Entre El Destino Y La Luz

CAPÍTULO 17 “MIVIER”

Cuando ya todos los demonios estuvieron fuera del castillo preparados para luchar, borre el símbolo que los revivía en la dimensión de los humanos, ahora todos irían a su verdadero hogar

Cuando ya todos los demonios estuvieron fuera del castillo preparados para luchar, borré el símbolo que los revivía en la dimensión de los humanos. Ahora todos irían a su verdadero hogar.

 

―Se darán cuenta ―advirtió Laria

―Por eso lo llamaré fingiendo un ataque, donde lastimosamente se romperá el espejo.

 

Una vez preparado el supuesto accidente, me acerqué al espejo.

En mi mente no paraba de pensar en mi encuentro con Loria, aunque fuese falsa, su sola presencia hizo que bajara mi guardia totalmente.

Aunque debía estar enojado con Laria, su encuentro con aquel raro viejito me hacía pensar en que algo no andaba bien, al igual que esa extraña voz que dio la orden de atacarnos con las flechas con inscripciones negras. La forma en como lo dijo se me hizo demasiado familiar, pero no podía recordar con claridad.

Antes de seguir agobiándome y tratando de recordar, pude hacer contacto con la dimensión de los demonios, solo para sorprenderme con el trono del rey de los demonios vacío. Sabía que rara vez se movía de su lugar, pero pensando en lo peor de los casos, rompí el espejo en cuanto escuché los quejidos de los demonios siendo asesinados cada vez más cerca.

En cuanto salimos, vimos como Jatián era atravesado por dos espadas, los cuales eran manejados por Laiger.

Mientras el demonio parlanchín se hacía cenizas, vi en su rostro una sonrisa de victoria.

 

―Es demasiado tarde, ni con la ayuda de nuestro poder, la luz vencerá a la oscuridad esta vez.

 

Intrigado y temeroso ante las últimas palabras del demonio, me enfoque en los cuatro guerreros.

 

―Esperaba encontrarme con un ejército ―comenté al ver cómo solo Dassy, Jovin, Laiger y Kaly estaban frente a mí.

―Nosotros somos suficientes para escorias como ustedes ―respondió Jovin, aunque por su apariencia parecía tranquilo, su tono de voz expresaba algo de ira.

―Supongo que querrán pelear antes de escucharnos, ¿verdad? ―Tras mi pregunta, Laiger se abalanzó contra mí, como si fuera un animal rabioso. Desde que llego, pude notar su agitada respiración y su intensidad al mirarme.

 

Vistiendo mi armadura negra, la batalla inició, blandía mi espada negra contra la de él y la de la luz contra Jovin, el cual se sorprendió al verme blandirla. Laria también se colocó su armadura, para después sacar su espada y su escudo, iniciando una gran batalla contra Kaly, que lanzaba sus dagas, y Dassy, que blandía su espada con duda al ver aún la imagen de quien alguna vez amó en su juventud.

Por mi parte, luchar contra tres espadas debería ser algo difícil, pero como uno de los aprendices principales del gran guerrero Merse, desarrollé la habilidad de luchar sin escudo. 

Además de que los ataques de ellos dos apenas eran un peligro por su pésima sincronía. Todo por culpa de Laiger que blandía su espada lleno de rabia y descontrol. Porque utilizando su fuerza impulsada por la decepción y la rabia, estos no podían siquiera alcanzarme a hacerme gran daño

 

―Tus movimientos son torpes y predecibles Laiger tranquilízate y concéntrate en lo que haces. ―Mis palabras, aunque fueron con seriedad y tranquilidad, solo lo enfurecieron más.

―¡Cállate! ―Gritó levantando su espada, dándome la oportunidad de empujarlo, y con él a Jovin, mandándolos lejos.

―¡¿A qué juegas maldito?! ―Preguntó Dassy mientras lanzaba su ataque sorpresa cortándome la mano.

 

Sin perder el control, rechace su segundo ataque, mandándolo también lejos de una patada a un lado de los otros dos guerreros.

Levantada por la neblina negra, mi mano regresó a su lugar. Mi terrorífica acción hizo despistar a Laria, la cual fue alcanzada por una daga de Kaly.

El ataque llegó directamente a su corazón enterrándose profundamente y ante los ojos de todos, se desvaneció, dejando terror en el rostro de todos los presentes.

Inmóviles ante lo que a simple vista parecía la muerte de Laria. Kaly cayó de rodillas mientras dejaba salir lágrimas, lamentando lo que acababa de hacer. Era obvio que lo había hecho sin pensar que le daría un golpe mortal. Dassy también empezó a llorar, solo que su mirada se llenó de ira hacia mí, con la cual empezó a atacarme en un intento de desahogarse.

 

―¿Esto también lo planeaste? ―Preguntó dolido ―, ¿Hacer que ellos maten a quien consideraban su madre? ¿Qué hiciste con la verdadera Laria? ¿Qué clase de monstruo ha tomado su apariencia?

 

Por cada pregunta sus ataques eran más y más débiles. La idea de perder a la chica que le gustó por tanto tiempo lo hizo desmoronarse, abandonando las ganas de luchar, hasta acabar tirado en el suelo y soltando su espada. La furia era reemplazada por la tristeza que empapaba más su rostro por la gran cantidad de lágrimas que brotaban de sus ojos.



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Editado: 15.12.2019

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