Carlos en todo el día después de lo ocurrido no conseguía entender bien, lo que le había sucedido, ¿fue un sueño sumamente extraño o acaso fue algo más que eso?
—Discúlpeme, yo no tenía idea que usted se iba a parar tan repentinamente. —Carlos y algunos de los que estaban en la sala de estar comenzaron a escuchar la conversación del Psiquiatra y la enfermera.
—Ya descuida, el olor a café en mi bata hasta resulta atractivo.
—No se haga el gracioso, sé que se molestó…
—Ya enserio descuida. —Termino por decir el Psiquiatra.
En ese momento Carlos sintió como una extraña pesadez en el cuerpo, no sabía cómo reaccionar, pues quedo sorprendido ¿entonces no fue un sueño? Realmente estaba caminando y atravesando paredes por todo el lugar ¿Qué carajos? Todo eso le parecía una tremenda locura. Sin embargo esa misma noche, Carlos estaba dispuesto a adentrarse de alguna forma a este nuevo “mundo” o “plano”, no solo porque podía caminar sobre sus pies, sino también porque la sombra le advirtió de algo serio pero ¿acaso fue todo real? El café en la bata del Psiquiatra le había parecido una prueba suficiente ¿y la sombra? ¿Quién o qué era esa sombra? Pero no tantas preguntas a la vez, porque nos volvemos locos pensó, antes de una sonrisa irónica.