Raquel corrió por 4h en dirección al sur. El paisaje después de la montaña nevada era una mezcla entre un bosque y un desierto de rocas, ocultarse entre los arboles resultó fácil y productivo, pero correr entre las rocas era incómodo y ralentizaba el trayecto.
Raquel se detuvo al escuchar un fuerte sonido que provenía de su izquierda, el sonido era lejano, pero gracias a su increíble sentido de la audición pudo captar aquel sonido.
¿Qué sucede? – digo Hugo al ver a Raquel quieta. Hugo también se detuvo.
¿No escuchas eso? – digo Raquel mientras se concentraba en escuchar.
Hugo sorprendido por las palabras de Raquel, también se concentró en escuchar. Se escuchaba como si algo pesado hubiera caído al piso junto con un sonido silbido muy leve. Hugo se preguntaba ¿Qué era lo que estaba escuchando? Jamás había escuchado algo parecido a aquel sonido por lo que tuvo curiosidad, sin embargo, la curiosidad le duró poco. Aquel sonido significaba que había una criatura en aquella dirección y era mejor apresurar el paso.
Parece ser que una criatura está en aquella dirección, es mejor no molestarla y retomar nuestro camino – digo Hugo
Raquel se quedó callada, al parecer estaba pensando en las palabras que digo Hugo. Un segundo paso, y Raquel salió corriendo hacia a aquel sonido.
¡Eh! ¡Espera! – Al ver a Raquel correr hacia el sonido a Hugo no le quedó de otra que seguirla.
Tomó unos 15 minutos llegar hasta dónde provenía aquel sonido. Lo que se encontró fue una feroz batalla.
Miles de criaturas de un color rojizo batallaban contra figuras metálicas que tenían formas humanoides.
Las criaturas de un color rojo eran variadas en su forma y tamaño. Unas parecían la combinación entre una lamia y una araña, sin duda una criatura de pesadilla, otras tenían formas de animales (tigres, toros, serpientes y caballos) pero sus cuerpos estaban deformados por manos que salían de cualquier parte de su cuerpo, otra criatura espeluznante. Había también gigantes con garrotes que tenían un solo ojo y dos cuernos que salían de sus hombros, estos solo vestían un taparrabos.
Las criaturas metálicas eran menores en número, pero parecían tener la ventaja en la fuerza. Llevaban rifles de asaltos que disparaban una especie de bala electromagnética que al chocar con cualquier criatura era perforada y comenzaba a absorber parte de su cuerpo dando un sonido como de silbido, sin duda un arma poderosa. Aparte de llevar estas poderosas armas también tenían espadas con una hoja que brillaba de color verde, podía traspasar la piel de las criaturas caballos como si fuera papel. Pero lo que impresionó a Raquel fue un escudo hecho de energía que podía parar las embestidas de los garrotes de los gigantes y no dañar a su portador, verdaderamente increíbles. El sonido de algo pesado cayéndose venía de la confrontación de la dureza del escudo con el garrote de los gigantes.
Raquel se quedó viendo la batalla durante algunos minutos, impresionada por las habilidades y armas de los dos bandos en conflicto. Hugo que por fin había alcanzado a Raquel también se quedó atónito ante lo que sus ojos estaban viendo, pero reaccionó al ver que Raquel quería unirse a la pelea.
¡¿A dónde vas?! – exclamó Hugo mientras cogía la muñeca de Raquel.
A ayudar a los mortales – respondió Raquel
¿Los mortales? ¿En dónde ves a los humanos en esa batalla? – preguntó Hugo
Son los que llevan armadura de metal – dijo Raquel, zafándose del agarre de Hugo
¿Qué? – exclamó Hugo. Él nunca se le ocurrió que los humanos fueran los de la armadura de metal.
Al ver que Raquel ya había llegado hasta el medio de la batalla, no tuvo de otra que luchar también.
…
¡Reporte de la situación! – dijo atreves de su comunicador, el capitán de los Linternas, Rain
¡Señor, nos estamos quedando sin munición y las criaturas corruptas aún se cuentan por miles! – dijo un soldado atreves del comunicador.
¡Maldita sea! Poner en ejecución el plan de retirada, no nos arriesgaremos a que nos exterminen – dijo Rain, mientras cortaba la comunicación y recargaba su rifle.
Dos soldados le cubrían mientras recargaba, varias criaturas arañas se acercaban a su posición, pero fueron rápidamente eliminadas por los soldados.
¡Nos retiramos no dejéis que avancen más! – gritó Rain.
En ese momento alguien se paró en medio del campo de batalla.
¡Cesen el fuego! ¡Alguien está en medio del campo de batalla! – volvió a gritar Rain, mientras miraba a una niña, no era una mujer. Media entre 1.60-1.65 cm, llevaba ropas holgadas de color verde pastel, parecía una Diosa que había descendido a la tierra. A pesar de llevar ropas holgadas aún se podía ver su excelente figura y su hermoso cabello largo y de un color celeste jade, era una mujer de otro mundo, su sola presencia irradiaba belleza y pureza.
¿Qué hacia una mujer así, en medio del campo de batalla? – se preguntó Rain
Pero de pronto algo cruzó por su mente, un descendido. Había escuchado sobre ellos, personas que supuestamente habían descendido de los cielos y que cada vez que aparecían una columna de luz podía ser vista, peo nunca lo había presenciado, él pensaba que solo eran exageraciones que contaban los soldados para justificar su cobardía.
Editado: 18.12.2020