Entre juegos y miradas

Karaoke

Sofía me había escrito la noche anterior:
“¿Salimos mañana? No quiero quedarme en casa viendo series y comiendo cereal otra vez.”

Le dije que sí, sin pensarlo mucho. Necesitaba distraerme. Despejarme. Y con ella siempre podía hacerlo. Planeamos encontrarnos en la plaza a las cuatro, sin nada demasiado definido. Solo caminar, hablar y ver a dónde nos llevaba el día.

Lo que no esperaba era que no estaríamos solas.

Apenas llegué y la vi esperándome —con su mochila pequeña colgando del hombro y un par de lentes de sol que ni siquiera necesitaba—, noté que no estaba sola.

Con ella estaban Daniel… y Leonardo.

—¡Sorpresa! —dijo Sofía, con una sonrisita traviesa—. ¿Te acuerdas que te hablé de Leo? Bueno… ellos estaban por aquí, y pensé… ¿por qué no?

La miré entre confundida y sorprendida. ¿Esto estaba planeado..?

—¿Vamos al karaoke? —preguntó Leonardo, animado—. Está a unas cuadras y hay promos hasta las seis.

—Sí, vamos —intervino Daniel, sin mirarme directamente, pero con un tono más suave—. Igual no hay mucho que hacer hoy.

No supe qué decir. Parte de mí quería huir. Otra parte… solo quería dejarse llevar. Sofía me lanzó una mirada como diciendo "relájate, va a estar bien", y terminé asintiendo

—Ok. Vamos.

Y así, sin planearlo, terminé caminando junto a Daniel, con Sofía y Leo delante, hablando de cosas que no escuchaba del todo. El aire estaba cálido, las calles tranquilas, y mi corazón… todavía un poco enredado.

Pedimos algo de tomar, y luego a alguien se le ocurrió un juego:

—Eliges una canción… pero para otra persona del grupo. Y esa persona la tiene que cantar o bailar.

Sofía, siempre dispuesta, aplaudió encantada. Leonardo puso una ruleta en su celular para hacer los turnos más “justos”, y así empezó todo.

La primera ronda fue divertida. Leonardo cantó algo ridículo y se puso a bailar tambien lo tomó con humor. Luego Sofía eligió una canción cursi para mí y me empujó al micrófono. Canté con una mezcla de risa y nervios, tratando de no pensar en que Daniel me estaba mirando todo el tiempo.

Pero luego… el destino jugó.

A Daniel le tocó elegirme una canción a mí.

Vi cómo se tensaba. Pensé que se negaría o que me pasaría una broma… pero eligió.

Y cuando empezó a sonar : Chantaje tenia que bailar

Odiaba demasiado a Daniel en estos momentos sabiendo que me pondria roja como un tomate pero agradecida que Sofia y Leonardo me acompañaron empezamos a bailar.

Al final todos nos pusimos a bailar las musicas mas ridiculas, Cuando sali afuera para comprar una bebida me di la sorpresa ..

Joseph trabajaba en este sitio cuando me miro me sonrio y nos pusimos a platicar un rato, pero el me mando a subir arriba, pero me di cuenta que preferi invitarlo no habria ningun mal si sube es un amigo..

Cuando llegamos Daniel estaba cantando con sudor en su frente enganchado a Leonardo como ahorcandole cuando me vio llegar no se dio cuenta de Joseph y me agarro y empezo a darme giros..

—Este....Hola de nuevo

Joseph hablo con miedo pero se le escucho, Daniel se callo pero como estaba alegre le dio un beso a el como si nada.

—Bienvenido al concierto ¿Comó estas?— Luego empezaron a platicar y a jugar me alegro por un momento pense que no se llevaban bien pero se fue antes Sofia y Leonardo.

—Buenos es mejor irnos no?—dijo Daniel

Como viviamos juntos estuvimos acompañando en el bus cuando subimos Daniel se acurruco en mi hombro seguro me puse roja, sentia mis mejillas ardiendo, Senti a Joseph hacer lo mismo parecian dos niños pequeños y tranquilos , Pero me sentia como una mama sustituta de ellos

Agarre mi celular y les tome foto pero cuando deje de hacerlo de verdad se durmieron eso pense....Pero:

—Sali muy guapo no?— Daniel habia estado despierto toda la parte de recorrido me sonroje aun mas

—Creo que se me rompio mi camara

—Si seguro, admite que soy muy hermoso

—Como digas aja

—En serio no me crees como esta carisma te conquista

—Sigue soñañdo— Seguimos discutiendo pero Daniel se dio cuenta que Joseph estaba en mi hombro me empezo hacer pucheros que empezaban a despetar a Joseph.

Pero Daniel le dio con su dedo en su ojo y se empezaron a forcejear al llegar al parque nos bajamos.......

Al verlos pelearse en el parque como niños, solo pude reírme.

Joseph, calmado. Daniel, dramático.
Y yo en medio… como una especie de mamá sustituta que solo quería dormir.

Al final, me despedí de los dos con una sonrisa cansada y caminé a casa sin mirar atrás.
Pero justo cuando me estaba metiendo en la cama, mi celular vibró.

Era un mensaje de Daniel:
"Hoy fue increible estar contigo."

Me quedé mirando la pantalla unos segundos.
No respondí. Solo suspiré




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