Preludio

En la historia de la humanidad, siempre se recordará este día. El día donde el cielo se oscureció. No había razón o motivos por el cual el cielo se volvió oscuro o porque el sol ya no penetraba las nubes, lo que sí se sabe es que todo empezó como un día cualquiera.

El sol era cálido y se podía ver unas cuantas nubes dispersadas por el cielo, y todo esto se podría considerar un día perfecto, si Oscar Perterman no hubiera recibido la noticia del fallecimiento de su esposa.

Su rostro sorprendido hasta los huesos era lo que se veía, si alguien lo viera, jamás pensarían que este era el jefe de una de las empresas más influyentes de la ciudad de Laymar, la compañía  Kile. Sin embargo, Oscar Perterman no tenía espacio para otras emociones ahora.

Su mujer, Raquel Marino. era la hija favorita de la familia Marino, la familia más importante de Rucoon, y ahora que ella estaba muerta, su familia investigaría su muerte. Una vez que la familia Marino se entera que le era infiel a su hija, el estaría muerto.

Rápidamente despejó su agenda y volvió a su casa. Ya en su hogar, Oscar estaba pensando en las consecuencias de sus acciones. Había pasado los últimos 8 años junto a su esposa, y sin embargo el eligió favorecer a otra mujer, esto le había tenido conflictos con Raquel. Quien tenía un mal carácter ¿Podría acaso falsificar la muerte de Raquel? No, la familia Marino no era tonta y seguramente cualquier mentira que ponga la descubrirán, y entonces estaría muerto.

Comenzó a llorar sin consuelo, por su eminente muerte. Aunque tenía influencia en la política y en la milicia, no podía combatir con la familia Marino, estaba realmente perdido, él era historia. Por el bien de su empresa se hizo con la ayuda de la familia Marino e hizo varios enemigos, entre ellos estaba la Compañía Blue, quien tenía el apoyo de la familia Espinar

Aunque él diga que fueron agentes de la compañía Blue, Raquel no tenía ninguna herida de bala, ella había muerto de enojo. Además, que el cadáver de Raquel ya había sido llevado a una morgue para preservar el cuerpo. Él estaba perdido, verdaderamente perdido.

De pronto todo se volvió oscuro ¿se había hecho de noche, sin saberlo? Oscar sin darle mucha importancia miró su reloj, eran las 9:37 de la mañana

¡Tiemblen mortales, su mundo pronto será conquistado!

Aquella palabras siniestras y llenas de odio, se esparció por toda la tierra. Todos los países, todos los ciudadanos y toda la humanidad escucharon esas palabras. Eran un preludio del fin.