P.O.V Sofía
Estos días había podido dormir bien, y mientras Charlotte estaba fuera me hacía cargo de sus hijos y suegros, al principio no podía hacer bien los quehaceres, pero era cuestión de que me acostumbrará. Para nada era sencillo, pero si tranquilo, miró a Hiro descansar sobre una hamaca, mientras Alexander está en el piso afilando los cuchillos.
—Está demasiado calmado… — Digo mientras comienzo a escuchar unos pasos demasiado agitados, era un caballo. Charlotte venía en este, con Caleb en sus espaldas.
—Una gran tormenta se avecina — Corro hacia ellos mientras Caleb venía herido de la espalda, Charlotte estaba agitada.
—¿Qué pasó? — Preguntó mientras Hiro y Alexander bajaban a Caleb, estaba sudando frío. Había sido herido por una flecha, no hablamos mucho mientras lo metemos y en la mesa del comedor atendemos sus heridas.
—Nos paramos a conseguir un periódico y una guardia real lo comenzó a atacar, está siendo buscando — Lo podemos bocabajo, mientras quitamos las prendas para dejar ver la profundidad de la herida, no había muchas cosas para tratar su herida más que alcohol y algunos trapos que había lavado esta mañana, Caleb abre los ojos, antes de que echáramos el alcohol provocando su grito, nadie está listo para esto, pero con los trapos lo ponemos en su boca, mientras me subo en su espalda para poder cerrar su herida con hilo y aguja, este se movía, mi peso no era suficiente, mientras rezaba que se desmayará.
Me miraba y sus ojos rojos, dejaban caer una lágrima hasta que por fin perdió la conciencia y pude cerrarla, mis manos manchadas de sangre, estaban temblando, Charlotte me entrega una caja, el sello era de mi padre, pero él no estaba. Me limpio las manos para el regalo.
—Tu padre iba a venir, pero se quedó haciendo tiempo. Fue capturado por los aliados — Sabía que era lo más probable, cuando volviera tendría que agradecerle mucho. La plana del periódico hablaba sobre la traición de la emperatriz, de su familia, del pueblo enemigo. Era demasiado para procesar, Alexander y Hiro suben a Caleb a una habitación sola, mientras me quedo en la misma para leer el contenido de la caja.
Los tres nos sentamos mientras Charlotte nos da el espacio, abro la caja, lo primero que veo es el anillo de duque. Siento como mi corazón se oprime, porque entendía el significado. Unas lágrimas se caen mientras Alexander me toma de la mano.
—¿Qué significa ese anillo? — Pregunta Hiro.
—Mi padre está muerto… — Tomó el anillo y lo aprieto contra mí, las lágrimas caían. Y ahora lo entendía, él hubiera venido si en verdad pudiera, debía haberlo previsto, el hecho de su muerte significaba que podía ser la duquesa…
Comienzo a llorar amargamente, mientras vacía todo el contenido, tenía cartas que había intercambiado con el emperador, había dejado cosas al azar para que buscara qué hacer, al final había una carta sellada, con el sello de mi familia.
“Querida y dulce hija mía…
Estaré siempre a tu lado, eres el amor de mi vida, perdona a este padre tan idiota. Te amo demasiado hija mía, estoy orgulloso de ti y podrás hacerlo muy bien. Confía más en ti.”
Revisó la carta por detrás y no había nada, él tenía la sospecha de que moriría. No me quería imaginar las malas jugadas de su mente, al pensar que su final se acercaba.
—Sofía, aquí hay lo necesario para darte el beneficio de la duda en el asesinato del emperador, lee esta carta — Me la da y leo como este le habla a mi padre del miedo que sentía, de que alguien lo miraba dormir, las fechas de la cartas y el horario podrían comprobarse que estaba dormida, y mis damas podrían hablar sobre mi sueño, aunque esas 2 habían dicho cosas en mi contra, ahora como duquesa se me concedería como noble.
—Alexander e Hiro, vayan al pueblo y recolecten información sobre la percepción de la gente hacia mí, y sobre la causa de muerte de mi padre — Les ordenó mientras me siento, estaba demasiado cansada, me pongo el anillo que antes soñaba tener. Miro a Caleb, este lo había hecho bien, cambió los trapos de su cabeza pues estaba sudando, mientras unas lágrimas caen, no me había despedido de mi padre.
—Estoy vivo… No llores por mí… — Habla Caleb abriendo sus ojos.
—Gracias a dios estás a salvo — Lo ayudó a sentarse mientras acomodo las almohadas en su espalda, su cara era de visible dolor, me sonreía mientras acomodaba su cabello.
—Tu padre… — Me dice, pero niego con la cabeza, ya sabía otra vez las lágrimas caen.
—¿Por qué ayudas a mi familia? — Él toma mi mano.
—Por arrepentimiento — Sobaba mi mano con sus dedos —. Mi tía y mi tío te torturaron, entre al norte con la idea de que tendría que acabar contigo, esa era mi misión. Tendría que enamorarte y acusarte de traición, pero al ver lo que mi familia te hizo, como sin dudar apuntaste a mi cuello, e incluso como te aferraste a sobrevivir, me hizo darme cuenta de que mi familia era la que debe de acabarse.
—¿Quieres ayudarme de verdad? — Mis lágrimas habían parado, pues su familia había destruido todo lo que amaba, él asiente con la cabeza —. Ahora soy la duquesa de Clue, y se abrirá un juicio en mi contra, es necesario que testifiques en contra de tu familia.
Este abre los ojos lo suficientemente grande, para darse cuenta de que iba en serio.
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Editado: 13.06.2023