Kaly es una niña muy dulce y delicada de apariencia, es un poco menos fuerte que yo, pero con una gran agilidad que me supera. Varias veces le han exigido que se cortara su largo cabello negro, pero ella se niega rotundamente. La razón es que Laria la trata como su muñeca que puede peinar y vestir, algo que es de agrado y diversión para las dos.