Un hoyo, que su diámetro era indescifrable, se centraba en aquella línea que separaba lo real con la fantasía, la cordura con la locura, la suma inconsciente que nos diferencia de lo irreal pero, ¿es así como lo consideramos?, ¿Acaso el término irreal será duradero?, tal vez no.
La semilla fue plantada, y esto dio justo con la aparición de vida en la tierra, cuando los primeros seres microscópicos llegaron a la evolución para convertirse en especies racionales.
Cuando por fin, los seres humanos ya caminaban sobre la tierra, aquella semilla germinaba, y una extraña planta surgió.
La caminata del hombre en la historia, entre conflictos bélicos y sobre todo, cuando especies de diversas dimensiones lograron traspasar a la nuestra provocando diversos e inimaginables sucesos catastróficos; a la planta germinada le empezaron a salir capullos, capullos que al parecer eran provocados por el miedo y terror de los habitantes de la tierra y otras dimensiones que le servía de alimento y abono.
Cuando por fin los capullos estaban preparados para abrirse, una criatura, perteneciente a la segunda generación llamados “Los Herederos”, el cual vagaba por el espacio y era dueño de nuestro universo, se dio cuenta de la existencia de esta planta.
Al mirarla como poco a poco el capullo se abría para dar a la luz un fruto bastante extraño, un globo ocular, acuoso, que parpadeaba mirándolo fijamente.
Aquel ser ancestral se dio cuenta de la importancia de esta criatura, su función era de no permitir que cosas que pondrían en peligro la existencia de este universo, traspasaran la barrera.
Mientras que en la tierra las personas nuevamente iniciaban luchas aún más fuertes, la planta creció más, sin embargo sucedió algo inesperado.
Durante los diversas revoluciones hasta llegar a la Primera Guerra Mundial, un conjunto de capullos cual racimo de uvas colgando del ya árbol, apareció. Aquello se involucró en lo extraño y lo inesperado. Lo que pasó fue que, provocando grandes temores que sobresalían aún más de lo que se esperaba, provoco la reproducción acelerada de estos frutos.
Pronto, el árbol alcanzaría ser de tamaño formidable y los horrores aumentarían su gravedad provocando la procreación de varios racimos.
Un tiempo, sin previo aviso, un ser oscuro, dotado por el padre de los herederos pero siendo exiliado por la maldad que poco a poco corroía, ingreso a la tercera dimensión, a nuestra dimensión.
Hubo un enfrentamiento entre los dos grandes dioses, una lucha de titanes colosales y primordiales, del cual solo uno salió vencedor, y la oscuridad nuevamente tornaría este universo, Retdhortehm, durmió por el gran daño que le provocó la lucha, y al despertar, nuevamente traería la extinción de estrellas, cosmos y otros cuerpos celestiales, entre ellos la tierra.