Capitulo 12

Hasta ahora he ido recuperando poco a poco, diferentes partes de mi memoria perdida. Han Sido días de confusión para mí, días de ver objetos y ser atravesada por una masa de recuerdos, pero he tratado de mantener mi vida lo más normal posible. Si es que eso puede ser.

-¡Te llego un paquete cariño! Ven y a recibirlo-Escucho el grito de mama proveniente de la puerta principal.

-¡Voy!- pienso si vale la pena antes de levantarme de aquel sillón tan cómodo. Los únicos que conocen mi paradero en este momento son Austin, quien no deja de “brincar en una pata” desde que lo recordé y Dominic, y bueno de este último y podrán imaginarse que tanto he recibido. Ya ni siquiera ha quedado rastro de mi yo anterior. Todo es nuevo, ropas, zapatos, cremas, incluso ¡ropa interior!. No tiene vergüenza ese hombre. Con pereza me dirijo hacia mi lugar destino.

-¿Steisy Hottman?- pregunta el señor ojeroso de tez oscura.

-En carne y hueso- bromeo a la espera de que me hg firmar y se retire. El hombre sin disimulo alguno dirige su mirada a los leves moretones que aun pintan mi rostro y algunas partes de mis brazos. Un gesto de dolor se dibuja en su rostro al notar mi labio roto.- Gracias - Digo con lentitud provocando que reaccione.- me mira con preocupación.

-Espero que se encuentre bien señorita, estamos disponibles para lo que usted necesite por favor comuníquese con nosotros. En todo momento la podremos ayudar.- Dice haciendo ademán de marcharse, más no sin antes darme a “escondidas” una tarjeta con los números de celular y comunicarme a través de intensas miradas y gestos su apoyo.- yo sonrío sinceramente.

-Estoy bien. No se preocupe.- Cuando por fin se marcha cierro la puerta y le cuento a mamá lo sucedido, ambas nos reímos imaginando al pobre hombre de seguro debatiéndose entre llamar o no a la policía.

-Fue gracioso porque no estamos atravesando la situación que él imagina, pero que agradable resulta saber que hay personas como ese señor, se necesitan por toneladas en el mundo. Es grandioso que se haya preocupado por ti.- Me abraza- Veamos que te enviaron, o quien de lo envío- sonríe juguetona.

Acto seguido empiezo por la tarjeta que se encuentra colgando en el lazo de la caja- Dice… de mí para ti.- mamá y yo nos miramos confundidas- Espera… dice mas… Te lo envía con cariño la primera persona que se te vino a la mente.- me quedo pensativa.

-¿Austin?- Decimos al unísono.  Dudo que haya sido Dominic y mucho menos Nathan. Esto es más propio de Austin, a él le encantan las sorpresas.

-Es lo más probable. Ahora ábrelo.

Al desenvolverlo nos encontramos con un hermoso teléfono dorado.

-¿Un teléfono?.- me quedo pensativa mirándolo y luego vuelvo a cerrar la tapa sin siquiera encenderlo.

-¿Qué pasó? ¿No te gusta?.- pregunta mamá con confusión.

-¿Haz tenido tú algo que ver con este regalo mamá?

-Pues no cariño, nada que ver… pero no entiendo tú…

-Entonces ni siquiera lo enciendas por favor.

-Pero.. ¿y eso por qué cariño?.- dice ahora llenándose de preocupación. Me arrepiento al instante, no quiero hacerla sentir insegura acá adentro también.

-No es nada mamá, es solo que no estoy segura de querer hablar con quién probablemente me ha enviado este móvil. Estoy más que segura que esto no proviene ni de Austin ni de Dominic, ni de la abuela, mucho menos de Amy que tenía tanto dinero como yo hace una semana.. mejor dicho, no imagino que venga de nadie con quien haya interactuando estos últimos días. Todos saben que tengo un celular nuevo de “última generación”- hago mofas de la última frase, imitando a Dominic. ¿Para que me enviarían otro? No tiene sentido, el único por fuera de esa lista es Nathan, pero no sabe donde vivo.

-¿y no te gustaría hablar con ese Nathan?- dice picara.

-N-No. No lo sé, en realidad- Digo mirando aquel regalo. No le conté a mi madre lo sucedido a detalle con Nathan y Samantha. No ví la necesidad en ese momento y no quiero hacerlo en realidad. No sé que pensar a estás alturas, quizá si malinterpreté lo que sucedía en ese instante o no.- inconscientemente crispo mi mano en un puño al recordar el beso que Samantha le diera aquel día y su reacción.

-Quizá si haya Sido Austin, ya sabes que está algo loquito- dice mamá en un intento más que obvio, por aligerar el ambiente.- Mejor lo guardaré.- anuncia tomando la caja de entre mis manos- Por cierto hija, hace un momento llamo Ammy y dijo que por favor respondas el teléfono y que te alistes pasará por ti en un momento.

¿Pasar por mi?, siento un poco más de alivio. Desde lo sucedido, El “CSO” que no es otra cosa, más que la abreviación de Controlador Señor Oscuro, no me ha permitido ni asomar la cara fuera de estás cuatro paredes, o bueno quizá sería más acertado decir no se, ¿500 paredes?. Este lugar es enorme, en fin. Además, lo peor del caso, es que sigue enfrascado en lo que pasó aquel día y eso que ya le conté que fue lo sucedido y quiénes estaban allí. No es como que tenga que encontrar culpables o algo así. No entiendo porqué ni siquiera me escribe.

Suspiro.

Busco el móvil y al revisarlo encuentro mensajes de mi amiga indicando y cito sus palabras textuales:

“Mueve tu flojo trasero amiga, la graduación se acerca. Tengo dinero y no me da miedo gastarlo”

Río ante sus ocurrencias. Mamá asoma la cabeza y me mira expectante con las cejas alzadas en una clara insinuación romántica. Ruedo los ojos.

-Es Ammy mamá, deja de estar imaginándote cosas- su cara es un poema, pasa de mujer novelera a vieja decepcionada y yo me rio- Quiere ir de compras antes de la graduación pero yo ni he trabajado como para ponerme a comprar..- Mamá hace “shhh” para que haga silencio y me mira con condescendencia.

-Cuantas veces te tengo que repetir que ya simplemente no necesitas trabajar en ese empleo con tu abuela, es más ya no ella está ahí, eso solo lo hacían ora estar más cerca de ti- sonrío, aún me parece un sueño que Rosella en verdad sea mi abuela, la amo tanto.- Eres heredera de las empresas Maxwell y por ende a tu cuenta no le faltara dinero. Así que deja esa excusa barata y te vas alistando.