Narrado por Alonso
No puedo creer que este apunto de hacer esto. Debería de estar con Ana, si algo le llegase a pasar no me lo perdonaría y me sentiría peor de lo que ya me siento, pero estoy aquí, en la puerta del chico para hablar con él y pedirle disculpas. Sera la primera y última vez que hare esto, odio tener que hacerlo, pero se lo debo a Ana por todo lo he hecho.
El guardián del chico debe de estar burlándose de mí y a este punto debe de detestarme aún más que antes.
Toco el timbre y me preparo para lo peor.
─Lo haces por ella, recuerda eso ─digo en voz baja.
La puerta se abre y se me acelera mi corazón imaginario. Juan Pablo me mira de pies a cabeza, arruga la frente y cierra los puños. Debo de estar en primer lugar en su lista de las personas que más odia.
─¿Puedo ayudarte en algo? ─pregunta con un tono amable o eso me parece a mí.
Me están dando ganas de cancelar la misión, borrarle la memoria e ir con Ana.
─Quisiera… hablar contigo… sobre Ana.
─No creo que sea buena idea.
Al menos coincidimos en algo, yo también pienso que no es buena idea.
─Lo sé, aun así quiero que me escuches.
Se hace a un lado y me indica que pase, cierra la puerta y me guía hasta la sala donde tomo asiento en el sofá pequeñito. No puedo evitar notar los golpes en su rostro, aun no puedo creer que mi Ana se haya peleado y yo no estuve ahí para defenderla.
¿Dije “mi Ana”? Ella no es mía.
─¿Y bien? ─jala del nudo de su corbata para pasar a quitársela.
─En primer lugar, quiero pedirte una… una… ─aprieto los dientes con fuerza. No quiero hacerlo, no puedo, no… ¡Por ella! ¡Hazlo por ella!─ una disculpa.
Lo dije… No creo poder más, aún puedo borrarle la memoria y escapar… ¡No! No hare eso. ¡Por Ana!
Es mejor que termine con esto lo más pronto posible.
─Te pido una disculpa porque estuvo mal lo que hice. Yo fui la causa por la cual llego tarde a tu concierto, borre sus llamadas y sus mensajes y la bese, yo la bese... Ella no tiene la culpa de nada, fue toda mía y… ─cierro las palmas de las manos hasta que se me encajan las uñas─ no debiste terminar con ella.
Soy un tonto, soy lo que le sigue de ser un tonto. ¿Cómo es que termine en esta situación? Oh, ya lo recuerdo, cometí el estúpido error de enamorarme de mi ángel.
─Debes de saber que Ana es muy importante en mi vida y es muy especial para mí, pero nuestra relación no es más que una… ¿amistad? ─No sueno muy convencido porque no creo que esa palabra nos defina─. Si estoy aquí es porque ella te ama, tal vez tú no lo creas, pero te puedo jurar por mi vida que es verdad. Sé que tú también la amas y… ambos merecen estar juntos.
Creo que voy a vomitar, no me siento bien.
─¿Tú que sientes por ella?
¿Pero qué…? No pienso responderle eso.
─Dime, no pasa nada.
Claro que pasa algo.
No pienso confesarle mis sentimientos a este tipo, si no se los he confesado directamente a Ana, mucho menos se los diré a él. Ni aunque volviera a nacer lo haría.
─Solo vine a pedir una disculpa, no a hablar de mis sentimientos. Lo que sí puedo decirte es que estoy consciente de que no puedo entrar a un corazón donde no soy correspondido ─me levanto y me dirijo a la puerta.
─Ella siente algo por ti.
Me detengo de golpe y volteo a verlo.
─¿Lo crees?
─Sí, puedo verlo y sentirlo.
Sé que ella siente algo por mí, yo he hecho que me quiera.
─Ella no me merece. Si te lo explicara no lo entenderías.
Abre la boca para hablar, pero vuelve a cerrarla.
─Escucha, si la amas y si no eres tan idiota… no la dejaras ir. Ve a buscarla, habla con ella y amala como nunca antes has amado a nadie. Ana se merece lo mejor de este mundo y tú eres de las pocas personas que pueden hacerla feliz. No puedo prometerte que me alejare de ella porque no puedo hacerlo o al menos no por ahora. Solo dame un mes y todo volverá a la normalidad.
Antes de salir vuelvo a mirarlo.
─Quiero que me prometas una cosa... que ella será feliz, que siempre se sentirá amada y que nunca más volverá a travesar todos esos problemas que está teniendo ahora.
─Te prometo más que eso.
─Bien, yo te puedo prometer que nunca más volveré a meterme en su relación.
Salgo de la casa con la frente en alto. Me falto decirle que no le comente nada a Ana, no quiero que se entere que vine a pedirle a Juan Pablo que regrese con ella, no quiero que nadie se entere. Estoy enojado y a la vez me siento humillado.
Sé que estoy haciendo lo correcto, prefiero que ella viva su vida aquí abajo, que conmigo allá arriba. En la Terminal no podrá cumplir sus sueños y no podrá hacer todo lo que tiene planeado. Es muy egoísta de mi parte que se vaya conmigo solo porque la amo y la necesito.