Entre las cenizas

CAPITULO 31

El estaba despierto atado a la cama, mi sonido lo había despertado miraba el techo mientras estaba perdido en sus pensamientos no sabia que esperaba de mí, con Sebastián era diferente, me siento en la cama, pero el sigue sin verme, nunca habíamos tenido conversaciones tan largas, que ahora se sentía extraño pensar con la persona que estaba en esa cama, seria con los que pasaría el resto de mi vida, ahora se sentía como 2 completos extraños.

—Si me matarás todo sería más fácil — Me habla calmado mientras sigue mirando el techo.

—Cuando yo fui torturada por primera vez tenia 18 años, puedo recordar con claridad cada suceso, desde el inicio hasta el final. Estaba tan asustada que perdí la esperanza de ser rescatada perdí toda esperanza, pero cuando me salvaron la muerte fue una opción, pero no mi opción, tome todo ese enojo y esa frustración en encontrar una solución — Le digo mientras me acerco a desatarlo —. No estás solo Yssai, jamás volverás a estar solo.

—Sofía… — Me habla mientras las lagrimas salen por su cuenta, mientras me esfuerzo en controlarme pero era imposible, por que el sentimentalismo me estaba ganando —. No hagas todo esto.

—Me gustas… — Le digo por segunda vez —. Y te apoyaré, así tu no quieras continuar, así no quieras levantarte por que te quiero, y eso hacemos las personas cuando queremos a alguien apoyarnos.

—Tengo miedo de lastimarte, los pensamientos no me dejan en paz — Me dice mientras se agarra la cabeza, estaba asustado, me siento con el mientras aparto sus manos de su cabeza, para que me mirará.

—Te perdí una vez, me niego a perderte una vez más — Eso hace que el se calme mientras sostengo su cara entre mis manos para limpiar sus lágrimas, el mira mi mano, para ver el anillo.

—¿Dónde lo encontraste? — Me dice analizándolo.

—En tu cajón, salió mientras buscaba las cosas del código militar — Le digo mientras el lo mira aún más —. Ethan lo termino de pulir.

—¿Qué haré contigo, amor mío? — Me pregunta mientras me toma del cuello cálidamente provocando un salto, pero si el estaba consiente jamás se atrevería a dañarme, me da un pequeño beso —. Cuando volvamos a la capital te daré uno que sea “Digno”

—Este me gusta… — Le digo otra vez besándolo, estaba asustada, pero algo en él me decía que confiara y me dejara llevar, su mano baja hacia mis muslos, pero se detiene mientras se ríe.

—Estoy muy cansado… — Me besa mis manos, mientras me quedó a medias, se acomoda para dormir, mientras me levantó a reportar a Sebastián lo que acaba de pasar. Me sentía más agotada que de costumbre, era un cansancio emocional, entro a la casa de campaña de Sebastián para ver como este se estaba se estaba cambiando, tenia un parche a su costado, este se apresura a ponerse la blusa limpia, mientras me acuesto en su otra cama.

—¿Qué paso ahora? — Me dice mientras me arroja su camisa sucia.

—Le dije todo eso, que lo apoyaba y que lo quería, pero el tema cambio a sobre que me iba a dar otro anillo, y cuando le dije que este me gustaba y nos besamos las cosas se volvieron diferentes — El contarle hace que el se centre por completo en mí —. Puso su mano en mi pierna y después me aparto.

—Sofia… Esto no es algo que me debas de platicar — Se acomodaba el cuello pues los cordones quedaban demasiado largos —. No se habla mucho de eso, pero sabes lo suficiente para saber lo que sucede cuando un hombre y una mujer se quedan solos…

—Ou… ¿Era eso? — Pregunto estirándome pues era incomodo.

—En lugar de pensar en eso debemos de buscar un plan, traeré a Sebastián y a Clint — Clint era uno de los jefes de la tropa, mientras tanto me quedo un rato descansando, no traería a Caleb pues estaba demasiado consternado con todo esto de la tortura, habían caballeros que vigilarían a este, ellos llegan después de un tiempo.

Mientras nos ponemos a planear, seria bueno entrar por la costa considerando que el territorio geográfico del norte eran varias botas por asimilarlo con algún objeto, si cruzáramos por tierra las probabilidades de que seamos capturados eran inmensas pues esto era más fuerte de lo que pensábamos las flotas estaban por todos lados, sin duda era un hidra.

—Podemos infiltrarnos en algún cargamento de comida que sea mandado al norte — Propone Clint mientras le damos la razón, había a 7 horas una ciudad con puerto, mientras tanto como estaríamos comunicados.

—Alexander invento estas bombas de color, su padre la utiliza para pintar más rápido la tela, si la combinamos con explosivos puede que sea efectivo — Eso llamaría mucho la atención.

—No es buena idea, nuestro plan debe ser que no debemos de ser vistos, si hacemos eso llamaremos la atención, o lo utilizamos y creamos métodos de huir de lugar o bien no lo usamos, recuerden debemos de actuar de manera diligente — Comento mientras muevo los objetos para retomar el punto de la misión, un disturbio se escucha afuera haciendo que salgamos.

—¡REBELDES! — Grita Sebastián mientras nos separamos —. Recuerden el plan.

—Sebastián y Caleb vayan por Caleb, nos vemos en un día desde el momento en el que lleguen al pueblo, si no llegamos váyanse sin nosotros — Me dice Ethan tomándonos del cuello, este se lanza la boca del lobo mientras Sebastián y yo evitamos el disturbio, al llegar Caleb estaba alarmado, los caballeros no lo dejaban salir, tomo mis cosas mientras que Sebastián busca los caballos.




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