Una idea descabellada

La sala quedó en silencio total. Ninguna sola persona se atrevió a hablar, no fue hasta después de unos minutos que el patriarca volvió a hablar.

“Ancianos de la secta, sigamos platicando los asuntos correspondientes a esta guerra ¿Cómo van nuestras preparaciones?”

“Respondiendo al patriarca. Nuestras preparaciones se completarán en unas horas, los sirvientes de combate y las doncellas guardias están casi listos para partir”

“Patriarca si todo sale bien, partiremos esta noche. Nuestros expertos en el reino Mortal están impacientes por la llegada de los sirvientes”

“Ancianos, hay algo que me aflige. Como saben en este reino existen materiales llenos de Qi y son muy comunes, pero en el reino mortal estos materiales no existen. Sigo pensando que no es buena idea utilizar nuestros materiales para la construcción de la base”

“Tranquilícese patriarca, comprendemos sus preocupaciones. Sin embargo, estos materiales son necesarios para la construcción de nuestra base en reino mortal. Como usted dice dichos materiales no existen en ese reino, por lo tanto, nos resultará difícil pelear al 100% de nuestra fuerza por la escasez de Qi en el reino mortal. Por ello necesitamos nuestros materiales para establecer un matriz de recolección y poder desatar nuestra fuerza en todo su esplendor”

“Bien. Entonces les dejo este asunto en sus manos. Si no hay nada más, pueden retirarse”

La gran multitud de ancianos se inclinó y uno a uno se fue retirando de la sala.

Mientras tanto en la habitación de Raquel.

¡Maldita sea! ¡Que rabia me da!

Raquel estaba destrozando su almohada con sus dientes mientras desataba violentos golpes a su cama. Para detenerla, Tian Zhizhe apareció.

“Deberías tranquilizarte”

¿Cómo quieres que me tranquilice? Mandarán a los sirvientes como escudos de carne, morirán mientras las elites de mi familia establecen una base ¡Eso es demasiado cruel!

“Si los cielos lo permiten, se hará”

¡Cállate! Raquel no puede soportar su enoja y lanzo su almohada a la figura ficticia de Tian Zhizhe.

“Raquel, Raquel. Aun no has visto los peligros que hay en el reino mortal. No estas preparada para enfrentar una guerra. Y tu cultivación es demasiado débil para enfrentar al Corruptor o al Rey Demonio. Será mejor que te rindas y entrenes con entusiasmo”

¡¿Entrenar?! Piensas que abandonaré a Melinda para ¿entrenar? ¡Ni muerta!

…

Espera… ¡eso es!

“Espero no estés pensando una idea descabellada”

Si no puedes vencerlos… entonces… únetelos ¡je, je, je!