Entre la Tierra y el Cielo Libro 1

Capítulo 6. Predicciones

Tomo el único libro con la palabra ángel en la portada y salgo de la biblioteca. Con tranquilidad me dirijo al salón de matemáticas, aún faltan quince minutos para que la clase empiece. Papá suele traerme muy temprano a la escuela, extraño tomar el transporte público y extraño escribir, no he escrito nada desde que papá regreso.

Sigo pensando en lo que soñé. Fue un sueño raro, ¿qué significa soñar con ángeles?

Tengo una duda más grande, ¿los ángeles son así? Porque el ángel de mi sueño es muy guapo. No puedo borrar de mi mente su rostro y esas bellas alas. Durante el camino a la escuela intente volver a dormir para soñar con él, pero no funciono. Ese ángel me provoca cierta inquietud, nunca he visto a ese chico en mi vida, no tengo idea de quien sea.

Aprovecho que estoy cerca de la prefectura para entregar mi poema para el concurso, escogí uno de los poemas más especiales y nunca antes leídos por alguien. Espero ganar, no por el dinero, sino por las clases con ese poeta; es uno de los poetas más reconocidos de la ciudad. Aunque el dinero también ayudaría un poco, le compraría a Luz su regalo de cumpleaños.

Me detengo al ver que Juan Pablo viene a lo lejos. Sé que me hablar y no quiero eso. Mi corazón late un poco fuera de lo normal, últimamente me pasa eso cada vez que lo veo. Después de lo de ayer me da pena hablarle y mirarlo a los ojos. Primero escucho a mamá con lo de las toallas sanitarias y lo peor de todo es que durante el asalto no deje de abrazarlo. A lo mejor y ya se dio cuenta que siento algo por él, me voy a morir si es así. Sería una gran desilusión que él no sienta lo mismo por mí.

Giro sobre mis propios pies y me regreso por donde venía. Tomare otro camino, aunque eso implique rodear toda la escuela.

─¡Ana, espera! ─gritan detrás de mí.

Es él, sé que lo es. Su voz es inconfundible. 

Ignoro sus gritos y camino más rápido para llegar a los baños, puedo meterme y así él se ira. Pero oh sorpresa, Juan Pablo aparece enfrente de mí. Me detengo de golpe, casi tiro el libro y choco contra él.

­─¿Por qué huyes de mí? ─levanta una ceja de una manera muy sexi.

─No lo hago ─miento, aprieto con fuerza el libro.

─Vi perfectamente como te diste la vuelta y empezaste a caminar rápido.

─Sí… lo siento.

No sirve de nada mentir, se vio muy obvio que estaba huyendo de él.

«Tierra, por favor trágame y escúpeme en mi casita».

─Está bien, no importa. Solo quería decirte que mi mamá me está organizando una fiesta por mi cumpleaños ─pone los ojos en blanco─ y quiero invitarte. Es el sábado en la noche ─de su bolsillo trasero saca un papel doblado por la mitad y me lo entrega, al tomarlo nuestros dedos se tocan─. Es la dirección de mi casa. Espero que puedas ir, la verdad es que eres la única persona que me gustaría que fuera.

─Gracias por la invitación, te prometo que iré.

Guardo el papel en la mochila, me conozco y sé que soy capaz de perderlo.

─¿Crees que puedas llevar a Salma? Abraham me pidió que te lo dijera. Me parece que hay algo entre los dos y se muere por pasar un rato con ella.

─Dile que no se preocupe, ambos estaremos ahí.

─¡Chicos! ─grita Salma desde lo lejos, viene corriendo hacía nosotros─. Hola, mejor amiga ─me da un abrazo─. Hola, chico sombreros ─hace una reverencia con una sombrero invisible─. Ana me comento que quieres unas predicciones. Traje mi bola de cristal y escuche que la profesora Lambert no vendrá. Ando de muy buen humor, por lo que esta vez será gratis.

─Me parece buena idea ─dice Juan Pablo. El timbre suena indicando la entrada a los salones─. Tengo que ir a filosofía. Las veo detrás del laboratorio de química, es un buen lugar ─con sus dedos pellizca mi mejilla izquierda, chasquea la lengua y guiña un ojo.

Juan Pablo se va, dejándome en el rostro una inmensa sonrisa. Me llevo una mano a la mejilla, lo sigo con la mirada hasta que veo que entra a un salón.

─Ustedes dos son muy adorables. Si fueran novios serian mi pareja favorita ─suspira, la miro con mi inmensa sonrisa─. Abraham habla maravillas de él, yo creo que es perfecto para ti. Los veo juntos en un futuro.

Se escucha muy emocionada. Para emocionarla más saco de la mochila el kit de hechicería, al instante que lo ve pega un grito.

─Feliz lunes, feliz no cumpleaños. Hice una apuesta conmigo misma, te lo compraría si mi papá se quedaba más de una semana con nosotras.  

─¡No te pases! Ana, muchas gracias. Dios mío, eres la mejor amiga del mundo. ¡Te quiero mucho! No sabes cómo les agradezco a los de allá arriba por haberte puesto como mi mejor amiga ─toma la caja de mis manos, me da un fuerte abrazo y sale corriendo al salón.

Abre la caja y saca con cuidado las varitas mágicas. Es como una niña pequeña en una mañana de navidad.

Me voy a sentar a mi lugar. Es raro que King no esté aquí, normalmente llega muy temprano. No tengo ningún problema que llegue tarde, eso me da tiempo para leer el libro que saque de biblioteca.

Abro el libro “Ángeles” en su primera página de texto. No es un libro muy largo, lo puedo terminar en los tres días que me dieron para regresarlo.




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