Y al anochecer,
este poema llegó a mi mente;
cada vez que cerraba los ojos,
ahí estaba soñandolo.
Y es que fuimos ese poema que no se escribió,
esa canción que no sonó;
un mísero intento de amor.
Entre sollozos, este poema se hace más largo,
y cada vez que cierro los ojos solo te veo a ti.
Eres esa canción que en los días grises recorre mi mente,
eres esa alegría que siempre dolerá en mi ser,
fuiste ese amor incalculable
que aprendí en mi tener.
Eres el corazón de un alma pura,
siempre me pregunté, ¿por qué?...
Nuestro amor
solo podía quedarse en lo que no estaba escrito,
entre la ilusión y la realidad,
Entre lo que es y lo que pudo ser sí...
Fuimos esa ilusión a poema,
que no quedó más que en eso.
Ese poema que entre lágrimas,
mi mente me recuerda cada noche,
pero que no puedo escribir.
Ese es nuestro secreto.
Parece que así como surgimos
terminamos desvaneciendonos,
entre las luces del amanecer