Entre Las Olas

1.

 

“…Fui solo como un túnel. De mí huían los pájaros, y en mi la noche entraba su invasión poderosa…”

PABLO NERUDA

 

hubo un tiempo, por allá en los 2000's, en el que una familia de clase media tuvo que irse de su lugar de residencia porque el padre fue amenazado por la guerrilla, a pesar de los altercados y la poca protección que recibieron, decidieron irse a vivir a una isla al suroeste del país; se dedicaban principalmente a la agricultura.  Este cambio suponía un gran reto, pues los hombres de la casa tendrían que aprender a pescar para vivir de esto.

Julia, era una jovencita de campo, pequeña y con carácter fuerte, apenas tenía quince años cuando llegaron a la isla, eso sí, resaltaba su belleza, ojos verdes, cabello negro, pecosa. era tan blanca que su piel parecía un papel. por lo que ya muchos querían su mano, y a pesar de que su padre no se oponía, ella sabía lo que quería. era muy inteligente, pues no le dio rienda suelta a ninguno. cuando llegó a la isla todo le pareció tan diferente, no hacía tanto frío, las personas eran tostadas por el sol, y el mar era sin duda un muy hermoso pretexto para aprender a vivir allí.

 

-       Tienes que ponerte las pilas a aprender a atender bien a un hombre, tener su comida lista, limpiar la casa y hacerlos sentir siempre cómodos, porque puede llegar una garrapatosa con cuerpo esbelto que los enamore y los aleje de nosotras, ahí quedamos mal porque no sabemos hacer más nada y las oportunidades para nosotras son escasas. yo di con un buen hombre y quiero que tú también lo hagas, por eso debes aprovechar ahorita que eres jóven y hermosa. no más que vean la primera arruga que ya no lo quieren a uno -

Le decía siempre la Sra. Sara a Julia, era casi que un discurso diario y que la cansaba de oír porque ella creía que sí podría encontrar a alguien que la amara de verdad, no porque era su sirviente personal, sino por lo que ella era.

Los primeros días en la isla fueron agotadores, su padre y hermano estaban aprendiendo a pescar para el negocio; a ella le tocaba llevarles el almuerzo, a veces la comida. Vivían casi en el extremo del lugar; Julia tenía que caminar mucho (aunque fuera una isla pequeña). El martes cuando cumplía con su rutina. En el camino se encontró una caracola, la guardó y le llevó el almuerzo a su papá.

-       Hola, papá, acá está la comida, ¿dónde está Nando?

-       gracias, mijita, su hermano está por allá con un nuevo amigo que trabaja con nosotros, vaya llévele lo de él - y le señaló la dirección. allá estaba Nando, tratando de desenredar una red de pesca junto a un muchacho desconocido.

-       ¡Nando, el almuerzo! - Julia medio corría por la arena, tenía un sombrero de paja que se quitó cuando entregó la encomienda.

-       ¡ya eraa hoora, tengo unn hambre! - Nando, rebuscaba desesperado en los portas y ni corto ni perezoso fue a sentarse a la sombra con la boca llena de arroz.

el otro muchacho no paraba de reírse

-       se nota que el mal es de hambre - siguió - soy Joaquín, mucho gusto, trabajo acá con mi padre, nuestra barca está por allá - le señaló

-       Soy Julia. igualmente. me alegra que les estés ayudando, son un poco (susurró con la mano en la boca) torpes a veces, sobre todo ALGUIEN QUE PARECE CAIMÁN DESNUTRIDO.

Joaquín se rió con más fuerza

Julia volvió a la casa, tuvo que lavar ropa, le dio de comer a las gallinas y se sentó a leer el resto de la tarde, no hubo más nada interesante en el día, y en la semana, ya se estaba acostumbrando a ver a Joaquín ayudándole a Nando y siempre que la veía la saludaba con mucho entusiasmo. le caía bien, era un muchacho agradable, aunque con un acento medio raro que le causaba un poco de risa.

 

Joaquín tenía ocho años cuando su mamá se casó con Ramón, un señor serio, rechoncho, moreno y de un carácter explosivo. Tuvo que adaptarse a su vida como hijo “recogido” como solía éste llamarle a veces. Su padre los había abandonado tiempo atrás y su mamá se vio obligada a trabajar para mantenerlo, pero le fue tan difícil conseguir un trabajo digno que se vio en la necesidad de casarse con alguien que le habría ofrecido una estabilidad para ella y su hijo; así fue, hasta que a los doce presenció lo que sería la primera golpiza de muchas; siempre fue protector, así que como todo un hombrecito se metía a defender a su madre cuando su padrastro borracho quería pasarse con ella, la mayoría de veces no salía ileso, pues uno que otro golpe le alcanzaba. Diferente era cuando estaba sobrio, le daba lo mejor a su familia; Joaquín se acostumbró a ver, tratar y respetar al hombre como su papá biológico; pues, a parte, se volvió en su ayudante y mano derecha, aprendió todo con lo que a pesca y el mar se refería.

A los diecisiete se graduó del colegio, siempre fue buen alumno, de los mejores, aunque quería seguir con sus estudios avanzados no podía dejar el negocio familiar. dos veces por semana le tocaba trabajar sólo; básicamente sus funciones eran las de supervisar las barcas de pesca de las que eran dueños y anotar lo que se trabajaba a diario. Su padrastro era exportador, así que salía constantemente de viaje de negocios a ciudades cercanas, tenía contacto con empresas importantes, por lo que económicamente estaban bien; aun así no fue apoyado en sus sueños, porque eso significaba que debía irse de la isla.

Normalmente no tenía tiempo para salir con amigos los fines de semana, sobre todo cuando su padrastro tenía por costumbre emborracharse y durar días tomando alcohol; sin poder decirle algo; en este estado de cinco cervezas comenzaba a perder todas las facultades mentales y de razonamiento, simplemente no era él, razón por la que no lo culpaba cuando era una cosa ebrio y otra sobrio. Mientras tanto, su mamá velando siempre por el bien de todos, se esforzaba más de lo que parecía, su familia seguía en pie gracias a ella; tenía la capacidad de esforzarse incluso cuando estaba enferma, velaba por tener la casa limpia, porque su esposo estuviera bien vestido y a su hijo no le hiciera falta algo, cuando pasaba esto último se arriesgaba a arrastrarse por el suelo para esculcarle los pantalones y sacarle dinero a su esposo mientras dormía, pero nunca para ella. Cuando estaba sola le regalaba comida a los pobres, siempre cocinaba de más con este fin. Todo el que tuviera algún problema corría hacia donde “Marta”, sabiendo que ésta movería cielo y tierra hasta resolverle la vida a los demás. Su ternura llegaba a media isla, siendo de las más queridas del lugar.



#17947 en Novela romántica
#11233 en Otros

En el texto hay: primer amor, drama amor, entre las olas

Editado: 04.08.2022

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.