Entre gustos & Colores

CAPITULO 9

La cabeza me duele un montón y apenas logro ver algunos destellos de luz a través de la bolsa
de tela que me han puesto sobre la cabeza.
No entiendo nada, ¿Estoy secuestrada? Y si es asi ¿Por qué lo estoy? No tengo dinero ni
influencia, no soy nadie ¿Qué pueden querer de mi?.
Intento hablar pero solo un par de sonidos sin coherencia brotan, sobretodo porque hay un
grueso rollo de tela atravesando mi bolsa de lado a lado.
El movimiento del auto se detiene de pronto, las personas que van conmigo al parecer se
bajan y la puerta de mi lado se abre. Me quitan la capucha.
De nuevo estamos en ¿La pizzería?, pero es tarde y todo está cerrado. Además, estamos en la
parte de atrás del edificio. Nadie puede vernos.
Maldición ¿puede ser que voy a morir hoy?.
En total puedo contar 9 de ellos, todos vestidos de negro. Sacan las llaves de mi bolso y entran
al lugar sin encender las luces.
Trato de gritar pero la tela es demasiada, así que el sonido es amortiguado del todo.
Me toman de ambos brazos con brusquedad y me arrojan al suelo de la cocina.
-Hola Steisy- dice una voz que reconozco al 100%. Maldita víbora peliroja. ¿Ahora que?,
pienso.- nos volvemos a ver bequipuerca.
Ruedo los ojos y siento el impacto de una fuerte bofetada en la mejilla izquierda.
-Ah no disculpa, me he equivocado. Era la derecha ¿no?.
Nuevamente una bofetada, pero esta vez más fuerte, me envía contra el frío suelo del local.
-Ahora si, está si se compensa la que le diste está mañana a mi Nathan.
Puedo sentir el sabor metálico dentro de mi boca, pero no le doy el gusto de oírme quejarme.
-¿Sabes Steisy?, me has subestimado- dice ampliando una sonrisa desquiciada.- te has creído
que solo soy una tonta chica rica de universidad, que se tragaría cada desplante que me has
hecho pasar y que solo te amenazaría de a poco y ya.
La miro con furia, cuando sus secuaces vuelven a colocarme derecha.
-Ayy pero que ternurita ¿Me odias?. Ni siquiera te acercas a lo que yo siento por ti pequeña-
Quítenle la mordaza- orden ella.
Pienso en gritar con todas mis fuerzas en cuanto me vea libre de esta cosa, morderé a todo
mundo si es necesario.
-No Steisy, no gritaras te lo aseguro- saca su celular del bolsillo y me muestra una imagen de
vídeo corriendo ¿en vivo?.
Es mi mamá, sentada en la plaza frente al lugar en donde vivo, tiene una maleta junto a ella.
Ha venido a verme. Si tan solo me hubiese ido directamente a casa. ¡No! Mejor así,
seguramente la habrían involucrado a ella también.

-Si, exacto bequipuerca, podemos tomar también a tu mamá en cualquier momento, así que
más te vale comportarte.
-¿Qué demonios quieres Samantha?- gruño.
-No seas impaciente, ya lo verás- hace una seña con la cabeza a los individuos alrededor de
nosotras y dos de ellos se acercan hasta mi rápidamente, obligándome a abrir la boca y
llevando mi cuello hacia atrás.
Samantha se pone de pie frente a mi, me resisto pero no puedo hacer mucho en contra de
tantos.
-Bebe, bebe, bebe.. vamos – la peliroja derrama una bebida agria por mi garganta mientras
cubre mi nariz obligándome a beberla, en busca de aire – hasta el fondo así es.
Me ahogo, y tan pronto como me sueltan toso en busca de aire desesperadamente.
Escupiendo un poco sobre los zapatos de ella.
-Aghh que asco. Patética, eres patética en verdad.
-¿Qué …demonios…me diste?
-No te preocupes, esto terminará con tu sufrimiento y el mío por cierto- comienza a reír la
desgraciada, extiende una mano y le pasan un par de tijeras afiladas
-Espero que no ames demasiado tu cabello…-yo de inmediato intento retroceder tanto como
me lo permiten mis fuerzas y el poco espacio.
-¿A dónde crees que vas ternurita?.
-¿Qué tramas Samantha?- Digo mirando aquellas tijeras filosas.
-Ya te dije que no te preocupes bequipuerquita, a dónde vas ahora no necesitarás esto, es más
ni siquiera notarás que ya no está…- de repente el resto de encapuchados comienza a quitarse
las máscaras también y descubro que todas son mujeres y entre ellas está Jules. Dos de ellas
me toman de las puntas del cabello y me levantan un poco dejando mis rodillas separadas del
suelo, lucho por defenderme pero mis manos y pies están atados.
-¡Que pretendes Samantha¡ ¡Jules dile que pare!- Grito para que alguien de afuera me escuche
-¡Están locas!- Digo asustada cuando siento un golpe que me deja aturdida y completamente
indefensa. Veo borroso y escucho sus risas acompañada de la orden de Samantha para que
vuelvan a colocarme la mordaza.
El sonido de las tijeras cortando cabello y los murmullos es todo lo que puedo escuchar.
Cuando ha terminado de cortar el mechón por el que me sostenían, me desplomo de nuevo al
piso entre quejidos, vuelven a alzarme por otro mechón y así repiten el proceso algunas veces
más.
Siento la cabeza dar vueltas y como si de pronto todo comenzará a estar muy frío. Me siento
muy débil.
Comienzan a soltarme las ataduras y la mordaza también me es quitada, pero no tengo fuerzas
ni para alzar la mirada.
-Aquí esta el celular, ya tiene un poco de carga- escuché decir a una de las mujeres.

-Ok bequipuerca, está es la parte final.. al hacer esto te dejaremos en paz y tampoco
tocaremos a tu mamá- dijo Samantha al inclinarse a mi, la escupí.
Sentí el impacto de una patada en el abdomen, seguido de las risas del resto.
Volvieron a colocarme el vídeo de mamá, se veía preocupada, revisaba su reloj. Me
desmoralizó verla ahí, tan indefensa e ignorante de todo esto.
-Mmmm perfecto, veo que ya nos vamos entendiendo.
Sujetaron mi cabello de nuevo, esta vez más cerca del cuero cabelludo, para hacerme levantar
la cabeza hasta quedar frente a mi celular.
-Vas a decir “Todo es tu culpa Nathan” y listo.
-N..no..
-Ok llamen al otro grupo, traigan a la madre.
-¡No!- lloriqueé. Puedo sentir como me abandona la consciencia.
-Entonces obedece de una maldita vez. Cuando Te diga ¿repites?.
-Todo es tu culpa Nathan- dije sin ánimos ya de nada.
-Dilo como si en verdad estuvieras culpándolo.
La vi encender la grabadora de mi celular, no quería hacerlo, pero seguía viendo. Mi madre en
la otra pantalla. Me odié a mí misma por ser tan débil.
-Todo es tu culpa Nathan- repetí con resentimiento y dolor, solo que no estaba dirigido a él.
Detuvo la grabación.
-Perfecto, todo listo. Noquéala no queremos que haga alguna estupidez -Escucho la voz de
Samantha y veo de reojos a una Jules asustada mirando la puerta.
-No creo que sea bueno Samantha- Dice Jules.- pueden ocasionarle un daño peor.
-¿Daño peor?... ¿Qué creíste que estábamos haciendo aquí Jules?- dice amenazante sujetando
a la rubia de la barbilla- esto no será más que un simple suicidio para la policía y más te vale
mantenerlo así o sino tú serás la próxima.
-Espero que te haya gustado tu corte- dice Samantha y las demás rien a carcajadas.
No tengo fuerzas y apenas distingo lo que veo.
Samantha entrega mi celular en manos de Jules, quien lo acomoda bajo mi mano. Las veo
mover cosas aquí y allá, están preparando la escena para que luzca como suicidio entonces.
Jamás imaginé que moriría de esta forma.
Recibo un golpe más y todo termina de oscurecerse.
*****
Sonidos.. Bamboleo… gritos.
-Papá nooooo- un sonido lejano. ¿Mi voz?.




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