Entre las cenizas

6-Una herramienta

Me pasé las tres semanas siguientes en vela, leyendo lo libros y memorizando la información más esencial. A veces despertaba en la cama de alguna manera y yo recordaba estar en el escritorio tomando nota o estar en el suelo leyendo sin parar. Incluso recordaba estar en la biblioteca del palacete de Azazel. Por si fuera poco, siempre despertaba junto a un buen plato de arroz tres delicias servido en bandeja. Era mi comida favorita y solo dos personas sabían tal detalle: Jack y mi padre. Lo más probable es que fuese mi padre.

Kiara entró en el dormitorio mientras yo observaba el plato que estaba en la mesilla de noche.

-¿Otra vez dejarás la comida ahí?

-¿Quién la trae todas las mañanas?

Kiara se encogió de hombros. Después se acercó a la ventana, observando la ciudad de Satania. Toda la ciudad estaba envuelta en la arquitectura nipona.

Recordé la vez que Kiara usó esa capacidad suya para ver todos mis recuerdos.Fue desagradable.

-Te ves más delgada.-comentó ella.-Deberías comer.

-No finjas que te preocupas por mí, Kiara.

-Sí me importas.-se apoyó en la ventana. -Me gustaría mentirte y decirte que no, pero los ángeles no mentimos.-dijo con pocas ganas.

Esa información me resultó reveladora e interesante. Me pregunté si los demonios harían lo mismo.

-¿Pasa lo mismo con los demonios?

-No. Ellos y vosotros, los humanos, podéis mentir con descaro. Por alguna razón las cosas son así.

Ese dato no estaba en ninguno de los libros que Kai me entregó. Tal vez él me dio la información que a él le interesaba que yo supiese. Tan solo había descubierto por mi cuenta que los demonios tenían una naturaleza violenta y que eran capaces de controlar la magia: la energía de las cosas. Por otro lado, eran seres que individualistas que rara vez sentían amor o lástima por otros. Algo que estaba fuera de mi comprensión era cómo funcionaba la magia.

-Eso es curioso. ¿Y la magia entre ángeles y demonio es la misma o es diferente?

-En los ángeles, dentro de una jerarquía, están los serafines. Nosotros podemos crear e incluso cambiar la realidad.-la escuché hablar a la vez que me confirmaba que era una serafín al decir “nosotros”.-Los ángeles de menos rango pueden controlar cualquier tipo de energía, en cambio los demonios en un principio solo controlan la energía elemental que tiene que ver con el fuego. Hay una excepción que son los ángeles caídos, ya que un ángel al ser desterrado e convierte en demonio.

-Eso no lo sabía…

Kiara me miró en silencio por unos segundos. De la nada se tapó la boca con un gesto rápido y enérgico.

-Creo que hable demasiado. Lo siento si soy pesada.

Negué con la cabeza, sonriente y puse mi brazo en mi hombro.

-No, la verdad estás diciendo cosas interesantes. Quiero entenderos. Es que somos muy distintos.

-¿No te parezco cansina?¿No te estresa de tanto escucharme hablar?

Volví a negar con la cabeza y un brillo de esperanza apareció en sus ojos.

-Kai iempre dice que soy muy charlatana, que estoy mejor callada.

-Si alguien habla mucho, me parece muy inteligente e interesante. Si no me hablas te vería como alguien aburrido. -hablé tratando de cautivar a Kiara con tanta palabrería, lo cual funcionaba ya que ella se entusiasmó.

-¡Me alegro de que me digas eso y no me veas cansina como Kai!

-¿Por qué le mencionas tanto? Por lo menos ya has dicho su nombre un par de veces seguidas.

-Esque… es como mi hermano mayor. Prácticamente nos hemos criado juntos y él siempre me a protegido, a su manera.

-Siento que papá te halla abandonado…-mentí porque no me importaba ni en lo más mínimo. Lo que sí era cierto es que quería saber porqué se le abandonó, me picaba la curiosidad simplemente.

Kiara se miró las manos, entristeciéndose de repente. Se cruzó de brazos, mostrándose muy incómoda. Podía aprovechar el momento de vulnerabilidad para acercarme a ella. Kiara era demasiado inocente.

-Perdón, no debí preguntar.

-Tranquila.-sonrió un poco y me miró directamente a los ojos.-Solo sé que nuestro padre me escondió con Azazel para alejarme de mi madre. No recuerdo exactamente el porque, pero sé que ella quiere mi poder. Es algo que el Cielo perdió hace mucho tiempo y que ahora quiere recuperar. Si te soy sincera, ni yo sé qué me hace tan especial que me obliga a esconderme aquí, sin salir del palacete.

-Pero habrás usado tu poder alguna vez, ¿verdad?

-La verdad solo sé que puedo crear esto.

De la nada hizo aparecer una simpática criaturilla negriza. Me observó y sonrió con los ojos, ya que no tenía boca. Luego la hizo desaparecer.

Kiara veía en mi una posible amiga, yo en ella veía una útil fuente de información y una posible vía de escape. Mi instinto me decía que ella era lo que yo necesitaba para salir de aquel lugar, lo que necesitaba para llevar a cabo mi venganza…



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En el texto hay: #demonios, #fantaiaoscura, #romantasy

Editado: 28.12.2025

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