El intercambio de palabras en la mansión, colmaban a más no poder las paredes de esta. En cuanto Osmán, Laia y Azra llegaron, estos organizaron una reunión familiar en la mesa del comedor principal, pero en cuanto la matriarca se dispuso a sentarse, un inesperado desmayo sofocó aquellos planes y Azra fue atendida por el médico de la familia. Ahora se hallaba en su habitación, a esperas de que su malestar mejorase.
Pero a pesar de aquello, el resto de la familia se vio obligada a dar comienzo a la reunión, esto, por órdenes de la misma Azra que entre sosas palabras ordenó que no se detuviesen por su <<estúpido malestar>>.
—Ya me contacté con nuestros abogados y están de camino hacia acá.— Dijo, berat, el hermano de Sasha
—No quiero sonar pesimista, familia, pero analizando esta situación, no hay forma de que Sasha salga victorioso de esto o al menos ileso.— Dijo, Osmán, sumido en una latente preocupación que invadía su torrente.
A pesar de querer tener una postura algo blanda y positiva hacia el pandemonium que ocurría, la realidad se lo impedía.
—Parece que no conocen a Sasha, él no haría algo así en vano.— Intervino, Elvan, a tono dramático.
—¿Qué tratas de decir, prima?— Inquirió, Hande.
—Mi primo no es un hombre que haga cosas por impulso, mucho menos sin antes pensar en las consecuencias. Sasha pudo entregarse a las autoridades de manera silenciosa, sin tanto escándalo y no lo hizo así, ¿no creen que eso es extraño?
—¿Insinuás que Sasha está haciendo todo esto por una razón?—Preguntó, Osmán, a tono inquisitivo.
—Es lo que pienso, Sasha no tendría razones para querer estar tras las rejas— Respondió, a la par que le echaba una mirada a Laia—Nadie tendría razones para estar tras las rejas, al menos que seas un desquiciado.
—¿Y cómo sabremos que tu teoría es cierta, prima?— Preguntó, berat, de brazos cruzados.
—No sé, quizá preguntándole a él mismo.—
—Osmán, ¿Sasha no te dijo nada sobre esto?—
—No, nunca me habló de que iba entregarse o algo por el estilo, por esa razón lo que dice Elvan me parece extraño, aunque eso no impide que no tenga razón al decir que Sasha es calculador. Ideó el plan de venganza junto a mi tía y luego— Volteó a mirar a Laia y arrugó los labios— Hizo el segundo plan.
Laia levantó su mentón levemente, al recordar aquel segundo plan. No dejaría que esta vez la atormentase aquel recuerdo amargo.
—Sabremos si es verdad, solo si le preguntamos a él mismo.—
—¿Ya le preguntaron al chófer?— Preguntó, Sema.
—Él no sabe nada. Solo se encargó de llevarlo en el auto.—
—No podemos ir nosostros, la gente nos perseguiría.— Aportó, Elvan.
—Yo le dije a Osmán que iría a ver a Sasha.— Dijo, Laia, levantada de su asiento.
—¿Qué esperas entonces?— Exclamó, Berat.
—Esto no puede ser tomado a la ligera, Berat, si Gözde ve a la Laia la asesinaría, por esa razón no le permití fuese a ver a Sasha hace un rato.— Afirmó
—Ella es la única que puede salir sin ser apedreada por la gente, Osmán. Si la teoría de Elvan es cierta y Sasha está haciendo todo esto por una razón, entonces el tiempo se está agotando.—
—Entiendo lo que dices, pero también entiende que no puedo arriesgar a Laia, además tiene planeado confesar lo que ocurrió en Mardin. Creo que lo mejor sería esperar un tiempo para que las cosas cesen un poco.—
—Si seguimos esperando, Sasha no saldrá de ahí.—
Osmán mordió su labio inferior, tratando de reflexionar sobre las opiniones de su familia.
—No hablen como si yo no estuviera aquí— Exclamó, Laia— Yo estoy dispuesta a todo con tal que Sasha salga ileso de todo esto. No me importa morir si ese es el precio por su libertad.—
—Tienes que entender que si te llega a ocurrir una desgracia, Sasha no se lo perdonaría y sería mucho peor.—
—Esta es la única manera de llegar hacia él, Osmán.—
—Sus abogados también pueden hacerlo.— Dijo, Sema.
—No, si Sasha tiene algo importante que decir, no se lo dijera a un abogado.— Respondió, Elvan.
—Vuelvo y repito, la única manera de llegar hasta Sasha es que vaya yo misma. Si no hacemos nada, Sasha pasará el resto de su vida en la cárcel.—
Osmán intentó hablar, pero Berat lo impidió al levantarse de la silla.
—No se diga más, Laia será quien vaya.—
—¡Antes tendrás que pasar sobre mí!— Espetó, Osmán.
El hombre retrocedió y levantó las manos
—Está bien, no haremos nada, mientras tanto Sasha está a nada de tocar prisión y quien sabe que cosas le estén haciendo.—
Elvan se acercó a Osmán
—Es cierto lo que dice Berat, hermano, esa gente esa capaz de cualquier cosa.—
Osmán pasó su mano por su rostro y suspiro con impetuosa fuerza, en signo de preocupación.
—Si hay cien guardias en la mansión, quiero que noventa y nueve de ellos resguarden a Laia.— Afirmó, Osmán, retirándose de la mesa en busca de los hombres de la mansión.
—¿No será obvio que Laia estará en medio?—
—Esa es la idea, Elvan, claramente aparte de protegerla, si Laia es vista, será imposible que Gözde cometa alguna canallada contra Laia. Además, no hay forma que Laia pase desapercibida cuando entre a ver a Sasha.— Respondió Osmán, bajo el umbral de la escalera que dirigía a la terraza principal.
—¿Y qué haremos luego?—
—No podemos crear un plan sin antes saber por qué razón Sasha está cometiendo toda esta locura.—
—No discutamos más y procedamos, entre más tiempo tardamos, será peor para Sasha.— Dijo, Berat.
La familia se levantó de la mesa y procedieron a llevar a Laia a la terraza, a excepción de Elvan que se quedó dentro de la mansión.