Entre las sombras del caos

5.

Después de mi aventura con Liam, y de casi 1 mes dentro del baluarte, comencé a acoplarme a esa vida tranquila y placentera. Podría haber sido más aburrida, pero no. Pronto comencé a hacer guardia por las noches con Liam, Aidan, Noah y muchos otros chicos más del mismo baluarte. Y además de la guardia, donde podía seguir entrenando, también estaban las noches con Liam. 

Conocía a muchas chicas agradables en el clan, Ivana, Diane, muchas chicas dulces que hicieron placentera mi estancia en el clan Sombra, a decir verdad llegué a creer que ese era mi lugar. El problema, siempre soy yo. Por alguna razón todo lo que amo se esfuma como una simple nueve de polvo. 

Los ataques de los sangre Negra habían comenzado a prolongarse más de lo normal. Por lo regular comenzaban a atacar después del atardecer, cuando el sol había caído y los killersoldierblood se podían esconder entre los matorrales, y eran difícilmente vistos entre las sombras tras la barrera de troncos. Muy a pesar de mi vista privilegiada me era difícil verlos con claridad, pero aun así donde ponía mi ojo ponía la flecha, y al amanecer siempre aparecían soldados Oscuros muertos, y yo, siempre que tenía oportunidad, iba con mi bonita botella de cristal a recibir mi dotación diaria de sangre negra de los soldaditos. Y aunque al principio se hacían preguntas, se especulaban cosas y las miradas no dejaban de enfocarse en mí cuando lo hacía, después la gente se concentraba tanto en sus deberes que ya no se daban cuenta de cuando lo hacía... 

Pero eso es lo de menos, una semana después de que los ataques se prolongaras desde antes del atardecer, mientras Liam y yo volvíamos a hacer el amor. La barrera cayó con un fuerte sonido. Todos nos alarmamos, en cambio los Killersoldierblood ya habían entrado en la aldea, se estaban llevando a todos los habitantes, sin distinción alguna. Cuando nos hubimos cambiado, salimos por la ventana de la cabaña. Vivía en un sueño, una burbuja, y de nuevo los Killersoldierblood la reventaron. Cuando estábamos fuera del límite del baluarte, un sangre Negra disparó un flecha directo al pecho de Liam. Ni siquiera tuve tiempo de ver si había dado al corazón. Debía huir. Y a lo que a mi respectaba había muerto al instante. En cambio nació mi odio irracional hacía los sangre Oscura.  Los sangre Negra me habían arrebatado todo lo que amaba, yo les arrebataría todo lo que tenían. 


Huí, no pude más que correr como lo había hecho cuando mataron a Heiko. Algo me decía que debía esperar, mi hora de venganza llegaría. 




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