Capítulo 4: "Tu vos suena como magia "

El domingo por la tarde, bruno recibió un audio inesperado.

Era de leiha.

--"no se lo muestres a nadie. Ni a tu gato. Ni al WiFi. Me muero si lo hacés. "

Luego, empezó a sonar su voz. Suave. Vulnerable. Casi temblorosa.

Cantaba una melodía dulce, con letra escrita por ella. La misma que había rayado en los márgenes de su cuaderno.

Bruno lo escuchó tres veces. De corrido. Con los auriculares puestos. En silicio. Con los ojos cerrados.

Y sonrió.

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Al día siguiente, en clase, cuando leiha pasó caminando junto a su banco, bruno le susurró:

- Tenes una voz que suena como magia.

Leiha se frenó. Lo miró. Roja como un tomate.

-¡shhh! ¡te dije que no lo compartas!

-No lo comparti. Lo memoricé.

Leiha lo empujó suave con el hombro, mordiéndose el labio para no sonreír como una tonta.

Clara, desde el fondo, los observaba en silencio, con cara de "esto se está yendo de las manos".

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Esa misma tarde, mientras trabajaban en la presentación del proyecto cultural, bruno propuso algo loco.

--¿Y si, en vez de hacer una exposición aburrida...

Cantas tu parte?

Leiha lo miró como se se hubiera vuelto loco.

--¿estás drogado?

--No. Pero podrías ser la primera alumna en presentar un trabajo cantando algo original. Metés una canción inspirada en las tradiciones del país que elegimos... y yo te acompaño con efectos en la compu.

--¿y si me tiemblan las piernas?

--yo también tiemblo cuando hablo frente a gente. Pero si cantás como lo hiciste ayer... podes hacer temblar a todos los demás.

Leiha lo miró en silencio. Ese chico raro, friki, molesto... tenía un don para decir justo lo que necesitaba escuchar.

--¿sabes que sos insoportablemente tierno a veces?

--shhh... no arruinemos mi reputación.

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Pero mientras el lazo entre ellos crecía, otro problema se avecinaba.

Esa noche, leiha cenaba con su familia. Todo iba normal, hasta que mencionó:

--tengo que ir a la casa de bruno otra vez. Es por el proyecto.

Su padre dejó los cubiertos.

--¿ese chico? ¿El hijo de los villalba?

Leiha parpadeó.

--¿si? ¿Lo conoces?

-- no lo conozco. Pero se bien quien es su familia. No

Quiero que terelaciones con él más de lo necesario.

--¿¡qué!? ¿Por qué?

--no es tema para discutir. Punto.

Leiha se quedó congelada.

Algo entre familia... no estaba bien .

Y recién ahora empezaba a descubrirlo.

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Fin del capítulo 4.