Entre las cenizas

CAPITULO 35

P.O.V Emperatriz Sangrienta.

Miraba desde la que antes era la biblioteca de mi yerno como el pueblo estaba calmado, desde muy joven supe que el gobierno debería estar a cargo de mujeres astutas, pero note que a mis hijos varones les faltaba algo que le miraba a mi dulce hija Céline, su astucia, la ambición que desde pequeña mostro que cuando me conto que estaba enamorada del emperador no dude en apoyarla, no solo por su amor si no por el poder que eso significaba, la apoye muchas veces pero el amor es una debilidad, a fin de cuentas ella se volvió débil por amor, por no eliminar a su hijastro cuando tuvo oportunidad.

En este mundo no había nada que amará, el vino estaba demasiado amargo, cuando veo como entra un caballo a toda prisa, eso solo significaba una cosa, que ya los tenían, sonrió de satisfacción para bajar cuando una mucama sin querer tropieza conmigo, alzo su cara con mis manos para mirar sus ojos, tenia la mirada que tanto me gustaba ver en las personas, me tenían miedo, estaban aterradas sobre que podía hacer.

—No permito errores… Repréndanla — Ella ruega por piedad, pero eso solo alimentaban mis ganas de seguir adelante, el caballero estaba allí que al verme agacha la cabeza mientras se pone de rodillas besando mi vestido.

—Mi señora, los rebeldes cruzaron al norte por barco un hombre que se encuentra en nuestra custodia los identifico, pero la captura salió mal, subestimamos el número de trompas — Me dice mientras le hago señas de que hablemos en el comedor, este cierra la puerta mientras me explica la situación —. Su nieto, el lord Caleb murió a manos de nuestro grupo.

La noticia me toma de sorpresa, era uno de mis nietos más olvidados, no contaba con él para nada pero me había sido leal.

—¿Sufrió? — Pregunto al caballero.

—Si, su excelencia. Le atravesamos el estómago, murió enfrente de su esposa. Hubieron 58 bajas solo un chico sobrevivió pero se niega a cooperar — La satisfacción era notoria al hablar, pero había dicho una esposa —. El lord se caso con la señorita Sofía Anahí de Clue, varios soldados confirman que la duquesa en más de una ocasión se puso el apellido Yilmaz.

—¿Si todos murieron como es que tu viviste? — Le pregunto mientras lo invito a sentarse.

—Me escondí por el bien de la misión — Dice sonriendo, pongo el vino especial en una copa mientras el lo bebé, era cuestión de tiempo que el comenzará a alucinar y muriera del terror.

Esa chica había arruinado a todos las personas que eran claves para mí, a mis hijos, a mis nietos, había acabado con mi poder, pero no se saldría con la suya impediría por lo que me llamo Maynard que ella alguna vez vuelva a sonreír, pues el que quita la felicidad era merecedor de que jamás volviera a sonreír.

—Vizconde John, se que esta escuchando — Le digo mientras este entra sonriendo, tan ridículo como siempre, pero también tan leal. Vuelve a besar mi mano mientras me llena de saliva, tenía que fingir un poco más —. Necesito un plan para acabar con mis enemigos.

—Mi señora, desde un inicio debió de confiar en mi para esta misión — Ese comentario estaba demás.

—No me digas que hacer, hazlo — Le digo volteándome mi cuerpo dolía, comienzo a golpearme para callarme el dolor que estaba comenzando a sentir, como es que la muerte de alguien tan insignificante me causaba dolor, tiro todas las cosas que habían en un mueble, mientras me obligo a mantenerme calmada pero era imposible, solo había sentido este dolor con la muerte de mi hija, pero nada ni nadie me hará sentirme de esta manera destruiré a cualquiera que se atreva a hacerme sentir débil.

P.O.V Sofía…

Me sentía demasiado triste tanto que la comida no me entraba, tomo el diario de Caleb para leer las primeras hojas que contenían dibujos míos hacen que las lagrimas vuelvan a fluir, el padre me había dado una de sus salas para apoyarnos, el era neutro y apoyaría a cualquier hijo de dios, Alexander llega con Hiro sudados, ya habían terminado de enterrar a Caleb.

—¿Sofía?... Debes de comer un poco… — Me dice Alexander, mientras revuelve la comida para que me entre apetito.

—Enserio no me entra la comida, no puedo comer nada más… — Digo mientras me levanto a vomitar, en el baño me quiebro aún más, los pasos de Victoria se escuchan mientras ella me levanta la cara, tenia sus ojos rojos y sus labios hinchados.

—El no quisiera verte de esa manera, el quisiera que estuvieras vengándolo — Ella se sienta en el piso para ponerme el cabello detrás de la oreja —.Tienes que levantarte por favor.

—¿Hermana?... — Me habla Asher, le hago señas de que lo saquen pero este solo me abraza por la espalda mientras estoy recargada en la taza del baño, después de un tiempo soy capaz de calmarme, para dar la cara. A penas podía sostenerme, mientras que mi rencor a Sebastián crece, había un mapa extendido de todo el territorio del norte, especialmente de la capital.

—Ethan si ayudo en esto, quiero que se me conceda 10 mil monedas al año y las tierras de mi marido — Digo sentándome mientras trato de controlarme por ver a Sebastián, el también tenia los ojos rojos pero no se comparaba a los de Victoria.

—Esta bien, hagan que sea anotada como la esposa oficial de Caleb — Respiro hondo mientras ignoro el diario de Caleb para concentrarme en el mapa.




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