Entre gustos & Colores

CAPITULO 6

Me doy un vistazo en el espejo y no puedo negar que la ropa está muy hermosa.Hace unos quince minutos que Austin llegó con varias bolsas de tiendas que no quiero ni imaginarme cuanto le costó, pero él me metió en este lío, ahora que pague.

Ponían varios vestidos en esas bolsas, pero al final he optado por el vestido negro tipo strapple
y cuya largura máxima no alcanza el final de mis rodillas. Me ha gustado por ser uno de los que
menos escandalosos se veían. Esta hecho de una tela lo suficientemente pesada para que se
ajuste a mi silueta y lo suficientemente ligera para que me sienta cómoda, se me hace
perfecto. Debo admitir que ni en mis sueños hubiera comprado algo tan hermoso. En otra de las bolsas he encontrado varios pares de zapatos, que no planeo quedarme y he optado por unos de tacón grueso. Sobra decir, que nunca llevo tacones puestos por lo cual, estos se me hacen mas seguros para caminar. Son de color negro igual y combinan perfectamente con el vestido, o al menos espero que mi ojo nada conocedor de modas y estilo no se esté equivocando al combinar esto.
Doy vuelta frente al único espejo de cuerpo completo de mi pequeño lugar, que por cierto he
metido al baño para observarme antes de salir, y tras ponerme un par de accesorios y sujetar
mi cabellera con un lindo gancho de color dorado que venía en una bolsita más pequeña; salgo
del baño. Dirijo mis pasos sin ánimos y con un poco de temor hasta donde se encuentra el “desgraciado
causante de todas mis desdichas de hoy” por el cual decidí venir en mi día libre... aunque la
palabra “decidir” no es exactamente adecuada para la ocasión ya que en realidad fue a causa
de su vil traición cuando me engañó completamente; que TUVE si, exactamente, es más
correcto decir “tuve”, si, entonces corrijo; que TUVE QUE VENIR.
-Odio esta ropa- Me cruzo de brazos y el chico frente de mi hace gesto de asombro.


-Wao!, sí que tiene buen ojo…- volteo a mirarlo - la abuela… digo, la abuela nunca falla- Dice
un sonriente Austin.- y si la abuela escogió esa ropa te la dejas y la disfrutas. PUNTO.


-Todo esto es tu culpa, me las vas a pagar, yo ni siquiera quiero ir- Frunzo el ceño arreglándome el vestido de terciopelo para sentarme en la cama- Además estos tacones no me gustan son muy altos. Seguro que me caeré en algún momento y terminaré haciendo el ridículo.


-Oye no digas que no te gusta lo que vistes. Es ropa lujosa- Dice con aire de superioridad- A mí
no me gusta la pocilga en donde vives pero no me la paso diciéndotelo e incluso te vengo a visitar como buen amigo que soy. Y eso que ni siquiera entiendo cómo te pudiste cambiar en ese mini baño. Te hemos dich…-Lo interrumpo.
-Me han dicho que si quiero me hospedo en la casa grande de los Maxwell que allí el baño es incluso más grande que mi habitación actual, Blah, blah, No empieces Austin, hemos tenido un montón de veces esta conversación y un montón de veces más he respondido que NO, GRACIAS. – respondo sarcástica.


-Eres una niñita, malcriada y malagradecida ¿te lo habían dicho?.- dice con fingida indignación.
-Tú, siempre.- sonrío sin ganas.

-Casi es la hora además, apresúrate. Jules nos está esperando en el auto.- al solo escuchar
aquel nombre me repugna y hago el clásico gesto de vomitar, él se voltea mirándome con mala
cara.
-Steisy.- dice mi nombre como un reproche.
-Sabes que la odio. No me reclames, porque yo no te pedí que armaras esta “salida” del
demonio- Para nadie es un secreto que la chica llamada Jules es una insoportable seguidora de
Samantha. Encargada de hacerme la vida miserable tras las paredes de la universidad y un
ángel caritativo y amoroso cuando esta Austin presente. Es Patética.
-¡Steisy!- Me reprende y yo le saco la lengua.
¡Ring, ring!
Llamada entrante de número desconocido
-Seguro es él- Dice Austin viendo mi celular que está a un lado de mi cama.- Contesta.
-No, hazlo tú recuerda que piensa que es tuyo- Digo tendiéndole el teléfono y este niega con la
cabeza.
-Responde tu.-Dice marchándose por la puerta y dejándome con el teléfono sonando.
-Este idiota- Bufo para luego responder- ¿Diga?
-¿Steisy?- Se escucha la voz gruesa de Nathan, algo sorprendido de que yo sea quien
respondiese el teléfono seguramente. Hasta por telefono su voz resulta demasiado agradable
de escuchar.
-S-si. Emm-
-Hasta por teléfono tu voz es linda de escuchar- Dice haciendo eco de mis pensamientos y yo
me sonrojo automáticamente. ¡Gracias a Dios que no puede verme!.
-¿Que querías?- Pregunto a la defensiva ocultando mi nerviosismo.
-Ya estoy en la plaza. Pero ahora quiero seguir escuchand…
-Ya vamos para allá- cuelgo y un suspiro se adueña de mí.- No sé si de alivio o anhelo, pero
resulta liberador.
-Que bella, miren a la ogra suspirando- Dice Austin haciendo que me sobresalte del susto.
-¡¡Oh por Dios casi me da un infarto del susto!!- Digo colocándome la mano en mi pecho-
¡¡Estás loco Austin!!. No entres sin tocar, ¿y si hubiera estado desnuda?.
-No sería la primera vez, así que deja el drama y no me cambies el tema.
-Cállate- sentencio mientras recojo el pequeño bolso de diseñador que hace juego con lo que
llevo puesto.
-Te gusta- Dice elevando sus cejas varias veces con rapidez.- Sé que te gusta.
-¡¡No!!- Digo dirigiéndome hacia la puerta donde se encuentra mi amigo.- Déjame en paz,
tonto vámonos.

Bajamos al aparcadero en medio de burlas e insinuaciones de su parte y quejas de la mía y
entonces lo veo.
-Oye, Oye espera.- me detengo al ver aquel carro de mi amigo y frunzo el ceño- ¿Dónde se
supone que voy a entrar? - Me giro hacia él y este ríe.
-Junto a Nathan, claro- Sonríe pícaramente- ¿Cierto?- Se dirige al mencionado quien está
sentado en una de las sillas de la plaza.
-Sí, claro, esa era la idea ¿no? -Me sonríe - Así tus amigos tienen más privacidad y nosotros
también – suelta, desplegando una de esas sonrisas devastadoras suyas.
-Amigo, en singular, no generalices. Solo Austin es mi amigo- Me cruzo de brazos - La supuesta
nov..
-Steisy, por favor -Me reclama Austin y yo ruedo los ojos.- Te presento a mi novia Nathan; ella
es Jules, Jules él es Nathan.
-Ya conozco a Nathan, cachorrito- Dice la víbora colocando su asqueroso brazo alrededor de
mis hombros en un patético intento de camaradería mientras me ve de reojos- Estudiamos
todos juntos ¿cierto Steisy cariño?- Ruedo los ojos.
-Si.-Digo sin más y Austin me lanza una mirada de reproche.
-No pensé que ustedes se llevaran tan bien- Dice Nathan confuso mientras me mira-
Entonces… lo de la Uni…
-Se hace tarde, ¡Vamonos!- Dice Jules interrumpiendo a Nathan mientras hala a Austin en
dirección al auto- Nos vemos en el restaurante.
-¿Son amigas?- Pregunta el castaño.
-Olvídalo y vámonos- Digo y sin darme cuenta lo sujeto de la mano halándolo en dirección al
vehículo.
-¿Que música te gusta?- Me pregunta Nathan al subirse al auto.
-Cualquiera- Digo sin entusiasmo ya sentada en el asiento del copiloto.
-Por favor Steisy, la razón de mi falta a clases f-
-No necesito que me des explicaciones Nathan- lo interrumpo con bastante molestia – no
quiero escucharlo.
-Pero yo quiero dártelas- sentencia él.
Me giro bruscamente para salir del auto, pero él en un movimiento rápido, presiona el control
y activa los seguros del vehículo dejándome encerrada.
-Me quiero bajar, abre la puerta- gruño sin mirarlo directamente.
-Y yo quiero que me escuches.
-¡No quiero escucharte!, ¿no puedes dejarme en paz?, tienes un montón de mujeres que
matarían por estar sentadas aquí contigo, búscalas y ¡ya déjame!.
Me toma de la muñeca, obligándome a girar en dirección a él.




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