—Muy valiente soldado, muy valiente. —escucho susurros provenientes de algún lugar pero ¿de dónde?
Las luces ya estaban apagadas y su cuarto era iluminado solo por la tenue luz de la lámpara que había en la calle. Carlos se encontraba en esa etapa media antes de dormir, cuando empiezas a sucumbir al sueño pero tu mente no deja de susurrar….
— ¡Soldado! ¡Soldado! no cierres los ojos….
Carlos, intentaba volver en sí pero no lo conseguía las píldoras que le recetaron resultaron sumamente efectivas.
De pronto al abrir los ojos por completo se percato de que alguien había en la habitación, no distinguía que pero sus ojos lograban distinguir una silueta a solo unos cuantos metros de él. Carlos intento hablarle pero no podía hablar, o hacer sonido alguno ¿Qué pasa? ¡Qué carajos pasa! Pensaba mientras se comenzaba a alterar.
La silueta tomo mas forma y se veía más definida e incluso pudo mirar su rostro, un rostro que solo tenía boca y en ella un gesto sonriente…
Carlos intento pensar en que estaba teniendo una pesadilla y de era totalmente consciente de ello, pero la figura empezó a acercarse a él, en su afán por gritar cayó en la cuenta que tenía que escapar, y lo intento, pero solo consiguió caerse bruscamente de la cama.
Fue un sonido estrepitoso y su madre fue enseguida a ver qué pasaba, lo encontró en el piso y diciéndole que estaba aterrado, que le gritaba y no lo escuchaba…
Las pesadillas tomaban forma en su realidad, a veces veía sombras saliendo de la nada, a veces escuchaba ruidos y otras veces más susurros, incluso miraba algunas figuras demoniacas provenientes de fuera. Las noches se volvieron difíciles para Carlos y por supuesto su madre quien decidió llevarlo a la Clínica de Psiquiatría, le avisaron con anticipación que podía acudir por ayuda en cualquier momento, así que opto por hacerlo. Tenía miedo de que su hijo quedase por completo loco e iba con la esperanza de encontrar una solución, pues ya habían pasado varios días y sus pesadillas no cesaban.
—Su hijo tendrá que estar aquí unos cuantos días en observación. Las píldoras que le recetamos tenían que haber funcionado desde la primera toma, sin embargo hay otras alternativas….
—Solo quiero que se recupere, haga lo necesario por favor… ¿Cuánto tiempo estará en observación?
—El tiempo suficiente.Debe de firmar este documento el cual nos da su consentimiento de hacer las pruebas necesarias para que su muchacho se recupere.
La madre de Carlos firmo confiando plenamente en el Psiquiatra pues le inspiraba confianza aparte de que él sabía lo que era necesario, lo tenía que dejar en manos de expertos.