Entre las cenizas

CAPITULO 36

Hacia mucho que no miraba la que era mi casa, la parte principal estaba caída por completo, me entraba un coraje pues mis antepasados habian puesto mucho en la construcción de esto mientras ahora todo estaba quemado, sin duda se olía a humo, me pongo un trapo en la boca mientras miro a Alexander. Este mira el reloj para darse cuenta de que aún faltaba mucho, me pregunta si quería entrar pero no estaba segura de poderme mantener con la mente helada como la tenia en este momento, tenia el anillo de Caleb dándome fuerza, y un collar con la foto de su madre que nunca me entere que tenía, era un desconocido pues la vida que teníamos para conocernos queda ahora bajo tierra.

—Sofía… El estaría orgulloso de como lo vengarás — Me dice mientras le tomo la mano.

—Alexander, bendigo a tu hija con el nombre de Lilura — Raquel me había dicho que algo en ella le decía que era niña por lo que se referían al bebé con pronombres femeninos, el me mira extrañado —. Significa “Fascinación”

—Es un hermoso nombre — Sus ojos se llenaban de lagrimas —. Tienes que verla crecer.

Se escucha el sonido que Hiro había inventado, lo bueno que no entramos a la casa, por que el pronostico de que faltaba mucho era erróneo, nos subimos a los caballos, mientras lanzamos en a nuestros paso bombas de color de humo, estas no dañaban a nadie, solo asustaba el ruido, estaban creadas con pólvora, azufré y cochinilla que esta ultima aportaba el color, recorrer ese barrio me ponía triste por que con estas bombas de iban miles de recuerdo, aldeanos salían a ver, algunas caras eran de emoción al ver que habíamos vuelto, otras más resguardadas que protegían a sus hijos.

Pedimos que comiencen a hacer ruidos que la rebelión estaba iniciando, pero estos estaban asustados, no dejamos de pensar en que podría funcionar, aceleramos el paso, para entrar por completo a la formación de soldados, tan solo los que estaban habían sido voluntarios eran los que confiaron en nosotros y vinieron, después de nosotros llega Sebastián con varios caballeros que atacarían en caso de que sea necesario, pero al ver como una trompa de un Vizconde con varios soldados nos espera nos hace darnos de que no nos equivocamos.

—Sofía, vas al frente — Me dice Ethan, mientras asiento con la cabeza, la puerta se abre, mientras el Vizconde se esconde dentro del castillo, estaba tan adormecida que ya el matar a los enemigos no me causaba ningún remordimiento, ni mucho menos satisfacción para mi era algo normal, la ropa se manchaba de sangre, ya ni siquiera teníamos ropa para luchar, en lo que menos pienso comienza a escucharse más gritos, y cosas quemándose, habíamos iniciado una revolución, abro la puerta con todas mis fuerzas, para dividirnos, Alexander viene conmigo mientras inspeccionamos la zona, y acabamos con los caballeros que salían, las personas de la cocina se habían ido hace mucho, la comida estaba echada a perder, y olía bastante mal, las plantas tenían un color gris, todo estaba demasiado mal, no recordaba el castillo de esta manera, nos reunimos los 5, mientras miramos como cae un liquido rojo por las escaleras, Sebastián se agacha mientras lo toma con sus dedos era vino, subimos las escaleras, mientras nos dividimos uno a uno, para entrar a las recamaras, al entrar a la que me corresponde, la puerta se cierra estaba en la biblioteca central, la emperatriz estaba tomando vino mientras miraba a la ventana.

Saco mi espada, pero ella por fin me mira.

—¿Acaso no lo miras? — Me pregunta poniéndose de pie.

—Tu me recuerdas a Céline. Tan poderosa, tan ambiciosa, inteligente sin duda alguien digna de nuestra familia — Ella habla mientras abre las ventanas de par en par. Entraba un aire fresco que se sienta en el respaldo del mueble. No lucia bien —. Pudimos hacer cosas maravillosas juntas ¿Sabias?

—No me interesa que pudimos hacer juntas, mató a mi padre… — Ella sonríe, mientras trato de darle con la espada, ella solo lo esquiva mientras me toma de la muñeca retorciéndome en el piso la había subestimado ella me gana en fuerza, en altura en todo, me tenia en el piso, mientras desde mi punto de vista se miraba poderosa.

El castillo comienza a incendiarse mientras los gritos de mis amigos se escuchan detrás de la puerta, estaba arrinconada en el piso, con el brazo doblado, todo se comenzaba a comer y ella estaba redimida, a esta destrucción, se estaba jugando su vida.

—El amor, nos hace débiles Sofía… nos hace vulnerables… Me preguntó que tenía de especial tenía ese chico para que su muerte me diera tanto coraje — Me dice mientras podría jurar que sus ojos estaban llorosos —. Te di la opción de no fallarme, pero fuiste tan estúpida, que a la primera oportunidad me fallaste, preferiste irte

Trato de tomar mi daga, pero era estúpido, por qué ella gira mi brazo de tal manera que siento como algo truena y un gran dolor me invade todo el cuerpo, la puerta se abre, mientras la emperatriz camina hacia atrás, soy jalada por Ethan, caballeros entran mientras apuntan a la emperatriz, me levanto mientras noto como había quebrado mi brazo, ella no mostraba remordimiento.

—Se acabo el juego, tu emperador Ethan te lo ordena — Dice Ethan acercándose con una espada.

—Te pareces tanto a tu madre… Soy feliz de que al menos uno de nuestra dinastía se convirtió en emperador — Dice ella sonriendo —. Nada de esto se acabó, por qué soy la emperatriz sangrienta y nuestra sangre es fuerte, nuestro espíritu es un hidra, corta las cabezas y saldremos más.




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