No había tanto tiempo para planear una estrategia, Victoria, Evangeline, Raquel y mi hermano son encaminados por un mayordomo de suma confianza a las afueras, con ayuda de las mucamas que se negaban a abandonar su hogar alzamos las nuevas banderas que significaban que la guerra estaba estallando en el territorio, solo sabíamos un poco de la ley de aquí pues de nuestro lado estaba Caleb quien la conocía por ser un noble, cambio mi ropa a prisas mientras el sonido de las trompetas marca a los que fueron requeridos que se presenten.
Pantalones negros, camisa blanca y capa roja, ato mi cabello lo suficientemente alto como para marcar la diferencia, botas de cuero gruesas, en mi espalda llevo mi arco y a mi costado una espada, la espada de mi padre.
Me miro en el espejo una ultima vez, hoy se marcaba quien saldría vencedor, o si bien, quien tenia mayor ventaja estratégica, en la parte de atrás del castillo habían plebeyos algunos vomitaban en las esquinas del miedo, otros se encomendaban a dios, Sebastián me da la mano para ayudarme a subir.
—Tienes que hablar — Me susurra, mientras trago saliva.
—En sus manos queda el destino del imperio, el destino de sus familias, de las personas que amaban, ayúdenme a ayudarlos y que el imperio prosperé — Digo mientras Ethan sube con la vestimenta apropiada para el combate, en el norte estaba considerado una obligación pero como estaba las cosas esperaba que no nos acompañaran, me pone una mano en el hombro mientras él toma la palabra.
—Gracias a todos por venir, mi nombre es Ethan soy su nuevo emperador a mi lado derecho esta el nuevo duque mi hermano Sebastián y a mi lado izquierdo la duquesa Sofia líder de esta tropa en ella no tienen solo una persona confiable también tienen un buen aliado — Dice tomándome fuerte —. Confíen en nosotros.
No necesitábamos decir más cuando ya estaban dispuestos a nuestra ayuda, ellos ya estaban dispuestos ayudarnos, habían hombres y mujeres que darían su vida por proteger su hogar, la lealtad no estaba con su lideres si no con el territorio.
—Personas que sepan pelear a la derecha, los que no a la izquierda, los de la derecha tomen una pareja de la izquierda apóyense — Doy la orden mientras Caleb enseña como debíamos abordar al enemigo, yo solo puedo mirarlo como comienza a dar instrucciones de como invadir la opción era herir no matar, sabíamos que había seres queridos en la misma lucha de nosotros, no por eso eran villanos, un viejo amigo me lo había dicho. Le sonrió a Sebastián mientras escuchamos el sonido de la trompeta que significaba que ya estaban cerca.
Los soldados de rodillas comienzan a rezar si bien teníamos diferente lideres nuestro dios era el mismo, yo no me atrevía a rezarle a nuestro dios si no le pedía a mi padre su ayuda, me bendigo a mi misma, antes de salir de allí con mi grupo de caballeros temerosos, todos en silencio formamos una barricada enfrente del palacio mientras un grupo reducido sale hacia el norte, esperamos que se acerquen mientras comienza a llover, la lluvia me traía buenos recuerdos a pesar de los malos momentos, humo blanco sale de mi boca mientras la espera es eterna.
—Alteza, esta segura que vendrán — Me cuestiona uno de los plebeyos mientras sostiene con miedo su espada, o con frio diría yo.
—Vendrán, estoy segura de ello — Al decir eso una tropa se acerca liderada por la mano derecha de la emperatriz de sangre, un joven llamado Profitt si mal no recordaba el era uno de los recomendados por mi madre para mi marido después de lord White obviamente —. Se los dije.
Doy un paso enfrente a pesar de que el nos superaba en numero e incluso este venia en caballo, tenia algo llamado orgullo, mi orgullo me hacia hacer cosas que antes no podía, era mi primera lucha formal.
—Soy la duquesa Sofía de Clue, les ordeno que se retiren de estas tierras — Digo titubeando por el frio haciendo que el enemigo lo tome a gracia.
—No tienes título, tu ducado ha quedado destruido tras el exilió de tu madre — Grita haciendo que todos escuchen sostengo con ambas manos —. Si se rinden ahora les tendremos piedad, siempre y cuando su lealtad cambie.
Ni siquiera me atrevo a ver hacia atrás ya sabia que varios estaban tentados por el simple hecho de la estabilidad, limpio con una mano el agua que recorre mi cara. Este baja de su caballo y me preparo con el arco, era más veloz que una espada, la mantengo a mi costado.
—No se si te dijeron pero somos familia… — Me dice como si eso fuera a cambiar algo —. Como varón puedo restablecer el ducado de tu padre.
Sin piedad disparo la flecha haciendo que los de ellos se pongan en guardia para hacer una lluvia de flechas al igual que los míos, ambos éramos locos dispuestos a morir si era necesario, recargo nuevamente lista para soltar, mientras este grita de dolor le había dado en el hombro.
—Hay más donde vino esa flecha, retírense de las tierras del emperador Ethan — Digo en voz alta tomando aire del diafragma para tener mayor precisión a la hora de disparar la flecha esta vez ya no seria una advertencia, sería un hecho.
—Puta madre, que esperan para atacar — Dice el ayudante tirando sus lentes, mientras lanzo otra flecha a su pierna, mientras mis aliados dan un paso para ponerse enfrente, de rodillas con arco. Camino hacia el centro mientras saco una flecha de su cuerpo, este estaba indefenso en el piso, pura apariencia, o una estrategia era imposible saber quien era el, pero mi familiar no lo era, la cobardía no era una característica de los Clue.
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Editado: 13.06.2023