Capítulo 5

Hizo silencio y siguió mirando hacia el techo por unos segundos más.

_ No sabía que eras tú, no hasta ahora que me lo dices. Es cierto, ahora que lo recuerdo bien, eras tú, sabía que tu cara se me hacía familiar_ termina afirmando _ cómo no me di cuenta antes, quizás el haber perdido una gran suma de dinero aquel mismo día me tenía fuera de órbita, ese día fue extraño, uno de los meseros también sufrió algún tipo de ataque de pánico o algo similar, solo se que no quiso decirle a nadie que le había sucedido y después de que te llevaran hubo un accidente que dejó dos muertos a una cuadra de allí.

_ ¿Que hacías en aquel lugar solo? _ le pregunté, aunque era obvio que fue a almorzar

_ A lo que van a un restaurante las personas, a comer, beber algo, comprar algún alimento, ya sea para comer allí o llevar, en mi caso fui a almorzar, había pasado la noche jugando póker, por dinero, desafortunadamente perdí todo lo que aposté, y terminé con un dolor de cabeza letal, cuando el mesero comenzó con los gritos solo pude bajar la cabeza y taparme los oidos con todas mis fuerzas _ hizo una pausa para tragar saliva _ no es que así dejara de escuchar, pero al menos sentía un poquito menos los gritos, después de almorzar vine para acá a dormir, no era mi día de suerte, así que mejor no andar en la calle , capaz y me hubiera atropellado un carro. Me llamó la atención ese día tu cara, te veías afectada, eras un rostro intrigante, con una belleza diferente, jamás hubiera imaginado que estabas teniendo un infarto _ dijo acostandose de lado para poder verme mejor

Hice lo mismo y me puse de frente a él. Sus ojos estaban clavados en mi, bajó la mirada lentamente y se detuvo cuando llegó a mis senos, no eran muy grandes, pero si lo suficiente para que resalten con el escote de la blusa que llevo puesta. El día del funeral Keyla eligió está blusa porque mi madre no podía hacer nada más que gritar y llorar. La blusa era de mangas largas, ajustada al cuerpo, llegaba hasta el ombligo y era negra, también me pusieron un jeans del mismo color, ajustado y unos tacones de punta fina a juego con lo anterior, la combinación no me gustaba pero no fue mi elección. El maquillaje era poco, pero si se veía bien.

Richard me ponía nerviosa, no sabía que después de muerta podía sentir esa sensación. Después de observarme por un corto tiempo se pasó ambas manos por la cara, cogió un suspiro y de un salto se puso de pie y fue directo al baño.

Me quedé dormida, aunque la abuela de este hermoso hombre me había dicho que no me hacía falta dormir, lo hacía, era una comoda manera de pasar el tiempo. Me desperté al sentir una presión contra mi cuerpo, estaba todo oscuro, no sabía que hora era, me giré suave y me percaté que Richard me estaba abrazando, estaba contra mi cuerpo, su respiración contra mi oreja me comenzó a erizar. Me dispuse a pararme pero hizo fuerza y me atrajo más hacia él y sentí algo duro que provenía de él haciendo presión contra mi trasero. Su mano se encontraba en la parte baja de mi abdomen y sentí un hormigueo en mi interior, esto es perturbador, yo estoy muerta y hasta hace poco tenía novio, no está bien que me sienta así con este chico.

Le intenté apartar la mano pero no me dejaba, al final decidí quedarme así, poco a poco me acostumbré a la difícil y dura situación (hago énfasis en esta penúltima palabra) y me relajé, pasada una hora caí en un profundo sueño.

El timbre del móvil de Richi me despertó, aún estaba en la misma posición en la que me había dormido, envuelta en sus brazos.

_ Buenos días, dormilona _ me saludó alejándose y cogiendo el móvil

_ ¿Ya estás aquí? _ preguntó al levantar la llamada _ un segundo, ya salgo

Salió dándome una última mirada.

Llegó al cuarto con la misma chica que había venido el día en que nos conocimos

_ Hola, Luz _ al escuchar eso pensé que me podía ver _ no puedo verte pero ya Richi me contó tu historia, estoy aquí para ayudarte en lo que haga falta. Puedo ser útil, soy detective.

_ Puedes responder, yo hago de mensajero _ se ofreció el guapo

_ Que extraño es esto _ reí _ ¿Es tu novia? _ ¿Eso fue lo que se me ocurrió preguntar?, ¿En serio luz?, ¿No pudiste preguntar otra cosa?, me regañé mentalmente _ osea.... ustedes... no sé , son... _ y me interrumpe

_ Somos hermanos, está es mi hermanita bella, aunque se ve pequeña es más vieja que yo _ me dijo dándole un apretón de cachete

_ Tonto, me duele _ se quejó la chica _ además solo soy dos años mayor

Por suerte ella no escucho lo que yo pregunté, que estúpida me sentía, estaba avergonzada y pensar que entre ellos había algo más me puso nerviosa y tonta

_ Siéntete tranquila conmigo, ahora soy parte de tu equipo, dime por dónde quieres que empiece, créeme cuando te digo que soy buena en mi trabajo, cuando Richi me contó tu historia no le creí pero al final me convenció, admito que es difícil de creer que hay alguien mirándote y escuchando lo que hablas, alguien que puede pasar a través de ti.

Le dije las sospechas que tenía sobre el mesero del restaurante. El había actuado raro desde un principio, no tenía pruebas, pero podía estar relacionado con mi muerte, el infarto había sido provocado, me dieron algo en la comida para matarme, el resultado de la autopsia lo confirmó.

Richi le repetía todo lo que yo hablaba.

_ Tranquila, ahora mismo voy para allá, ambos deben ir conmigo, Luz para que diga quien es el hombre y tú _ dijo señalando a su hermano _ para que me pases el mensaje

_ Luz no puede salir de aquí, ya te hablé de eso _ negó por mi

_ Tu abuela me dió este colgante, con el no pueden verme, me va a proteger por un buen tiempo _ le recordé

_ Pues no me voy arriesgar

_ La que se va a arriesgar soy yo _ le aclaré, odio que quiera decidir por mi

Su hermana solo lo escuchaba sin saber a que se debían sus respuestas

_ Ya te dije que no irás a ninguna parte, se quien es el mesero, tu presencia no hace falta