Entre las cenizas

CAPÍTULO 23

Al despertar lo primero que me causa conflicto fue que mi hermano se encontraba a mi lado, no recordaba el hecho de que me fuera acostarme con él, pues todo se torna borroso recordaba las cosas que habían pasado al bailar pero no las que seguían a ello, me levanto mientras busco otra vez que ponerme, las mucamas en su lugar preparan velozmente un cambio que iba con mi nuevo estilo, sin demasiado ornamenta, ato mi cabello por completo y lo único que dejaba a la vista eran 2 mechones. El vestido era uno color gris, con detalles en negro con pendientes de cristal, mi hermano se despierta dando la orden de que le den de comer y este saca el libro que le había dado antes.

—Alteza, el emperador Ethan la espera en la biblioteca — Me pongo la capa mientras le digo a Asher que volveré beso su cabeza y me voy hacia donde la mucama me lleva, efectivamente Ethan estaba allí, lucía tan limpio, hago una pequeña reverencia pero él lo niega con la cabeza.

—Eres una hermana para mí, sabes que no será necesario jamás que vuelvas a hacer eso en tu vida — Me extiende la mano mientras me enseña por la ventana, habían miles de plebeyos a la entrada mientras nuestros chef servían sopa caliente por este frio —. Mira lo que logramos…

Ellos agradecían a la ventana, mientras se retiraban con su plato de comida.

—Me castigue tanto tiempo por las acciones de otra persona, que si lo hubiera pensado un poco mejor me hubiera dado cuenta de que esta es la manera correcta de solucionar lo malo que hicimos en el pasado — Me dice mientras una lagrima se me escapa —. Hey lo has hecho demasiado bien.

—Gracias — Le digo mientras el me soba la mano.

—Es por eso por lo que quiero que tu lideres la estrategia para entrar al norte — Eso me toma de sorpresa mientras me sienta —. Conozco tus habilidades, te falta pulir pero tu padre era un gran estratega espero que venga de familia pero confió en ti es por eso por lo que te lo pido ¿Puedes hacerlo?

—No te defraudaré — Le digo besando su mano, mientras que Sebastián entra.

—Caleb ha desaparecido — Me rio sabiendo que en parte fue mi culpa.

—Yo me encargo — Digo poniéndome de pie. Paso de largo de Sebastián actuando como si nada hubiera pasado, por que para él solo habían sido palabras dichas bajo el alcohol y ambos lo sabíamos —. ¿Lo quieres vivo verdad?

—Si no es mucha molestia — Me dice Ethan mientras me rio, voy hacia el establo para tomar un caballo, y de paso robar arco y flechas. Trato de buscarlo con la vista pero Caleb tenía razón el frio era demasiado fuerte para mí, aun así trato de cabalgar, no lo conocía lo suficiente para saber a qué lugar va cuando tiene miedo, o necesita pensar, pero como alguien que también sufre de ansiedad y analizaba a las personas sabía que él debía de ir al bosque, el bosque daba calidez, con el caballo y solo una capa densa entro al bosque.

Busco con la mirada, mientras miro una figura negra, me arriesgo para gritarle y este voltea. Sin dudar era Caleb, quien solo cargaba un pequeño bolso, galopo hacia él, ni siquiera se inmuta cuando el caballo queda tan cerca de él que un paso más era capaz de aplastarlo.

—No tienes frio — Me pregunta mientras me ayuda a bajar, lo abrazo mientras trato de robarme su calor —. Estas demasiado helada.

—Tengo cerca de una hora y media buscándote o más — No podría gesticular con claridad por el frio —. Siento lo que dije anoche, no lo decía con claridad.

Caleb se quita la chamarra densa que tenía encima para quedar con una camisa ligera, trato de quitármela por el simple hecho de que si estaba frío para mí, no me imaginaba como estaba para él.

—No siento frío, me preocupas tu — Me dice mientras me acomoda el gorro para taparme la cabeza —. Siento que me haya molestado anoche, no debí de hacerlo y está bien que supongas que soy alguien que busca el poder de tu familia.

—Lo siento, no era mi intención ofenderte — Me disculpo con él, pero este solo se estira mientras me hace señas para que me acerque a algo.

—Mira — Me enseña un campo de flores color café, era la primera vez que miraba un campo de flores color café, me trato de acercar pero el me detiene mientras el baja primero para ayudarme a bajar, nuestras manos heladas se dieron un poco de calor por un segundo antes de que la incomodidad nos separe, este recolecta algunas flores y las guarda en su bolso mientras voltea a verme, estira su mano.

La tomo pensando que me va a llevar a otro lado, pero en ese caso me acerca a él, su mano en mi cintura y su otra en mi mano, centímetros nos distancian por primera vez veo sus pecas, la pequeña cicatriz en su labio, sus ojos mirando mis labios.

—No me arrepiento de lo que dije, y sobre conocernos tenemos una vida para hacerlo, tenemos toda una vida para conocernos si tú me aceptas — Me dice poniéndose de rodillas, no estaba lista para esto, no es que fuera un mal chico. Simplemente aun era muy pronto para mí.

—Primero tenemos una guerra que ganar, si me ayudas a ganar podemos hablar de tener una relación — Digo tratando de esquivar la pregunta pero este solo respira mientras se pone de pie.

—Es mejor eso a que me descartes por completo ¿No? — Se ríe y lo único que puedo hacer es darle un pequeño beso en el cachete mientras camino por donde venimos, este me ayuda a subir y regresar ambos al castillo, tenia mucho frio pero decidimos ir por el pueblo para ver a las personas, había una larga fila con niños que esperaban su plato de comida.




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